61-0123 - YO SOY, NO TEMAIS

 

     
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23 de enero de 1961, Beaumont, Texas, EE.UU.

 

1 Es tan bueno estar aquí otra vez esta noche. Disfrutamos unos momentos maravillosos ayer, y todo el día he estado viviendo en la atmósfera de la reunión de ayer. Así que estoy contento de estar en el servicio del Señor esta noche. Miren, con tantos esperando, o mejor dicho, parados (quise decir parados), sentimos mucho que no tengamos el cupo adecuado para sentarlos, pero sabemos que si Uds. sólo son pacientes con nosotros un ratito, el Señor ciertamente los recompensará. Espero que El los recompense, y estoy seguro que El los recompensará, porque El siempre recompensa a aquellos quienes son pacientes y... "Los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas".
Miren, en las últimas noches, o días, yo como que les he estado predicando a Uds., y teniendo pequeñas filas de oración, y lo demás. Como que creo que le debo a la gente enferma esta noche el orar por los enfermos, porque hay tantos de ellos aquí; y les dije a los muchachos que repartieran algunas tarjetas esta tarde. Creo que lo hicieron, o... ¿Lo hicieron? ¿Lo hicieron? Esta bien, muy bien. Los llamaremos... Gracias, Hermano Gene. Los llamaremos en unos cuantos momentos.
Le pedí al Hermano Moore que predicara por mí esta noche. La única cosa que yo tendría que hacer, es venir y orar por los enfermos. ¿Predicaste? ¿Quiere alguien un trabajo de seguirme, y predicar por mí? Oh, alrededor en el...?... ¡Oh, hermanos! Bueno, yo....
2 Estos pañuelos aquí, que enviaron aquí para que se orara por ellos, miren, nosotros reverentemente creemos en orar por estos pedacitos de tela. Miren, recordemos que esta es una doctrina Bíblica, el orar por estas telas. Miren, mucha gente las unge con aceite y las regresa a los pacientes. Nosotros enviamos miles de ellas al mes por todo el mundo. Y si Uds. no tienen una aquí, si sólo escriben a nuestra oficina, bueno, se la enviaremos a Uds. sin costo alguno; no cobramos por nada de lo que hacemos. Así que....
En la Biblia, si Uds. me toleran, creo que Escrituralmente, Pablo nunca oró por ellos ni los ungió; los tomaban de su cuerpo. Yo creo que Pablo era Escritural, ¿no creen Uds. así? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. ¿Les gustaría saber de dónde pienso yo que él tomó eso? Eliseo en una ocasión, cuando murió un bebé, Eliseo le dijo a Giezi: "Toma mi báculo y ve y ponlo sobre el niño". Miren, Eliseo sabía que el Espíritu Santo estaba sobre él, y todo lo que él tocaba era bendecido. Y él dijo: "Toma este báculo y ponlo sobre el niño". Yo pienso que de allí fue de dónde Pablo tomó la idea de poner... tomando pañuelos y delantales de su cuerpo, porque yo no creo que San Pablo haría algo que no fuera Escritural. Así que él fue....
Miren, comprendemos que no somos San Pablo. Pero El todavía es Jesús. ¿Ven? El todavía es Dios. Así que Dios, siendo que no hace acepción de personas, El les envía pastores, y evangelistas, y todo lo demás, para que Uds. tengan la misma fe en el mismo Dios que San Pablo representaba. Y luego si tenemos el mismo ministerio que San Pablo tenía, las mismas cosas que suceden en nuestro ministerio, suceden... sucedieron en las reuniones de San Pablo.
3 Miren, justo antes que nosotros... o esta noche, antes que empecemos a orar por los enfermos, yo-yo quiero poner manos en esos pañuelos y orar por ellos. Muchas veces... Yo tengo fotografías, como Uds. se fijan, allí en los libros, de Suráfrica en donde ellos tenían llenos, creo yo, dieciséis o dieciocho costales para césped. En una de las noches de servicio, tenían grandes (creo que así los llamamos), costales de cáñamo, repletos de pañuelos y cartas y cosas así. Y uno de los reporteros dijo: "El Hermano Branham es muy supersticioso; él estaba orando por telas, pañuelos". Ellos no conocen la Escritura; eso es todo. Ellos son gente amorosa; sencillamente no entienden. De esa manera muchos de ellos son hoy; todos ellos son personas amables, pero muchas veces sencillamente no entienden. Así que sólo toleramos eso.
4 Así que entonces estamos contentos de ministrar en cualquier manera. Miren, si Uds. escriben a Jeffersonville, sólo díganles... Será un pedacito de tela por el cuál he orado. Yo no puedo enviar un pañuelo; son muy costosos, siendo que enviamos miles de ellos al mes. Yo tomo listón y lo corto en porciones y oro por esos listones. Y luego una hermana allá en Illinois me hace pedacitos de tela como así, no son muy costosos. Oh, yo pienso... Se me olvida cuánto se paga por cien de ellos. Y conseguimos grandes cajas de ellos, y los tomo y oro por ellos. Y luego hay una carta escrita; tenemos una cadena de oración por todo el mundo. El mundo entero está incluido en esto. Tenemos más milagros hechos por medio de esos pedacitos de tela, que los que tenemos en la reunión, porque somos... alcanzamos-alcanzamos más gente.
5 Me gusta contar esto. Yo sé que estoy tomando mucho de su tiempo, pero hace unos cuantos días... oh, no hace unos cuantos días, sino que unos cuantos... hace como unos dos años, uno fue enviado a Alemania, y con la tela hay una carta que dice: "Si su-su pastor es un creyente, llámelo. Si Ud. ha cometido algún pecado, confiéselo; enmiende todo. Dios no sanará, sino únicamente bajo condiciones. ¿Ven? Así que llame a su pastor, y si Ud. ha hecho algo mal, confiéselo. La Biblia dice: 'Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho'". Y yo digo allí: "Si Ud.-si Ud. no tiene pastor que crea en sanidad, quizás Ud. tenga un vecino que crea en sanidad, algún miembro de la iglesia, alguien con quien Ud. pueda hablar y-y confiar".
Y esa mujercita alemana llamó a unas mujeres vecinas y ella dijo: "Si yo he hecho algo mal, yo estoy dispuesta a enmendarlo; yo no sé de algo que hice mal". Ella había sido una inválida, en una silla de ruedas, por veinte y algo de años. Así que ellas oraron y sacaron el pañuelo de la carta, lo pusieron sobre la mujercita alemana, y por detrás de la página donde estaba la traducción de su testimonio, ella dijo: "Mira, demonio inmundo, tú has estado en mí bastante tiempo, así que sal fuera". Ella sencillamente se levantó de esa silla de ruedas y se fue caminando. Miren, es así de sencillo. Sí, señor. "Demonio inmundo, tú me has tenido bajo sujeción bastante tiempo. Ahora, ¡sal de mí!", y se levantó y se fue caminando. Miren, así es cuán sencillo es.
6 El Hermano Jack Moore y yo, en la... en uno de nuestros primeros viajes misioneros al oeste (no había pensado de esto por mucho tiempo), estábamos orando por los indios allá en San Carlos. Sí, ¿estabas pensando tú de eso? Bueno, quizás el Señor quiere que diga algo al respecto. Habíamos estado allá con la gente latina, la primera vez que yo había orado por los indios, y allí había un alcohólico y uno con tuberculosis que llegaron a la reunión en Phoenix, en el auditorio de la escuela secundaria Byrd. Y cuando yo vi subir a esos indios a la plataforma... Siempre me compadecía mucho de los indios de todas maneras. Bueno, yo pienso que ellos recibieron un mal trato en esta situación americana. Así que entonces... Así que eso... Yo le pedí al Señor que si El sanaba a esos dos indios, y los sanaba definitivamente, entonces yo regresaría a la reserva. Antes de llegar a California, alguien estaba allí para informarme que ellos dos estaban sanos.
Así que tuvimos que regresar a la reserva, y recuerdo ir allí y hablarles a esos indios, esos apaches, gente grande y fuerte, sentados allí alrededor por todas partes. Y yo dije: "Miren, yo sé cómo se han de sentir Uds." Yo dije: "Yo pienso que no es correcto enviar billones de dólares a ultramar para que ellos construyan aeroplanos, y hagan bombas, y vengan y nos estallen a pedazos a nosotros con eso (correcto), cuando miles de estos indios mueren cada año de malnutrición en la pradera". Es-es una mancha en nuestra bandera hacer una cosa así. Después de todo, esta tierra le pertenece a ellos; sencillamente los arrinconamos. ¿Qué pensaríamos si los japoneses vinieran aquí y nos arrinconaran, o algo así? Es el mismo sentir. Recuerden: ellos son humanos.
7 Yo dije: "Yo no puedo hacer nada respecto a todo eso. Yo sólo soy un americano; sólo soy una sola persona que vota igual que Uds. votan, y que tiene los mismos derechos que Uds. tienen y todo eso". Yo dije: "Pero yo no estoy aquí para decirles tocante a esta nación. Yo estoy aquí para decirles tocante a Alguien que sí les dará un trato justo; ese es Jesucristo".
Y yo recuerdo que cuando llamamos la fila de oración... Un indio es un hombre algo raro, Uds. saben, así que nadie vino a la fila de oración. Solía ser que uno... que teníamos que tomarlos y correrlos con grandes grupos de ujieres. Llamamos la fila de oración, y no hubo nadie que viniera. Miré al Hermano Jack, y él me miró a mí. Finalmente la intérprete fue allá atrás, fue adentro... ¿Cuál era el nombre de esa mujer que tenía esa misión allá en esa...? Yo-yo creo que ella pertenecía a las Asambleas de Dios, sí; yo no recuerdo su nombre ahorita. Pero sin embargo, yo estaba en los escalones de la iglesia de ella... ¿Cuál? Mitchell, Sra. Mitchell. Muchos de Uds. de la Asamblea de Dios quizás la recuerdan. Y ella... Nos paramos afuera en los escalones con altavoces potentes, y se miraba como los antiguos días de la carreta, al verlos sentados alrededor con ese sol ocultándose. Y todos los jefes ancianos, y los niñitos indios todos alrededor, distribuídos allí, todos alrededor allí en la ribera del río San Carlos.
8 Y entonces, después de un rato, esa intérprete (ellos tienen todo el tiempo para hacer todo, Uds. saben)... Así que ella fue allá atrás, y sacó una mujer india. Bueno, tan pronto como ella salió, una mujer de muñecas muy grandes, no podía hablar una sola palabra de inglés, me miró al rostro. Yo la observé por unos cuantos momentos allí; yo dije: "La mujer tiene una enfermedad venérea. No es porque ella es inmoral, sino que es debido a la manera que ella ha tenido que vivir".
Y ella me miró muy extrañamente, y cuando esa intérprete interpretó eso, ella asintió con su cabeza: "Eso es correcto".
Así que la siguiente que salió fue una niña, y ella mantenía su cabeza inclinada. Y yo dije: "Miren, esta niñita", yo dije, "ella pertenece a uno de los-de los hombres importantes en la tribu, y ella tuvo una fiebre que la hizo quedarse sorda y muda. Ella ha estado sorda y muda por más de dos años; ella no ha hablado ni oído nada". Yo dije: "Miren, todos Uds. conocen a esta niñita, porque ella vive aquí en la reserva". Yo dije: "Miren, Jesucristo ama a los indios; El sanará a los indios". Puse manos, y pensé: "Se-..." Yo dije: "No interprete esto". Y así que yo oré: "Señor, dame favor con esta gente". Y oré por la niñita, y me agaché hacia ella. Y si Uds. alguna vez han oído el lenguaje Apache, ¡oh, hermanos! Así que yo dije: "¿Me oyes?" Ella volteó y me miró; y con ese cabello negro, carita sucia, alzó su vista hacia mí, y yo dije: "¿Me oyes?"
Ella dijo... [El Hermano Branham imita a la niña hablando-Ed.].
Y yo dije: "Ella hablará mejor".
Y su madre se volteó y dijo: "¡Mmm!, ella está hablando muy bien ahorita mismo".
Así que yo dije: "Bueno...."
9 Y el siguiente, ellos tenían un muchachito; ellos lo sacaron a él a empujones de ese pequeño edificio. Su cabellito era tan grueso como una crin de un cabello, y tenía su cabeza inclinada. Y yo dije: "Bueno..." Dejé que el muchachito alzara su vista hacia mí; yo dije: "El está bizco, ¿no es así?" Y la madre era un poco tosca; ella sencillamente lo agarró de los cabellos de su cabeza y tiró de ellos hacia atrás mostrando sus ojos, y sus ojitos estaban cruzados de esa manera. Yo dije: "Me pregunto si yo pudiera..." El me tenía miedo. Así que yo traía un pedazo de chicle; me hice amigo de él, lo dejé que lo oliera, Uds. saben. Manteniendo su cabeza inclinada, lo empezó a oler, esos ojitos bizcos mirando para todos lados. Yo lo levanté y lo cargué en mis brazos y pensé: "¡Dios, si Tú me has ayudado alguna vez, que sea ahorita! Si yo puedo encontrar favor con ellos, entonces creerán". ¿Ven? Yo lo tenía a él reclinado en mi hombro pequeño, mejor dicho, su pequeña cabecita reclinada en mi hombro, y yo dije: "Señor, te pido que Tú endereces sus ojos". Yo dije: "Miren, levanten Uds. sus rostros". Yo dije: "Miren, antes que el niño se aparte de mi hombro, si sus ojos no están derechos, yo soy un falso profeta. Si sus ojos están derechos, entonces Uds. crean que yo he venido con un mensaje de parte de Jesucristo para Uds." Yo lo volteé de esta manera, ¡y Uds. hablan tocante a una fila de oración, hubo una estampida! El polvo estaba volando y todos estaban tratando de... Bueno, no podíamos meter... nadie podía entrar en la fila, pues se estaban peleando, y empujando, y gritando, y adelantándose uno del otro. Y así que....
10 Realmente, la siguiente era una india anciana saliendo de atrás. Y allí había un muchacho pequeñito de estatura, intrépido, como de unos dieciocho años de edad, que estaba... él-él estaba pasando a todos en la fila; él era muy fuerte; él se puso como el siguiente en la fila. Y yo dije: "Hijo, tú-tú-tú-tú no eres el que sigue; esta mujer anciana es la que sigue". Yo no lo podía hacer entender. Y el Hermano Jackson es un hombre pequeño de estatura que él mismo está bastante fuerte, Uds. saben, un carpintero, así que sencillamente agarró al muchachito y lo sacó de la fila.
Ahí venía esa india anciana; yo nunca olvidaré eso mientras viva. Sus muletas estaban hechas de dos palos de escoba con algunos... un pedazo de madera puesta arriba, y con trapos enredados en ella sirviendo como almohadilla. Y ella no podía... Ha de haber sido una condición artrítica, y ella ponía adelante estos dos palos al caminar. Ella se miraba por lo menos de ochenta años de edad. Y ponía adelante estos dos palos al caminar, y luego daba un paso, y luego-luego ponía el otro... Yo sencillamente me quedé muy quieto, y ella caminó de esa manera hacia mí, y estaba temblando, de esta manera, y ella alzó su vista hacia mí. ¡Oh, hermanos! Yo vi su cabello trenzado, canoso, Uds. saben, esas arrugas bien marcadas en sus mejillas, y las lágrimas abriéndose paso como el-el río allá, bajándole, cayéndole de su rostro de esa manera, y yo pensé: "Es la madre de alguien. Sin duda que esa mano vieja allí, que está débil y toda arrugada, ha limpiado las lágrimas de los ojos de muchos bebés llorando; ¡las miserias por las que ella ha pasado!" Ella sólo se quedó allí parada, y me miró; y nunca abrió su boca para decir una sola cosa. De repente ella se empezó a sonreír, tomó una muleta con una mano, y la otra con la otra mano, y me las dio y se fue caminando de allí tan buena y sana como cualquier otra, sin oración ni nada, ella sólo creyó. Uds. recuerden....
11 Y como a las... creo que era casi para amanecer; yo había estado allí toda la noche, y ese... Como a las cuatro. A las cuatro de la mañana... Habíamos estado desde la puesta del sol esa tarde. Habíamos estado orando toda esa noche hasta las cuatro de la siguiente mañana. Me fijé que todos los indios que venían, estaban mojados hasta aquí; yo dije: "¿Qué es lo que pasa con ellos?"
Y ella dijo: "Bueno, ellos primero pensaron que Ud. era falso". Dijo: "Pero ahora..." Dijo: "El vado está muy lejos". Dijo: "Pero ellos salieron a las praderas, y tomaron a sus amados, y están cruzando el río a medianoche, cargando a sus amados hasta aquí para que se ore por ellos".
Ellos se levantarán en el Juicio con la generación de la gente blanca y la condenará en aquel día, alguna de esa gente que ni siquiera pisa el umbral de la puerta de una reunión.
12 Y así que, yo recuerdo un caso allí, yo... Perdónenme por tomar el tiempo. Pero "la fe es por el oír". Nosotros vencemos por medio de la Palabra de-de nuestro testimonio. Y este fue un caso muy sobresaliente. Hubo un indio anciano; ellos tenían un tablón y tenía cuatro palos que atravesaban el tablón; no tenían una camilla para poner al anciano que estaba tan canoso como podía estar, así que ellos pusieron sus brazos aquí arriba, y sus rodillas sobre la otra parte del tablón. Y allí estaban dos hombres corpulentos cargándolo, tan mojados como podían estar. Y yo le dije a uno de los hombres (él era el que seguía), yo dije: "¿Habla Ud. inglés?"
"Un poquito".
Yo dije: "¿No tiene Ud. temor de adquirir pulmonía?"
"No". Dijo: "Jesucristo cuida de mí; yo traje a mi papá." ¡Mmm!
Yo dije: " ¿Cree Ud. que Jesucristo sanará a su papá?"
"Sí. Esa es la razón que lo traje".
Dije: "Muy bien". Lo pasaron; yo dije: "Pásenlo". Yo sólo puse mis manos sobre el anciano, con ese cabello trenzado, acostado allí y temblando de esa manera, Uds. saben. Yo puse mis manos sobre él; yo dije: "Dios, ten misericordia de él; sánalo por causa de Cristo. Se lo pueden llevar". Yo dije: "Dejen que venga el siguiente". Ellos fueron pasando de esa manera. En unos cuantos minutos yo oí un gran alboroto allá entre esos indios; sencillamente uno no podía ver hasta dónde llegaban las luces pues había tantos indios. Miré allá, y el anciano traía el tablón sobre su propio hombro, yendo por ahí meneando la mano, saludando a todos.
13 ¿Ven? Nosotros lo tratamos de hacer muy complicado. Nos extendemos por encima de ello, tratando de encontrarlo. ¿Ven? Tratamos de hacerlo como una cosa misteriosa, cuando es sencillo. Entre más sencillo Ud. sea, es mejor para Ud. No se apresure a ello, no trate Ud. mismo de forzarse a hacerlo; sólo recíbalo; así es de fácil. Uds. van... Uds. pasan por encima de ello, tratando... Eso es lo que nuestros teólogos hacen: pasan por encima de ello, tratando de encontrarlo, cuando está justo a su lado. ¿Ven? Es tan sencillo. La Biblia dice que por más torpe que uno sea, no se extraviará. Eso es correcto. Es tan sencillo, el Evangelio.
14 Oh, déjenme decirles, yo... cuando crucemos al otro Lado, yo me pregunto lo que será cuando lleguemos Allá. Aquí... Un avión puede aterrizar, y alguien que está en él dice: "Hermano Branham, yo estaba sufriendo de esto y lo otro, cuando..." Allá en la estación de tren, allá... Yo estaba muy al norte en Colombia Británica, había estado en un viaje de cacería después de una reunión. Y tenía una barba así de larga, y no había tomado un baño por cuatro semanas; yo-yo-yo olía como el caballo, y estaba... Teníamos veintiuna cabezas de caballos allá, y así que nos teníamos que quedar con esos caballos todo el tiempo, y salí, y estaba quitando los cestos, y con un sombrero viejo puesto para protegerme de las lluvias y la nieve, y con la barba como así de larga, volviéndose canosa, y-y tan-tan sucio como podía estar. Y nos detuvimos en un lugarcito llamado Pinos del Este, muy al norte en Colombia Británica en la autopista Hallocane.
Yo vi a algunos indios pasar, con esos mocasines blancos puestos y caminando así, y vi a una mujercita con cara roja que se mantenía mirándome. Yo no sé si ella era esquimal o india. Ella se mantenía mirándome de esa manera. Y yo sólo miraba a los lados. Yo no sé cómo ella vio mi cara, con la barba crecida de esa manera. Yo quité los cestos, y sentí que alguien me palmeó en el hombro. Volteé; ella dijo: "Perdóneme: ¿no es Ud. el Hermano Branham?"
Yo dije: "Sí, señora". Yo dije: "¿Cómo me conoció?"
Ella dijo: "Vi su fotografía".
Yo dije: "¿Dónde?"
Ella dijo: "El trineo de perros pasa una vez al año, y trajo su libro llamado: 'El Profeta visita Africa'".
15 El Hermano Rasmusson, ¿han oído de él alguna vez? El perdió la llave de su carro, y yo fui a Dawson Creek. Oh, es una ciudad grande como de unas quinientas o seiscientas personas. Y allí al principio de la carretera Hallocane, yo vi un anuncio grande de una llave, y yo dije: "Quizás pueda hacer que el hombre me haga una llave". Allí estaba un viejo amargo. ¡Oh, hermanos!, su cara (su nariz estaba casi tan grande como mi mano, hinchada, roja, con un chaquetón acolchado con la capucha puesta, y le pregunté a ese hombre, yo dije: "¿Me pudiera hacer una llave para un automóvil?"
El dijo: "No, señor, yo no puedo".
Yo dije: "Gracias". Me salí; sentí que alguien me volteó. Miré y ese... parecía como ojos pequeñitos metidos detrás de toda esa piel. Ese hombre me miró a la cara; él dijo: "Sí, creo que estoy correcto".
Yo dije: "¿Qué quiere Ud. decir, señor?"
Dijo: "Ud. es el Hermano Branham, ¿no es Ud.?"
Yo dije: "Sí, señor. ¿Cómo me conoció?"
El empezó a llorar, las lágrimas corrían por esa barba; me abrazó. El dijo: "Yo soy su hermano". El dijo: "Yo tengo uno de sus libros. Yo tengo siete u ocho chozas en mi línea de trampas; me toma dos semanas para hacer el recorrido con un trineo de perros". Dijo: "A la luz de una vela, muchas noches me he arrodillado al lado de una vela vieja de cera allá en aquellos lugares, y he orado por Ud." El dijo: "Yo tengo el Bautismo del Espíritu Santo". El dijo: "Yo soy su hermano".
Cuando todos lleguemos al Cielo,
Qué día de regocijo será;
Cuando todos veamos a Jesús,
cantaremos y gritaremos la victoria.
¿No haremos eso? ¡Hermanos, hermanos! Alrededor del mundo, por todas partes, Dios tiene Sus hijos. Abordo un barco de vapor y me dirijo a alguna parte....
Yo estaba en Jamaica... Oh, voy a parar. Eso es... Nos podemos quedar aquí y continuar testificando. En dondequiera que ellos estén, de toda vocación y condición social, en alguna parte alguien ha oído tocante al poder de Dios para sanar a los enfermos.
16 No quiero esta noche... Yo no voy a predicar, porque quiero orar por los enfermos esta noche. Pero sólo para acostumbrarlos a Uds. ahora a la-a la reunión por los quince minutos o algo que siguen, quiero llamarles su atención a una Escritura que se encuentra en San Mateo el capítulo 14 y el versículo 27. Y ahora quiero que sean tan reverentes como sea posible. ¿Ven? Escuchen ahora y capten las palabras.
¿Cuántos aquí nunca han estado en una de las reuniones antes?, veamos sus manos. ¡Oh, hermanos!, no pudiéramos acomodarlos a todos en el lugar a la misma vez, son... Así que, casi la mitad de la audiencia nunca ha estado en la reunión antes. Ciertamente los hacemos bienvenidos aquí, mi hermano y mi hermana peregrinos. Nosotros somos conciudadanos con Uds. en este gran Reino de Dios, disfrutando Su economía de la Presencia de Dios y del Bautismo del Espíritu Santo. Yo....
Respecto a orar por los enfermos, yo no reclamo ser un sanador; únicamente hay un solo Sanador, ese es Dios. Y sólo somos enviados como Sus siervos. Pero yo sí reclamo que Jesucristo viene muy pronto. Yo lo estoy esperando. Si El no viene esta noche, lo estaré esperando en la mañana. Si El no viene esta semana, yo lo estaré esperando la semana entrante. Si El no viene este año, yo lo estaré esperando el año entrante. Yo quiero estar listo cuando El venga.
17 Y yo creo que El prometió: "Como fue en los días de Sodoma, así será en la Venida del Hijo del Hombre". Y nos damos cuenta que en Sodoma los... había unos-unos-unos pecadores, un grupo de pecadores, sodomitas. Luego había un grupo de Cristianos, creyentes tibios, (los cuales representaban la iglesia), que estaban viviendo entre ellos: Lot y su gente, gente que creía en santidad; los pecados de la ciudad afligían su alma justa. Luego había un grupo elegido, el cual tenía Abraham, llamado a salir fuera. Y cada uno de ellos recibió una señal. Y yo creo que la señal que el Angel del Señor hizo, manifestado allí en carne, era la señal de la manifestación de Cristo en Su Iglesia en los últimos días.
Miren, Jesús dijo en San Juan 14:12: "Las obras que Yo hago, vosotros las haréis también". El también dijo: "Todavía un poco, y el mundo (el orden del mundo) no me verá más; pero vosotros me veréis (la Iglesia, los creyentes, el llamado a salir fuera, el elegido); porque Yo ('Yo'; no alguien más, sino 'Yo', pronombre personal), Yo estaré con vosotros aun en vosotros hasta el fin del mundo". Hebreos 13:8 dice: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos". Entonces si El es el mismo hoy como lo fue en aquel entonces, entonces El es el mismo Salvador, el mismo Sanador, el mismo Sumo Sacerdote, el mismo Señor, El es el mismo que fue en aquel entonces, únicamente en lugar de estar en un cuerpo llamado Jesús, Dios está viviendo en Su Iglesia, en el cuerpo de Uds., en mi cuerpo, que El santificó con Su propia Sangre para que El nos pudiera limpiar por el lavacro del agua por medio de la Palabra y presentar a Dios una Iglesia sin mancha ni arruga. Que El... "Las obras que Yo hago, él las hará... Estas señales seguirán a los que creen", lo sobrenatural.
18 Muy bien. En Mateo 14:27.
Pero en seguida Jesús les habló... No temáis... ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
"¡No temáis; Yo soy!" Miren, mantengan esto en sus mentes ahora reverentemente, y especialmente Uds. que están enfermos. Y Uds. que no son salvos, que todavía no han entrado en el compañerismo del Espíritu, mantengan eso en sus mentes, y me apresuraré tanto como me pueda apresurar, para llamar la fila de oración.
19 Fíjense bien en esta conversación. Entremos en ella, y ahora hagamos un pequeño drama de ello, para que los jóvenes lo puedan captar. El sol se acababa de ocultar, o mejor dicho, se estaba ocultando a lo largo del horizonte en el oeste, y su último vislumbre estaba sobre el mar de Galilea. Yo puedo ver los fuertes músculos del corpulento pescador a medida que estaba empujando la pequeña barca por la popa, mientras la proa de ella entraba al agua; la gente parada en la orilla estaba meneando sus manos en señal de despedida, y llorando. Cuando finalmente sacó la pequeña barca de la arena, y la metió en el agua, se subió al medio de la barca en donde su hermano Andrés estaba sentado al lado de un remo, y tomó su asiento. Ellos remaban una o dos veces, y luego meneaban sus manos, en señal de despedida, a la gente que estaba en la orilla; remaban una o dos veces, y meneaban sus manos en señal de despedida a la gente que estaba en la orilla.
20 Después de un rato, mientras el crepúsculo se empezaba a poner, ellos estaban ahora fuera de la vista de la gente, y ha de haber sido el joven Juan (él era el más joven entre ellos), ha de haber sido él el que esperó un momento, se detuvo de remar sólo unos momentos para tomar aliento, pues todavía tenían una larga distancia que viajar para cruzar el mar de Galilea. Y cuando él se detuvo para tomar aliento, él ha de haber dicho algo así, mientras él se limpiaba el sudor de su rostro, dijo: "Hermanos: nosotros podemos tener la plena seguridad que el Hombre que estamos siguiendo no es un impostor. Hoy, cuando estaba detrás de El viendo sobre Su hombro, lo observé tomar esos pececitos y partirlos en dos, y observé que tan pronto que El los partió, salía otro pedazo de pez cocinado. Y yo lo vi tomar ese pan, y partir ese pan, y dárselo a los hermanos. Cada vez que El partía un pedazo de pan, tan pronto que quitaba Su mano, había otro pedazo de pan allí".
Yo les quiero preguntar a Uds.: ¿qué clase de átomo soltó El? No trigo crudo, sino pan ya cocinado. Pasó por alto el horno, como cuando hizo Su primer milagro en Canaán. Esa agua eventualmente hubiera llegado a ser vino; hubiera entrado a la vid, las uvas hubieran sido exprimidas, el lagar, y hubiera llegado a ser vino. Pero El pasó por alto todo eso; El mismo era el Creador. Así que en la gran resurrección El pasará por alto a papá, a mamá, que dieron a luz a este. El hablará y nosotros saldremos del polvo, como El lo hizo con Lázaro.
21 Y Juan ha de haber dicho: "Uds. saben, hoy ha sido un día en el que todas las dudas en mi mente han sido concluidas. No importa cuánto digan los rabíes y los maestros de este día que El no es Dios, yo sé que El sí lo es. Pues yo recuerdo que mi madre me leía de las sagradas Escrituras, en los pergaminos de Exodo, cómo fue que cuando ellos estaban hambrientos, igual que esta multitud hoy, Dios trajo pan del cielo, y lo echó en la tierra. Así que cuando yo vi... Le decía a mi mamá: 'Mamá: ¿tiene Dios un horno grande allá Arriba para cocinar ese pan?' Ella decía: 'No cariño, Dios es un Creador'. Y cuando yo lo vi a El partir ese pan otra vez hoy, yo supe que era ese mismo Creador. ¿No parecía El Jehová, cuando se paró allí mirando a la multitud y partió ese pan y lo distribuyó? Yo recordé las historias de la Biblia que mi madre me solía leer tocante a Jehová alimentando a Su pueblo con pan del cielo. Y hoy día, Jehová permanece el mismo, porque hoy, hermanos, hemos visto a Jehová partir el pan y darlo a Su pueblo otra vez y multiplicarlo. El verdaderamente debe ser lo que El dice que El es, el Hijo de Dios".
22 Y el joven Juan fue detenido entonces un momento por Simón Pedro, quien siempre tenía que decir algo; y él dijo: "Bueno, mientras estamos descansando un momento, me gustaría dar mi testimonio personal, siendo que Juan ha dado el de él. Recuerdo cuando Andrés, mi hermano sentado aquí, me solía decir: 'Deberías ir allá y oír a un profeta predicar, prediciendo que viene un Mesías'. Y yo decía: '¿Qué clase de ropa viste él?' Decía: 'El tiene una piel de oveja puesta alrededor de él; salió del desierto; él es el Elías que se habló que iba a venir; yo lo creo'".
"Entonces un día él regresó y me dijo tocante a otro Hombre, que andaba por allí, un Hombre joven como de su edad, y todo acerca de una clase de Luz mística sobre El o algo así. Y dijo que ese profeta dijo que él oyó una Voz diciendo: 'Este es Mi Hijo amado'. ¿Cómo podía creer yo lo que decía ese profeta? Yo nunca lo había oído a él, no sabía nada tocante a él, así que yo dejé por concluido todo el asunto como un montón de tonterías, y pensé que mi hermano se había ido tras una locura".
23 "Pero un día El llegó allí a la orilla del mar. Y yo pensé: 'Bueno, creo que iré allá; no está muy fuera de mi camino. Iré allá y veré lo que este Hombre está diciendo'. Tan pronto que llegué allí, supe que había algo diferente tocante a ese Hombre. Y yo dije una cosa antes de que fuera allá. Recuerdo a mi padre anciano; él era un tremendo fariseo anciano, como saben todos Uds. hermanos. Y recuerdo cuando solíamos pescar aquí en el mar. El era muy religioso. Recuerdo que antes de salir, él decía: 'Simón, hijito mío, arrodillémonos y pidamos a Jehová quien es Dueño de todos los peces, que El llene nuestras redes esta noche con peces, pues yo los necesito. Necesitamos pan en la casa. Y yo... necesitamos algunos peces, así que oremos, Simón'. Cómo solíamos arrodillarnos en la orilla y orar".
24 "Yo me fijé cuando su cabello se le empezó a caer, a volvérsele canoso. Finalmente un día él se sentó al lado de la barca después de una buena pesca, pues Dios había contestado la oración, y él dijo: 'Simón, hijito mío, tu papá se está envejeciendo, y debo partir muy pronto a lo Alto. Yo siempre he orado, Simón, que yo viva para ver el día cuando apareciera el Mesías. Mira, Simón, no hay duda que habrá mucha confusión en ese día. Habrá toda clase de cosas falsas que se levantarán justo antes que venga el Mesías. Pero yo quiero que seas... Yo creo que tú lo verás, Simón. Así que, yo-yo quiero que estés seguro de una cosa, Simón: nunca lo aceptes a menos que tenga la señal del Mesías. Está seguro de que esa señal Mesiánica sea Escritural. Y mira, Simón, de esa manera es como tú lo vas a conocer a El'".
"Y yo recuerdo que estaba sentado sobre su rodilla y mirando en sus ojos mientras ellos temblaban y se llenaban con lágrimas. 'Papá, ¿cómo se mirará El?'"
"El será un hombre ordinario y quizás no será aceptado entre nuestra gente. El será Varón de dolores, experimentado en quebranto. El será desechado y despreciado. Pero, Simón, habrá muchos hombres que serán desechados y despreciados, pero este Hombre será un Profeta, pues Moisés dijo: 'Jehová tu Dios levantará un profeta como yo'".
Moisés fue un tipo perfecto de Cristo: dador de la ley, sacerdote, libertador, y todo lo demás, como la Biblia dice de El.
"Y Moisés dijo que Dios le dijo a él, que levantaría un profeta como él; y éste será más que un profeta. El será un Dios Profeta. Y tú recuérdalo, oh, Moisés, como todo nuestro pueblo ha... o mejor dicho, tú recuérdalo, Simón, como todo nuestro pueblo sabe, que los profetas son enviados de Dios. Y los profetas tienen... él es un revelador de la Palabra Divina. El es un intérprete Divino de la Palabra Divina. Y si este profeta dice algo y Dios lo respalda, entonces ese profeta es de Dios. Porque si él dice algo que es la Palabra de Dios, una promesa de Dios, y Dios por medio de ese profeta la respalda y dice que es verdad, entonces tú óyelo a El, porque esa es nuestra comisión, Simón. No seas engañado, Simón. Pero mira, Simón, cuando tú veas esas cosas cumplirse, tú observa ese Profeta".
25 "Y ese día, parecía que todo eso vino a mi memoria; pues mi padre murió hace años. Pero cuando llegué allí, y empecé a mirar a ese Hombrecito, "sin atractivo para que le deseemos, como que escondimos de El el rostro", yo pensé: 'Eso es exactamente lo que mi papá me dijo que la Escritura decía tocante a El. No es diferente que otro hombre, se mira igual que otro hombre'. Pero cuando yo llegué ante Su presencia, El me miró directamente y me dijo: 'Tu nombre es Simón. Y el nombre de tu padre es Jonás'. No únicamente me conoció a mí; sino que El conoció a mi anciano padre piadoso que había partido. Yo caí a Sus pies, y dije: '¡Tú eres el Mesías!'" Dijo: "Eso lo concluyó para mí. Pues yo sabía que mi papá me había enseñado las Escrituras, que esa sería la señal del Mesías".
26 Ha de haber sido Felipe que en ese momento dijo: "Sí, Simón, yo estaba parado observando eso. ¿Saben lo que hice? Me fui rodeando la montaña para encontrar a nuestro Hermano Natanael, sentado aquí. Natanael, ¿lo recuerdas?"
"Oh, sí, Felipe, lo recuerdo muy bien".
"Recuerdo que fui rodeando la montaña, y yo-yo encontré a Natanael orando debajo de una higuera. Y yo dije: 'Natanael: ven y ve a quién hemos hallado, a Jesús, el Hijo de José de Nazaret'. Y ¿recuerdas lo que tú dijiste Natanael?"
"¡Lo recuerdo muy bien! Yo dije: '¿De Nazaret puede salir algo de bueno, de entre esos santos rodadores ["aleluyas"-Trad.], o como los quieras llamar? Si viniera algún Mesías, El vendría aquí a Caifas, el sumo sacerdote. El vendría para El mismo darse a conocer a nuestra organización. Así que no pudiera ser que surja algo de allá entre eso, algún hijo de José o lo que sea, que pudiera ser el Mesías'. Y tú recuerdas... Yo recuerdo lo que tú me dijiste también, Felipe". ¿Qué fue? "Dijiste: 'Ven y ve'".
Esa es una idea muy buena. No se queden en casa y lo critiquen; vengan, dense cuenta por Uds. mismos. Vengan, examínenlo por medio de la Palabra, vean si es correcto. Esa es buena teología. Vengan, vean por Uds. mismos.
Dijo: "Sí, lo recuerdo".
Y dijo: "¿Recuerdas lo que hablamos cuando veníamos, Natanael?" La barca al avanzar se estaba meciendo, debido a las olas pequeñas que se estaban levantando al ir atravesando el mar.
"Sí, lo recuerdo".
27 Todos ellos estaban dando su testimonio personal tocante a Jesús, lo que ellos pensaban de El. Y así que, él dijo: "Sí, lo recuerdo muy bien; sí, lo recuerdo. Estábamos hablando de ti Simón, sí. Yo... El me dijo: 'Recuerdas aquel pescador que ni siquiera podía firmar su propio nombre en el recibo de tu pescado?'"
"Sí".
Dijo: "El le dijo a él quién era, y quién era su padre. Mira, tú sabes Natanael, que eres un erudito, y sabes que la Biblia dice que el Mesías será un Dios Profeta; lo conoceremos a El por la señal de profeta".
"Sí, yo sé eso".
"Y recuerdo que tú me dijiste que El me pudiera decir quién era yo, cuando llegara ante El".
"Oh, yo recuerdo eso".
"Bueno, mira, Natanael, ¿quieres testificar desde aquí?"
"Seguro que sí quiero, hermanos".
¡Oh, qué cosa! Cuando Ud. se ha encontrado con Jesús, le gusta contar al respecto.
28 Yo lo puedo ver pararse en la barquilla y decir: "Hermanos: yo fui allí; yo me preguntaba de lo que ese Hombre... Yo había oído a Felipe hablar tocante a El, y yo pensé: 'Bueno, seguramente que Felipe no me diría algo incorrecto'. Llegué allí, vi un grupo pequeño de gente". Oh, quizás como el que está aquí esta noche, o algo parecido. Dijo: "Un grupo pequeño de gente estaba parado allí". Quizás era una fila de oración. "Y cuando llegué ante El, El me miró y dijo: 'He aquí un israelita en quien no hay engaño'. Y yo pensé: 'Mira, eso es extraño. Yo nunca lo he visto a El antes, y El nunca me ha visto a mí antes. Así que, ¿cómo sabe El que yo soy un israelita? ¿Cómo sabe El? Yo pudiera ser un árabe; yo pudiera ser un griego; bueno, todos nosotros vestimos igual, así que, ¿cómo supo El que yo era un israelita, y que no había engaño en mí, que yo era un-un hombre honesto y justo?' Así que yo le dije a El: 'Rabí...' Yo no quería estar en desacuerdo con El, o faltarle al respeto, así que yo dije: 'Rabí, ¿de dónde me conoces? Tú nunca me has visto, y Tú no me conoces. Esta es la primera vez que nos encontramos, así que, ¿de dónde me conoces?'"
El dijo: "Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi".
"Sí", dijo Felipe: "Yo recuerdo lo que tú hiciste; tú caíste a Sus pies y dijiste: 'Rabí: Tú eres el Hijo de Dios; Tú eres el Rey de Israel' Miren: ¿recuerdan Uds. lo que el Rabí Lavinski dijo allí, lo que él dijo? El dijo: 'Miren, congregación, no crean Uds. esa cosa; eso es Beelzebú; eso es el diablo en ese hombre haciendo eso. El es un adivinador. ¿Ven?' ¿Recuerdan Uds. lo que le dijo Jesús? El dijo: 'Yo te perdono por eso, pero algún día el Espíritu va a venir, y El hará la misma cosa, y si tú hablas una palabra contra eso, nunca te será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero'. ¿Recuerdan eso?"
"Sí, sí, recordamos eso".
29 Ha de haber sido Andrés, sentado al lado de Pedro, que entonces dijo: "¿Puedo testificar, hermanos?"
"Sí".
Dijo: "Yo quiero hablar por todo nuestro grupo". Dijo: "Ese día cuando íbamos allá a Jericó, desde Jerusalén yendo a Jericó, pudiéramos haber bajado la montaña. Pero le era necesario pasar por Samaria. Siempre nos lo preguntábamos. Miren, yo recuerdo que El les dijo a esos sacerdotes ese día, que El les dijo: 'De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por Sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente'. Así que lo vimos a El ese día caminar entre una multitud de cojos, ciegos, torcidos, inválidos, y encontró a un hombre acostado en un lecho. Dijo: 'Toma tu lecho y vete a tu casa'. El hombre le obedeció. Los sacerdotes lo cuestionaron a El, y El dijo: 'Yo no hago nada hasta que el Padre me lo muestra'. Y El sabía que el hombre había estado en esa condición. Hermano, eso lo concluyó; El era... El sabía; Dios le había mostrado a El qué hacer, le mostró quién... dónde estaba el hombre, sabía que él había estado en esa condición por treinta y ocho años. El no estaba paralizado, ni estaba inválido; él podía caminar. Dijo: 'Entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo'".
"Sí, yo recuerdo eso".
30 "Y de alguna manera El era guiado extrañamente. Y todos nosotros sabemos eso. Fuimos a Samaria. ¿Y no es extraño que cuando llegamos allí a las afueras de la ciudad, a ese pozo, El se sentó en ese pozo y nos despidió a todos nosotros?"
"Sí", los hermanos dijeron: "Sí, yo... Bueno, recordamos eso muy bien, Andrés".
Y dijo: "Cuando llegamos a la ciudad, y Juan, allí fue cuando tú te exhibiste, y querías quemar la ciudad, tú sabes, pero... porque ellos no nos dieron algo para comer. Pero regresamos, y Uds. saben que cuando regresamos atravesando allí los matorrales, nos sorprendimos tanto cuando vimos a nuestro Maestro hablándole a una mujer, a una muchacha joven, a una mujer joven, quizás de Su edad. Y Uds. recuerdan, ella acababa de subir el cántaro con agua cuando llegamos. Así que queríamos ver lo que El iba a hacer. Así que El dijo: 'Mujer, dame de beber'. Y rápidamente ella lo miró a El y dijo: 'No es costumbre que Tú siendo judío, nos pidas a nosotros samaritanos cosas así; no tenemos tratos, tenemos segregación aquí. Tú no me deberías decir a mí tal cosa como esa'. Y El dijo: 'Pero si tú supieras quién es al que tú le hablas, tú me pedirías a Mí de beber, y Yo te daría agua para que tú no vinieras a sacarla aquí'. 'Bueno', ella dijo: 'El pozo está hondo. Tú no tienes nada con qué sacarla'".
31 "¿Recuerdan Uds., hermanos, cómo todos nosotros nos escondimos debajo de ese matorral para ver y escuchar lo que El iba a decir?"
"Sí, yo lo recuerdo, allí detrás del pozo".
"Y, Andrés, ¿recuerdas?, yo traté de bajar tu cabeza pues estabas tratando de espiar por encima de la pared. Y así que escuchamos para ver lo que El le iba a decir a esa mujer. Así que, ella se acercó a El, y dijo: 'Nuestros padres adoraron en este monte, vosotros decís que en Jerusalén'. ¿Recuerdan que la conversación se prolongó un ratito? Y después de un rato, El la miró directo en la cara, y le dijo: 'Ve, llama a tu marido, y ven acá'. ¿Recuerdan Uds. lo que ella dijo? 'No tengo marido'. Oh, nosotros pensamos: 'Mira, algo lo atrapó a El ahora, está en un aprieto ahora. Esa mujer dijo... Miren, sabemos que si ella dijera una mentira, y siendo El nuestro Dios, nuestro Señor, sabemos que esa mujer probablemente moriría allí mismo. Eso es correcto. ¡Disputar la Palabra de Dios en Su mera cara! Así que, nos preguntamos qué iba a suceder. Ella dijo: 'Yo no tengo marido'. El dijo: 'Tú dices la verdad'. Así que nos preguntamos qué iba a suceder. Entonces lo oímos a El hablar otra vez, y dijo: 'Tú has tenido cinco, y con el que estás viviendo ahora, no es tu marido; así que has dicho la verdad'. ¿Recuerdan Uds. cómo se miraba el rostro de esa mujer? Le cayó su cabello sobre su rostro, y sus hermosos ojos grandes miraron allá. Ella se rascó la cabeza. Ella dijo: 'Señor...' Mira, Juan, manténte quieto, yo sé lo que tú dijiste: 'Ella va a decir que El es Beelzebú'. Pero ella dijo: 'Señor, me parece que Tú eres profeta'".
Ella sabía más tocante a Dios que lo que saben los predicadores. Ella dijo... estando en esa condición. Oh, sí, una experiencia demasiado instruida de un seminario teológico, lo aparta de El algunas veces, más lejos que estar en prostitución.
32 "Miren, allí dijo: 'Me parece que Tú eres profeta. Nosotros los samaritanos sabemos que viene el Mesías, llamado el Cristo, el Ungido, el profeta del cual habló Moisés. Y sabemos que cuando El venga, nos declarará estas cosas, porque esa será la señal del Mesías. El será un Profeta enviado de Dios. Nosotros sabemos que El viene'. Jesús dijo: 'Yo soy El'". ¡Oh, hermanos! "Yo soy, el que habla contigo". Y ella miró otra vez; ella dejó ese cántaro de agua y se fue a la ciudad tan veloz como ella podía. Uds. recuerdan que fuimos-fuimos allá, y dijimos: '¡Rabí, come!, ¡Rabí, come!' El dijo: 'Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis'".
"Y mientras íbamos a la ciudad, y ahí venían los hombres saliendo. Y recordamos esa mujer yendo por la calle (la podíamos oír hasta el pozo), y a todos los hombres alrededor del mercado les estaba diciendo: '¡Venid, ved a un Hombre! ¡Venid, ved a un Hombre!, que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el mismísimo Mesías? ¿No es esta la señal del Mesías? Sí, venid, ved al Hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Mesías?' Y hermanos, Uds. recuerdan cuando todos esos hombres salieron, y ellos creyeron el testimonio de esa mujer y lo aceptaron a El como el Mesías. ¡Oh!, todos nosotros fuimos testigos de eso, así que todos nosotros sabemos", ellos han de haber dicho: "Hermanos: nosotros sabemos que El es el Mesías".
33 "Y El promete ahora, que nosotros no vayamos a los gentiles, que eso será para otra edad, sino más bien ir a las ovejas perdidas de Israel. ¿Ven? Miren, es extraño que El mismo se ha dado a conocer a los judíos, El mismo se ha dado a conocer a los samaritanos, pero no a los gentiles. El tal vez haga eso después; ellos no están esperando un Mesías".
34 Miren, ha de haber sido como en ese momento, que satanás miró por encima del cerro después que se oscureció. Satanás le tiene miedo a la luz. Cualquier diablo le tiene miedo a la luz. Eso es correcto. Cualquier cosa mala que se arrastra, le tiene miedo a la luz. Por ejemplo, un animal salvaje en las junglas de Africa, cuando uno está allá cazando: sólo encienda una luz, y ellos huyen. Ellos le tienen miedo a la luz. Por ejemplo una cucaracha asquerosa: tire el centro de una manzana en alguna parte, y cuando está oscuro, ella vendrá y le dará mordiscos; encienda la luz y véala huir para ponerse a cubierto. Seguro que sí. Las arañas y todo lo demás huirán. Ellos le tienen miedo a la luz. Esa es la razón que la gente tiene miedo de estas reuniones del Espíritu Santo chapadas a la antigua. Los hijos de la oscuridad obran en la oscuridad. Los hijos de la Luz caminan en la Luz. "Vosotros sois la Luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte..." Miren, no le pongan un almud sobre ella. ¿Ven?
35 Satanás miró, tan pronto como se oscureció, y dijo: "Bueno, creo que es el momento para que yo empiece a merodear por todos los clubes nocturnos, y garitos, y todo eso". Dijo: "Me pregunto en dónde están esos discípulos y-y Jesús". Así que ellos miraron, y mientras él y todos sus demonios miraron, ahí estaban ellos en el mar sin El. Dijeron: "Ahora es nuestra oportunidad; ellos se han ido sin El. Ahora nos podemos desquitar con ellos".
Eso es exactamente lo que él espera de Uds. y de mí: que nos vayamos sin Jesús en una sola ocasión. Yo digo esto con reverencia y respecto. Yo temo que eso es lo que la gente Pentecostal está haciendo. Uds. están yendo tras grandes edificios, y grandes organizaciones, y sociedades, y Uds. lo han dejado a El. Uds. están tan ocupados en programas de edificación. Uds. olvidaron la pequeña misión al fin de la calle, y del antiguo pandero, la guitara. Y Uds. tienen miedo que los metan a la cárcel y cosas así otra vez. ¿Ven? Hay algo mal. Se fueron sin El, entraron en un desenfreno, en programas y todo lo demás, y se olvidaron tocante a El. Esa es la razón que nuestras hermanas se cortan su cabello y usan esas ropitas vulgares, y ponen en la iglesia diáconos....
36 Yo sé de una iglesia de la santidad, una gran iglesia Pentecostal, una de las más grandes en los Estados Unidos, y sé de un amigo mío que... Un hombre que asistía a esa iglesia encontró una mujer, una jovencita allí, que la amaba más que a su esposa, y él tenía una niñita dulce. Y él dejó a su esposa, y se casó con esa muchacha de la iglesia, y ellos lo hicieron un diácono después de eso. ¡Hermano!, sí, él se fue sin El; eso es todo lo que sé, hermanos. Sí. Lo hicieron porque él aportaba grandes cantidades en el plato. La gente está empezando a mirar mucho al dinero y al vestir y a las cosas finas.
Es mejor que miren hacia Arriba, es mejor que se aparten de esas cosas, porque recuerden: eso es lo que los dirige a Laodicea, la condición en la cual la edad de la iglesia termina. Hace a Dios que se enferme de Su estómago, y El la vomita de Su boca, El dijo. ¡Sólo actúan como Cristianos! El quiere verdaderos Cristianos nacidos de nuevo con una verdadera fe genuina para creer toda Palabra que Dios escribe. Miren, yo no quiero empezar en esas cosas porque los mantendría a Uds. aquí mucho tiempo.
37 Fíjense ahora: entonces satanás los vio allá sin El. Dijo: "Aquí está ahora nuestra oportunidad de desquitarnos con ellos". Y eso es lo que él ha hecho con la iglesia. Hoy me llamaron algunos de mis patrocinadores respecto a una reunión; ellos me llamaron de larga distancia esta tarde, un grupo de ministros Pentecostales, no Bautistas, o Presbiterianos, sino ministros Pentecostales, y confesaron que ellos no creían en sanidad Divina, y que no me querían en la ciudad, y que no patrocinarían una reunión donde se orara por los enfermos. ¡Ministros Pentecostales! Es lastimoso, ¿no lo es?
38 Tuve otra llamada que decía, de un grupo que decía: "Si Ud. permite a otro grupo sentarse en la plataforma con Ud., no tendremos nada que ver con ello". Eso es peor que todo. ¿Cuál es el problema? ¡Se fueron sin El! El amor de Dios en nuestro corazón nos constriñe que alcancemos a toda denominación en todo lugar. Cuando se llega a un punto que Uds. no pueden tener amor tierno por todo ser humano, algo les ha sucedido. De tal manera Dios los amó a Uds. cuando eran un pecador, un extranjero, alejados de Dios, un enemigo de la ciudadanía de Dios, de tal manera El los amó a Uds., que El dio Su propia vida por Uds.; seguro que sí. Si Uds. reciben un espíritu dentro de Uds., de que son mejores que alguien más, entonces-entonces Uds. son peores que cualquier otro que conozco yo. A mí no me importa si Uds. están muy correctos en su teología; sus motivos y objetivos están incorrectos. Yo preferiría-yo preferiría estar incorrecto en mí-en mí teología, que estar incorrecto en mi corazón. Eso es correcto. El Espíritu de Dios habita en el corazón de Uds.
En el huerto del Edén, el hombre tomó su-su... El se comprometió. Miren, en el huerto del Edén, se hizo una elección acerca del hombre. El diablo escogió su cabeza; Dios escogió su corazón. Entonces él lo envía al seminario, lo hela con alguna buena teología y lo deshidrata allí, y él sale con su cabeza toda hinchada, demasiado grande como para usar un sombrero ordinario. Entonces él sale con amargura en su corazón contra el conciudadano del Reino. Eso no es Dios. Correcto.
39 Satanás los vio que se fueron así, sin Dios. Y así que él dijo: "Ahora, deshagámonos de ellos". Y esa es exactamente la mejor manera de deshacerse de ello también. Hermano, cuando Ud. llega a un lugar que no puede llegar al otro lado de la cerca, cruzar al otro lado de la calle, y asociarse, y llamar a un hombre un hermano sólo porque allí pudiera haber algunas diferencias pequeñísimas... ¿Cómo sabe Ud. que Ud. no es un poquito diferente ante los ojos de Dios, respecto a alguna cosita? ¿Y ser un hermano? Bueno, seguro que sí. Hermano, el altar es el lugar para Ud. Es exactamente correcto. Enmiéndese con Dios. Yo no quisiera tener ese espíritu malo sobre mí. Correcto. Me pesa ver eso entrando sigilosamente en los grupos Pentecostales, por todos lados de ellos también, por todos lados. Uno... El comal no le puede decir a la olla negra, porque sólo es seis de uno, y media docena del otro. Así que está en ambos lados.
40 Pero, ¡oh, hermanos!, nunca permitan que esa cosa mala venga sobre Uds. hombres. No, señor, hermano. Péguense como la miel de sorgo en una mañana fría; verdaderamente, verdaderamente péguense uno con el otro, sean como uña y carne. Correcto. Pues... Sí.
Bendita sea la unión
Que enlaza nuestro corazón,
En comunión los unos con otros,
Igual a lo Celestial.
Ante el altar del Señor
Rendimos ardiente oración (correcto),
Nuestras esperanzas, temores, cuidados,
Y metas son uno en amor.
Correcto. De esa manera deberíamos ser (sí, seguro que sí), no codiciosos, egoístas, indiferentes, impíos. El fruto del Espíritu es: amor, gozo, paciencia, benignidad, bondad, fe. Eso es; eso es el fruto del Espíritu.
Uds. saben que un árbol... Si un árbol tiene corteza de sicómoro, y manzanas creciendo en él, ¿qué es él? El es un manzano. La vida dentro del árbol produce manzanas. No importa cuál sea su teología, correcta o incorrecta, si Uds. producen la clase incorrecta de frutos, Uds. son la clase incorrecta de árbol, hermano. Jesús dijo: "Por sus frutos los conoceréis", no por la clase de árbol que son ellos, sino por el fruto de ellos. Correcto. Es verdad.
41 Miren, él los vio sin Jesús. Entonces él empezó a soplar su aliento venenoso sobre ellos; y una gran tormenta surgió, y la barquilla estaba ya justo para volcarse, de atrás para adelante, de arriba abajo, de atrás para adelante. La barquilla llegó a anegarse de agua. El mástil principal se derrumbó; los remos se quebraron. Es más o menos la condición paralizada en la que nosotros estamos entrando. Eso es correcto, eso es correcto. El empezó a soplar su aliento, diciendo: "Fuuu, Uds. pertenecen a nuestra organización, o no pertenecen a nada. Nosotros somos los que estamos correctos. El resto de ellos están incorrectos. ¡Segréguense!" ¡Oh, hermanos! "Sí, los días de los milagros ya pasaron. ¡Aaah!, esa sanidad Divina, no hay nada en ella. Oh, no hay tal cosa como esto, eso, o lo otro". ¡Oh, hermanos!
¿Ven?, ese es el aliento venenoso de satanás. "No tengan nada que ver con él; él no cree como nosotros creemos". Unicamente hay una sola fe; esa es la fe de Dios (correcto), la fe de Dios. Su fe humana no llega muy lejos. Pero la fe de Dios dentro de Uds., "los hace amar a todos, me hace amar a todos". Correcto. Eso es lo que la fe de Dios les hace a Uds.; los hace que Uds. tengan el mismo sentir que Jesús tuvo, porque el Espíritu de Cristo está dentro de Uds.
42 Todas las esperanzas se habían perdido; ellos casi estaban listos para hundirse. Oh, ellos se estaban agarrando uno al otro, diciendo: "¿Por qué nos fuimos sin El? ¿Por qué no lo obligamos a que viniera con nosotros?" Pero, ¿saben qué? El hace cosas como esas algunas veces, para ver lo que vamos a hacer. Yo pienso que El lo hizo así en ese entonces. En lugar de completamente dejarlos, ¿saben Uds. lo que El hizo? El sabía que eso iba a suceder. El sabe que va a suceder esta cosa ahorita, lo que está sucediendo ahora. Pero, ¿saben Uds. lo que El hizo? El escaló el monte más alto que había en Palestina, llegó a la cumbre del monte, para poder ver todo a lo largo del océano, para observarlos. ¡Oh!
Cuando El murió en el Calvario, El subió a lo más alto del Calvario a tal grado que El continuó subiendo en esa mañana de Pascua, hasta que subió más allá de la luna, las estrellas, el sol, hasta que El pudo ver de Eternidad a Eternidad. Su ojo está en el gorrión, y yo sé que El cuida de esta reunión esta noche. El quiere ver lo que nosotros vamos a hacer.
43 Todas las esperanzas se habían perdido. Ellos pensaron que todo se había perdido, ellos se iban a ahogar. Y en el mismísimo momento crucial, cuando El los había observado, ahí venía El andando hacia ellos sobre el agitado mar. Y miren, el error triste que ellos cometieron (yo lo quiero decir para terminar), es el mismo error triste que la iglesia está cometiendo hoy. Ellos tenían temor de El. Ellos pensaron que El era un fantasma, un Espíritu, algo fantasmal, adivinación y demonios. Eso fue lo que pensaron. Ellos empezaron a temblar.
Pero escuchen esa palabra consoladora: "¡No temáis; tened ánimo; Yo soy! ¡Yo soy!" La única cosa que les podía ayudar, la única ayuda que había para que fueran ayudados, y ellos tenían temor de ello.
Y hoy día, la única cosa que derribará las barreras, la única cosa que nos puede derretir juntos como hermanos y Cristianos, la única cosa que nos puede unir otra vez, es el Espíritu de Dios o el amor de Dios, que ha sido derramado en nuestros corazones, un mensaje de gracia de parte de Dios de que "no estamos divididos, todos somos un solo cuerpo". Dios los sana de igual manera, aunque ellos sean... no importa lo que ellos sean. No estamos divididos.
44 Ellos ven el Espíritu de Dios que fue prometido por Cristo mismo, en los últimos días; El dijo: "Como fue en Sodoma..." Cuando ese Angel se sentó... el Espíritu de Dios manifestado en carne, comiendo la carne de un becerro, bebiendo la leche de una vaca, bebiendo el suero de la leche (leche dulce, o lo que era), comiendo mantequilla con pan de maíz, sentado allí comiendo como un hombre, tenía Su espalda volteada hacia la tienda, un Extranjero. El nunca antes había estado por allí. Abraham nunca lo había visto. Por lo que a Abraham se refería, él nunca lo había visto a El. Y El dijo: "Abraham: ¿dónde está Sara tu mujer?" ¡Oh! ¿Cómo sabía El que él estaba casado?, ¿cómo sabía El que él tenía mujer?, ¿y cómo sabía El que su nombre era Sara?
Yo me imagino que Abraham dijo: "Como fui dirigido estaba correcto". Dijo: "Ella está en la tienda detrás de Ti".
Dijo: "Abraham, Yo te voy a cumplir Mi promesa". ¿Se fijaron? No un Angel, no un hombre, sino "Yo voy a cumplir Mi..." ¡Cuál promesa! "Lo que Yo te prometí..." ¡Oh, hermanos! ¿Qué no pueden ver que era Dios? Abraham dijo que era Dios. El lo llamó Elohim, Señor Dios, Creador. El, Elah, Elohim, significa: "El Todo suficiente y el que existe por Sí mismo". ¡Amén! El era el que existe por Sí mismo, Elohim, manifestado en un cuerpo de carne, comiendo y bebiendo como un hombre, que sabía que él era Abraham. El mismo Dios fue manifestado y dijo: "Tu nombre es Simón, y tú eres el hijo de Jonás. Yo te vi cuando estabas debajo de la higuera". El, Elah, Elohim. ¿Lo ven?
45 Y en los últimos días, El dijo: "Así como fue en los días de Sodoma, así será en la Venida del Hijo del Hombre". No le teman a Dios; es lo único que les puede ayudar.
"¿Nos ayudará a nosotros Metodistas?" Sí. "¿Nos ayudará a nosotros Bautistas?" Sí. "¿Nos ayudará a nosotros de la Unidad?" Sí. "¿Dualitarios?" Sí. "¿Trinitarios?" Sí "¿Tetrarios, Quintuarios?" A mí no me importa lo que Uds. sean, les ayuda a todos Uds.; no tengan temor de ello. El mensaje de Dios de la Biblia es para cada uno de Uds.: "El que quiera, que venga y tome de la fuente del agua de la Vida gratuitamente".
"¡No temáis, Yo soy!", dijo Jesús. "Y Yo estaré con vosotros (Yo, ese pronombre otra vez, pronombre personal), estaré con vosotros, aun en vosotros, hasta el fin del mundo". ¡Amén! "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos".
Cuando El estuvo ayer en Su día, El era la Columna de Fuego. Cuando El fue manifestado en carne, dijo: "Yo salí de Dios y voy a Dios". Unos días después, después de Su resurrección, Saulo, respirando grandes amenazas, iba rumbo a Damasco, y una Luz, la Columna de Fuego, lo derribó al suelo, y él dijo: "¿Quién eres?"
El dijo: "Yo soy Jesús".
Cuando Pedro estaba en la prisión, la Columna de Fuego entró por la ventana. Pedro pensó: "Estoy soñando ahorita".
El dijo: "¡Ven, sígueme!" Las puertas se abrieron por sí mismas, pasaron por los guardias. El no comprendió que era Dios, hasta que estaba afuera. ¡Amén! Yo le amo, ¿Uds. no? [La congregación dice: "Amén"-Ed.].
Veamos a... Miren, me he pasado cinco minutos de mi tiempo. Cantémosle esta alabancita a El, todos Uds. hermanos, todos: Yo le amo, yo le amo, porque El a mí me amó.
46 Nuestro Padre Celestial, te damos gracias por Tu Palabra; Tu Palabra es verdad. En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios. Y la Palabra se manifestó delante de nosotros en carne. En el libro de Hebreos dice: "La Palabra de Dios (Cristo, por supuesto), es más eficaz y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones de la mente". ¡Oh, Dios, ten misericordia de nosotros! Concédelo, Padre.
Date Tú mismo a conocer esta noche en carne humana, haciendo las mismas cosas que Tú hiciste allá en el pasado, para que ellos puedan saber, y para que cuando nos paremos en el Trono de Juicio, no haya excusas. Padre, toma Tu ungüento del Espíritu esta noche y abre los ojos de la gente, para que ella pueda ver que eres Tú, que es Tu Espíritu. Tú no estás muerto. Tú estás vivo por los siglos de los siglos. Que mucha de la gente, aun en la... igual que la mujer que tocó Su manto, que ellos sean sanados misericordiosamente, porque lo pedimos en Su Nombre. Amén.
Yo le amo, yo le amo,
Porque El a mí me amó;
Y me compró mi... [Porción sin grabar en la cinta-Ed.].
Allá en la cruz.
Ahora, muy dulcemente. ¿Lo aman Uds., realmente lo aman? Los hace que amen a todos, ¿no los hace? Muy bien, ahora mientras la cantamos apacible y dulcemente a El, que todos nosotros quietamente estrechemos manos con alguien que esté a nuestro lado.
Yo le amo, yo le amo,
Porque El a mí me amó;
Y me compró mi salvación,
Allá en la cruz.
47 Sólo adoremos ahora con nuestros rostros inclinados, quietamente. Tarareémosla ahora. [El Hermano Branham empieza a tararear-Ed.].
Sólo piensen cuán bueno El es con Uds. [Porción sin grabar en la cinta-Ed.]. ¡Oh, Dios! [El Hermano Branham continúa tarareando-Ed.]. Sólo piensen en su corazón ahora. Pongan su mano sobre el Calvario. "Oh, Cordero agonizante, Tu preciosa Sangre nunca perderá Su poder". [Alguien le habla al Hermano Branham-Ed.]. Qué...?... ¿Qué? Oh, quizás-quizás yo puedo...?... ¿Por qué lo aman Uds. a El? Sólo piensen: ¿por qué lo aman?
... Porque El a mí me amó;
Y me compró mi salvación,
Allá en la cruz.
48 Padre, te damos gracias ahora por este dulce compañerismo. ¡Oh, cuánto lo amamos, Señor! Sólo bañarnos en la fuente, bañarnos nosotros mismos en la belleza de Su justicia y santidad, y Su poder. Todos nuestros pecados han desaparecido. La Sangre de Jesucristo el Hijo de Dios nos limpia de eso. Nos estamos preparando para entrar ahora en el Trono, Señor, para pedir favores.
Tú tienes un grupo de hijos enfermos aquí, Padre. Ellos han venido esta noche porque ellos creen en Ti. Y yo he venido a traerles el mensaje a ellos. Oh, Dios, algunas de estas personas aquí morirán inmediatamente si Tú no las ayudas. Nuestros amados médicos de la tierra aquí han desahuciado a algunas de ellas, sin duda. Algunas de ellas están inválidas, y ciegas, y con algo que los médicos no saben qué hacer al respecto. Padre, Tú eres el Creador.
49 David en una ocasión, como citamos, él estaba cuidando las ovejas de su padre. Dios, permíteme tomar su lugar esta noche, de cuidar las ovejas del Padre. Un día un león, un enemigo, llegó, tomó una de las ovejas, un cordero, y huyó. Y él no tenía nada mas que esa hondita, pero él fue tras el león; él confió en Ti. El mató al león, y trajo de nuevo al cordero.
Padre, hay muchos de ellos aquí esta noche que están enfermos y afligidos, que la ciencia médica está perpleja; ellos no saben qué hacer. Ellos han venido aquí esta noche; ellos son Tus ovejas. Yo estoy tomando esta hondita de oración, y vengo tras ellos, Señor. Danos poder de fe para matar ese león, ese demonio, ese cáncer, ese demonio que los ha hecho inválidos, o lo que sea, para que los podamos restaurar de nuevo al redil para Ti, porque nuestro Padre no quiere perder Sus ovejas.
Perdona nuestra incredulidad, Señor, y pon nuestras almas en fuego con Tu Espíritu. Comprendemos que la sanidad ya fue comprada para nosotros, pues "El herido fue por nuestras rebeliones; y por Su llaga fuimos nosotros (tiempo pasado) curados".
50 Ahora concede, Señor, que Tú vengas esta noche en esta reunión y hagas algo que Tú hiciste cuando estuviste aquí en la tierra, porque Tú prometiste que sería hecho en este día. Y cuando nos vayamos de la reunión esta noche, que nos sintamos como Cleofas y ellos que regresaban de Emaús, cuando Tú hiciste algo allí igual que Tú lo hiciste antes de Tu crucifixión; ellos sabían que Ese era el mismo Jesús. El había resucitado y estaba haciendo lo mismo que El hizo antes de Su crucifixión. Gozosos ellos corrieron y les dijeron a todos: "Verdaderamente el Señor ha resucitado de entre los muertos". Y ellos dijeron: "¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba?"
Te pido, Padre, que ellos no tengan temor esta noche, mientras Tú les has estado hablando a ellos en el espíritu de ellos. O que ellos comprendan que esa Vocecita apacible que atrajo la atención del profeta... El viento poderoso pasó por la cueva; no conmovió mucho al profeta. El trueno y los relámpagos, la sangre y el aceite y lo demás, todo eso "cayó", pero no atrajo al profeta. Pero cuando habló esa Vocecita apacible, entonces el profeta veló su rostro y salió. Dios habló con él. Dios, que velemos nuestros rostros esta noche, y salgamos, y oigamos de Ti. Que no tengamos temor. Que nosotros mismos nos velemos con la Palabra de Dios, y salgamos sobre Su promesa ahora, esa Vocecita apacible de la promesa de la Palabra, y te veamos hacer esas cosas que estamos pidiendo esta noche. Lo encomendamos todo a Ti ahora en el Nombre de Jesucristo. Amén.
51 Yo quiero orar por estos ahorita. Señor Jesús, Tú lo prometiste. Un día (como escribió un escritor), los hijos de Israel iban camino hacia la tierra prometida, y el Mar Rojo se puso en el camino de ellos, estando ellos justo en el puesto del deber. El Mar Rojo los estaba impidiendo que llegaran a la tierra prometida; y el escritor dijo que Dios miró hacia abajo a través de esa Columna de Fuego con ojos de ira, y el Mar Rojo se asustó y se abrió. Y los hijos de Israel continuaron marchando hacia la tierra prometida.
Ahora, Padre, la promesa es que Tú nos sanarías, que Tú nos has sanado; y la duda está en el camino, supersticiones, toda clase de problemas. Ahora, que Dios no únicamente mire a través de la Columna de Fuego esta noche, sino a través de la Sangre de Su propio Hijo. Que esos demonios que detienen a la gente que está enferma que envió estos pañuelos, cuando estos pañuelos de señales sean puestos sobre la gente, que esos demonios los suelten y que ellos entren a esa tierra prometida de buena salud. Concédelo, Señor. Es en el puesto del deber. Enviamos estos pañuelos en el Nombre de Jesús para ese propósito.
Que ellos sean restaurados a la promesa que Dios les dio, y a la promesa de: "Sobre todas las cosas, yo deseo-deseo que seas prosperado en salud", para que ellos puedan servir a Dios. Amén.
52 A los que les pertenecen, los pueden recoger después del servicio. Yo no sé cómo vamos a alinear una fila de oración aquí. La fila... las paredes están llenas. ¿Cuántas tarjetas de oración repartieron todos Uds.? Cincuenta. ¿Cuáles fueron? ¿Las "A", las "B", o las "C"? Veamos qué podemos hacer. ¿Hay espacio allí para una fila entre Uds. y la pared, hermanos? ¿Pudiera una fila...? ¿No los molestaría? Está bien. No, no, no se muevan de allí; haremos... queremos que Uds. se queden allí. [Porción sin grabar en la cinta-Ed.].
53 No hay diferencia si yo oro por Uds. o no, eso no tiene mucho que ver con ello. No son mis manos; son Sus manos. ¿Ven? Esa es la razón que tengo esas ocasiones... Miren, recuerden: si hubiera algo en el mundo que yo pudiera hacer para ayudarlos, yo lo haría. Pero no hay nada que yo pudiera hacer para sanarlos a Uds., sino únicamente decirles a Uds. el mensaje que Cristo ya los ha sanado. ¿Cuántos creen que esa es la verdad? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. ¿Ven?, ¿ven? El... ¿Cuántos saben que todo pecado en el mundo fue perdonado cuando Jesucristo murió en la cruz? ["Amén"]. Muy bien. Entonces, ¿qué hacen Uds. cuando oyen la Palabra? Uds. la aceptan. Eso es correcto. Y entonces si Uds. la creen, Uds. son sanados, Uds. son salvos.
Entonces, ¿cuántos saben que cuando Jesús murió en la cruz, que "por Su llaga fuimos nosotros curados", que El sanó a toda persona enferma? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Seguramente que sí. Entonces, ¿qué puede alguien hacer? Si Uds. ya han sido sacados de la casa de empeño, si un hombre está parado allí con un boleto de redención, la única cosa que Uds. tienen que hacer es recibirlo. ¿Ven? Sólo tómenlo y Uds. son libres; Uds. no tienen entonces... ¿Qué dice? Llamé hasta la 25. Los tienen a todos ellos en la fila; muy bien.
54 Miren, ahora, en esta fila de oración, la única cosa que voy a hacer es orar por los enfermos. ¿Ven? Miren, ¿cuántos saben, de los que han estado aquí en otras reuniones, saben que el Espíritu Santo había prometido que en los últimos días el mensaje sería como fue en los días de Sodoma, y que Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos, e hizo una promesa que El haría estas cosas? ¿Cuántos lectores en la Biblia saben que El lo prometió esto? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Muy bien.
¿Creen Uds. que estamos en el fin de la edad gentil, como fue en el fin de la edad judía, y de la edad samaritana? Miren, Jesús mismo se dio a conocer como el Mesías a aquellos, por medio de la señal Mesiánica. ¿Es correcto eso? ¿Alguien sabe eso? ¿Cuántos saben que El tenía la señal del Mesías? Seguro, seguro que sí la tenía. El dijo: "Si Yo no hago las obras de Mi Padre, no me creáis".
La mujer en el pozo dijo: "Nosotros sabemos que cuando venga el Mesías, El nos declarará esto", (¿ven?, y así que...), de conocer los secretos del corazón de ellos, de hacer la misma cosa que El siempre ha hecho.
55 Y entonces, ¿cuántos saben que El no hizo eso ante los gentiles? Seguro. ¿Cuántos saben que El prometió que lo haría en el tiempo del fin? Seguro que lo haría, seguro que sí. Muy bien. ¿Por qué? Cuando Dios es llamado a la escena... Miren, escuchen Uds. que estudian la Biblia, escuchen esto. Pongan su fe en la Palabra de Dios, pues cuando Dios es llamado alguna vez a la escena para hacer una decisión, El no puede hacer ninguna otra decisión, sino que tiene que permanecer con Su primera decisión. ¿Cuántos saben eso? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Porque El es infinito; toda decisión es perfecta. El no tiene que hacer dos decisiones. Si El hace otra decisión, entonces Su primera decisión estaba incorrecta, si El la cambia. Por lo tanto cuando Dios hace algo en la Biblia, El lo tiene que hacer otra vez, o El lo hizo incorrectamente cuando lo hizo la primera vez.
Así que si El mismo se dio a conocer como el Mesías por medio de la señal del Mesías, un Profeta Mesías, en ese entonces a los judíos, a los samaritanos, y lo prometió a los gentiles, entonces El tiene que hacer la misma cosa. Miren, ¿cuántos la han visto suceder?, veamos sus manos para así yo saber. Muy bien. Oh, creo que todos. ¿Cuántos nunca la han visto suceder?, veamos sus manos, que nunca la han visto, levántenlas, que nunca vieron a Dios hacer una cosa como esa, parado en la plataforma, que nunca estuvieron en una de estas reuniones antes, nunca han visto la demostración de la señal Mesiánica, veamos sus manos levantadas, los que nunca la han visto. Hay muy pocos, sí, hay algunos allá atrás que han venido por primera vez. Muy bien.
56 [Alguien le habla al Hermano Branham-Ed.]. ¿Qué dijo? ¿Qué dijo? Sí, en un ratito. Muy bien, ellos piensan que pueden alinear a los otros. ¿26? La tarjeta de oración "C" 26. ¿27? ¿28? ¿29? ¿30? ¿30? ¿31?
Oigan, ¿hay gente de habla hispana aquí esta noche? ¿Hay gente que habla español? Yo no sé, eso pudiera... Hay cuatro, cinco, seis tarjetas que faltan de... Pudieran ser de habla hispana. Muy bien, ¿30?, ¿31? ¿31? Muy bien. ¿32? Correcto. ¿33? Venga para acá. ¿33? ¿34? ¿35? ¿36? ¿37? ¿38? Allí vienen. ¿39? ¿39? En esta dirección, vengan en esta dirección. ¿39? ¿40? ¿41, 2, 3, 4? ¿41, 2, 3, 4? Muy bien, allá atrás, sí. Cuarenta y... ¿44? ¿45? ¿46? ¿47? ¿48? No vi la 48. ¿48? ¿49? ¿49? 49, yo no la vi. La tarjeta de oración "C" 49. Muy bien. "C" 50, ¿quién tiene la tarjeta de oración "C" 50? Muy bien. Ahora sí los estamos alineando. Miren ahora, esas son todas las tarjetas de oración.
Miren... [Alguien dice: "Esta señora aquí necesita ayuda, Hermano Branham"-Ed.]. Muy bien, cuando llegue su turno, cuando llegue su turno, ellos ayudarán a la muj ... Déjeme decirle, cuando llegue su turno, para que ore por ella, yo iré allá y oraré por ella; Ud. quédese en el altar. ¿Cuál es su número? 48. Muy bien. Recuérdeme, Hermano Jack, cuando llegue el turno del 48, yo iré y oraré por la señora. Muy bien.
57 Ahora miren, el resto de Uds. aquí que no tienen una tarjeta de oración (lo cual todas las tarjetas de oración están en la fila), ahora miren, que quieran que Jesús los sane, levanten sus manos, que no tienen tarjetas de oración. Miren, yo les quiero citar una Escritura a Uds. Hubo una mujer... Vamos-vamos a decir que en una ocasión hubo una mujer que no tenía una tarjeta de oración en la Biblia, y ella dijo: "Yo creo en ese Hombre, y si yo únicamente tocara el borde de Su manto, yo seré sana". ¿Saben Uds. la historia? Muy bien. ¿Qué sucedió? Ella se abrió paso entre la multitud hasta que tocó el borde de Su manto. Miren, ¿han visto algunos de Uds. un manto palestino? Es muy suelto y tiene una ropa interior para evitar que el polvo se acumule en las piernas. Y un-un manto palestino... si ella tocara el borde de mi saco, yo no lo sentiría. Si ella tocara la pierna de mi pantalón de esa manera, o el doblez de mis pantalones, yo no... ¿Cuánto menos un manto grande colgando suelto de esa manera? Así que Jesús se volteó y dijo: "¿Quién me tocó?"
Y Pedro lo reprendió, le dijo: "Señor, todos ellos te están tocando. ¿Por qué dices una cosa como esa?"
El dijo: "Pero Yo he conocido que me debilité", que salió poder. ¿Es correcto eso? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Y ¿qué hizo El? El miró por toda la audiencia hasta que El encontró a la mujercita y le dijo que su flujo de sangre había cesado; su fe la había salvado. ¿Cuántos saben eso? ["Amén"]. Miren, ¿no les gustaría a Uds. tocarlo? ["Amén"]. Bueno, ¿es posible que Uds. lo puedan tocar? ["Sí"]. ¿Es El un Sumo Sacerdote ahorita, que puede compadecerse de nuestras debilidades? ["Sí"]. Bueno, entonces si El es el mismo Sumo Sacerdote, ¿cómo actuaría El ahora? Igual que El actuó en ese entonces. ¿Es correcto eso? ["Amén"]. Miren, tóquenlo Uds. y vean si El actúa de esa manera. Esa es la manera de hacerlo. ¡Oh!, ¿no es eso maravilloso, cuando Uds. traen a la Palabra de Dios a un reto? ["Amén"].
58 Miren, si El estuviera parado aquí con este traje puesto, y Uds. se encaminaran hacia El diciendo: "Oh Maestro, Señor, oh Maestro, te pido que Tú me sanes", ¿saben Uds. lo que El diría? "Hijo mío, Yo ya te he sanado. ¿No me crees?"
Uds. dirían: "Señor, déjame ver si Tú tienes cicatrices en Tus manos". Cualquiera pudiera tener cicatrices en sus manos. "Déjame ver si Tú tienes cicatrices en Tu costado". Yo las tengo desde cuando un caballo me tumbó. Bueno, yo... Seguro. Miren, yo-yo tengo otra aquí de cuando fui balaceado con un rifle. El rifle se disparó cuando era un muchachito. El rifle de otro muchachito me balaceó el otro lado. Pero eso-eso no quiere decir que uno sería un Mesías, no. Pero la Vida del Mesías sería el Espíritu del Mesías dentro de Su Iglesia. Miren, no importa cuánto El lo ponga sobre mí, El lo tiene que poner también sobre Uds., porque no podemos obrar separadamente; tenemos que obrar juntos.
Jesús fue a un lugar reclamando que El era el Mesías, y El no pudo hacer muchos milagros a causa de, ¿qué? [La congregación dice: "La incredulidad"-Ed.]. La incredulidad. El es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Si Uds. no le creen, no hay manera que El obre. Si Uds. le creen, El entrará en su carne, el Mesías entrará. Amén. El es el mismo Dios que está en carne. ¿Lo creen Uds.?
59 Miren, en esta fila de oración, todos Uds. que están en esta fila de oración: ¿cuántos han estado en una fila de oración, que han estado aquí o en otras reuniones, y han visto cómo Dios revela los secretos y cosas así?, levanten sus manos, Uds. que están en la fila de oración. Muy bien. Miren, si yo no les digo una sola palabra a Uds., sino que sólo oro, ¿creen Uds. que Dios lo hará? ¿Lo creen Uds.? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. ¿Lo creen sin verlo? Yo-yo-yo sé lo que-lo que Uds. están sintiendo. Yo lo puedo sentir. ¿Ven? Yo lo puedo percibir.
Muy bien, Uds. allá en la audiencia sin... tengamos la fila de discernimiento allá en la audiencia sin tarjetas de oración. Que tengan el discernimiento los que no tienen tarjetas de oración y que este... que estos pasen, para que así Uds. vean que el Angel del Señor está aquí.
60 Miren, si esa Columna de Fuego que estaba con... que estaba en la zarza ardiendo en el tiempo de Moisés... La Columna de Fuego que estaba en la zarza ardiendo en el tiempo de Moisés, cuando Ella se hizo carne, ¿cuántos creen que era Cristo? El dijo: "Antes de Mois ... antes de Abraham, YO SOY". ¿Ven? Muy bien. Miren, esa Columna de Fuego que estaba en el desierto, cuando se hizo carne, sabemos que Ella hizo eso, ¿no lo hizo? Y miren, ¿es El un Sumo Sacerdote esta noche que puede compadecerse de nuestras debilidades? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Muy bien. Sólo tengan fe y crean en Dios y Dios les-les concederá a Uds. eso.
Miren, todos Uds. inclinen su rostro silenciosamente y empiecen a orar, cada uno de Uds. No estén perturbados, histéricos, sino sólo crean que Jesucristo está aquí. Si Uds. tienen necesidad de El, sólo crean.
¡Oh, cuán hermoso! "Jesús, el que se compadece". Miren, yo he hablado tocante a El, hablé Su Palabra; ¿cumplirá El ahora Su Palabra? Muy bien, ¿eso es todo, tienen su fila de oración atrás de esa manera?
Yo quiero que el discernimiento sea allá en la audiencia. ¡Si Dios sólo lo concede una vez más! Muy bien, levanten sus rostros. Miren, mírenme, igual que Pedro y Juan que pasaban por la puerta llamada la Hermosa; créanme como Su siervo. Mantengan su aflicción en su mente y digan: "Dios, yo estoy sufriendo de esto y lo otro; ten misericordia de mí". Todos Uds. no piensen que Uds. están fuera del alcance para que sean sanados, no lo están. Es tan fácil que El los sane a Uds. como sanar a cualquier otro; sólo tengan fe. Yo quisiera que pudiera sanar a todos Uds.; yo lo haría. Yo no puedo hacer algo más sino lo que veo sucediendo.
61 Yo estoy observando la Luz. Estaba aquí hace un segundo. Se movió y se fue en esta dirección y no la veo ahora. Está alejada de la plataforma en este momento. Sí, la señorita allá con su mano en su boca, sufriendo de ese problema de vesícula: Ud. crea con todo su corazón; Jesucristo la sana. Ud. tenía más fe de lo que Ud. pensaba que tenía. "Si puedes creer, todo es posible".
62 El hermano sentado allá: no tema, Ud. va a estar bien. Y si Ud. cree con todo su corazón, ese hombre por el cual Ud. está orando, que ese caballo cayó sobre él, él despertará, si Ud. lo cree. ¿Lo cree Ud.? ¿Lo cree Ud.? Muy bien. Tenga fe; nada es imposible.
Yo les quiero preguntar algo: ¿Qué tocó él? El está a cuarenta pies [12 m.-Trad.] de mí. ¿Qué hizo él? El tocó al Sumo Sacerdote. Su fe se movió y yo la capté. Amén. ¡Si puedes creer!
¿Piensa Ud. que Dios sanará esas venas varicosas? ¿No fue eso maravilloso?
La hermanita sentada allá al fin de la fila: Ud. quiere que Dios le dé un bebé, ¿no es así, la damita con el vestido que se mira verde? Tenga fe en Dios y Ud. abrazará su hijo que Ud. ha pedido.
Pregúntenles a esas personas. Yo no conozco a esa mujer; yo nunca la he visto en mi vida. Ella es una desconocida para mí. Si... ¿Somos desconocidos, señora, la que fue llamada? Si esa... Si somos desconocidos uno del otro, levante su mano, sí, levante su mano para que la gente vea. ¿Qué tocaron ellos? Al Sumo Sacerdote. Miren, ¿creen Uds.? Uds. tóquenlo ahora. Uds. hagan la misma clase de toque. Yo los reto a Uds. en el Nombre de Cristo que lo hagan. Ahora oraremos por los enfermos.
63 ¿Eso la impresionó? ¿Cree Ud. que yo soy Su siervo, con todo su corazón? Yo no la conozco. Ud. es una desconocida para mí. Es sólo para que la gente vea que si la gente no tiene tarjetas de oración o tiene tarjetas de oración, no importa. Mire, Ud. sabe que hay alguna clase de unción aquí, ¿es correcto eso? Ud. sabe que-que... Se necesita más que un-que un-un-un hombre para hacer algo así. Se necesita Dios, ¿no es así? Sí, seguro que sí se necesita. ¿Cree Ud. que Dios me pudiera decir la razón por la que Ud. está parada aquí? Lo cual... Ud. sabe que El pudiera. Eso está bien. Muy bien. Si Ud. lo cree... yo veo que Ud. está sombreada, sí, algo horrible, y... Ud. está sombreada, y esa es la razón que miré a los lados y estando la unción sobre mí....
Mire, yo no pudiera tomar a cada una de esas personas en esa fila, pues yo me caería de aquí de esta plataforma. Estoy tan débil ahora; ¿ven parados aquí cómo están las gotas de sudor? ¿Ven? No lo pudiera hacer, porque si El sintió debilidad con una sola persona que lo tocó a El, ¿qué de ahora cuando El tiene que obrar por medio de un pecador salvo por gracia? ¿Ven? Y aquel fue el Dios ungido. ¿Ven? Su santo cuerpo virginal por El que Dios estaba obrando, causó que El se debilitara, ¿qué de mí, un pecador salvo por gracia? Porque El dijo: "Más que estas vosotros haréis. Las cosas que Yo hago vosotros las haréis también y más que estas". Dice "mayores" en la versión King James, pero....
Ud. dice: "¿Por qué me está hablando a mí, Hermano Branham?" Estoy tratando de contactar su espíritu, al igual que cuando El habló con la mujer en el pozo. Correcto. Yo le puedo decir ahora, que Ud. está sufriendo de un nerviosismo extremado; Ud. también tiene problema del corazón. Eso es correcto, ¿no es así? Si eso es correcto, levante su mano para que así la gente la vea. Miren, ¿creen Uds. con todo su corazón? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Bueno, el mismo Dios sabe que es la misma cosa que a Uds. les pasa. ¿Ven? Eso lo hace.
64 Sigo sintiendo eso de vez en cuando en las noches, que alguien dice: "El está adivinando eso". Yo no estoy adivinando eso. ¿Cómo pudiera adivinar eso? Miren, no piensen esas cosas, porque yo las capto aquí. ¿Ven? Eso impide el desarrollo del resto de la reunión. Mire, veamos si lo estábamos adivinando.
Ud. es una persona fina. Mire, yo no pudiera haber adivinado eso; yo no la conozco a Ud. Yo nunca la he visto a Ud.; nosotros somos perfectamente desconocidos, ¿es correcto eso? Es correcto. Muy bien, señor, eso es verdad. Mire, yo no sé lo que le he dicho. La única manera de que yo sepa es que obtenga esa cinta. Permítame ponerme en contacto otra vez con su espíritu. ¿Ve?, Ud. es una mujer; yo soy un hombre. De esa misma manera fue en la puerta... en el pozo en Samaria. Pero nosotros, siendo Cristianos (¿ve?), y el Espíritu de Dios estando entre nosotros, somos hermanos y hermanas. Entonces hay un Dios del Cielo aquí tratando de obrar por medio de mí, igual que esta-esta cosa. Uno no sabe qué decir; no puede decir nada. Ni tampoco yo le pudiera decir algo a Ud. Yo tengo que hablar a través de esto para hacer que una voz salga a través de él. Bueno, El tiene que hablar por medio de mí para decirme lo que está mal. ¿Lo ven Uds., audiencia? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. ¿Ven?, ¿ven?
65 Miren, yo sólo me estoy rindiendo; yo sencillamente tengo un don de parte de Dios de rendirme yo mismo. Yo no sé lo que El va a decir. Si El le puede decir a Ud. lo que ha sido, seguramente que Ud. pudiera creer si El le dijera lo que será. Miren, alguien dice: "Bueno, veamos si El le dirá lo que ha sido". Dios tenga misericordia para que la gente pueda ver y entender, es mi oración. Yo sólo quiero... Yo ni siquiera investigo su vida, sino que yo sólo quiero ver si Dios lo dirá, para que la gente vea que algo que... Yo ya no le pediré más a El, si El... en esta reunión esta noche, si El sólo lo permite suceder.
66 Sí, yo la veo ahora. Yo la veo temblando, caminando hacia una ventana. Ella se pone muy nerviosa, especialmente muy entrada la tarde, inmediatamente después del trabajo. Y ella tiene problema del corazón. Eso es exacta-... ¡Oh, qué cosa! Hay algo más, sí, aquí es algo que ha sido. Es una operación de alguna clase; de un cáncer en el pecho. Y Ud. tiene temor que parte de él todavía esté allí (eso es correcto), sí, en su lado. ¿Ve?, yo estaba señalando a mi lado izquierdo. Seguramente que sí. Sí. Y Ud. ha tenido algunos problemas más; Ud. recientemente perdió su esposo. Eso es correcto. ¿Es eso lo que ha sido? ¿Cree Ud. que Dios me puede decir quién es Ud., el mismo que sabía quién era Simón Pedro y todo lo demás? Sra. Babb, mire, se puede ir creyendo, y todo terminará. Amén.
67 Mire, si yo sólo pongo manos... Hay Algo ungiendo aquí, ¿no lo hay? Si yo pongo manos sobre Ud., la Biblia dice: "Estas señales seguirán a los que creen: sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán". Nuestro Padre Celestial, yo pongo mis manos sobre mi hermana y pido, mientras esta Unción está aquí, para su sanidad. Amén. Se puede ir creyendo ahora con todo su corazón.
Si yo pongo mis manos sobre Ud., ¿cree Ud. que Dios lo sanará y lo hará saludable? Toda la iglesia está orando por Ud. En el Nombre de Jesucristo, que él sea sanado. Sólo tenga fe y se puede ir creyendo con todo su corazón.
Mire, Ud. sabe que yo sé lo que está mal con Ud., pero yo no lo tengo que decir, ¿lo tengo? Mientras que yo le diga que su corazón... ¡Oh!, siga adelante, ¿ve?, ya lo dije...?....
Mire, Ud. sabe que yo sé lo que está mal en Ud., ¿es correcto eso? Si yo le digo, ¿le ayudaría a Ud.? ¿Qué sería más grande: poner mis manos sobre Ud. o decirle lo que está mal con Ud.? Decirle lo que está mal con Ud. Muy bien. Ud. sufre de nerviosismo; ahora se puede ir de la plataforma y sea sana.
(No sé si me voy a poder salir de esta Unción o no; Ud. detenga la fila de oración, ¿ve?, si continúa así). Aquí está otra vez.
68 ¿Cree Ud. que su problema de espalda estará bien? Se puede ir creyendo con todo su corazón.
Mire, Ud. sabe que Dios me pudiera decir qué está mal con Ud., y si El me dijera, ¿le ayudaría a Ud.? Muy bien. Deshágase de esa asma, se puede ir creyendo con todo su corazón. (No me puedo salir de Ella por alguna razón. Oremos por ello).
¿Cree Ud. que Dios la sanará, y que su corazón estará saludable, y que Ud. estará sana? Muy bien. Se puede ir creyendo con todo su corazón...?....
(Miren, eso está bien). Sólo oren y crean con todo su corazón. Miren, El sabe qué está mal con la gente. Miren, ¿están Uds. creyendo? Miren, sólo tengan fe; no duden. Miren, si cada uno de Uds. creyera, y sólo aceptaran su sanidad, reverentemente en donde Uds. están, sólo acepten su sanidad... Ahora, sean muy reverentes.
69 Aquí está otra vez. Yo no la conozco, no sé nada respecto a Ud. Me imagino que nunca nos hemos visto uno al otro en nuestras vidas; esta es nuestra primera vez que nos encontramos. Si eso es correcto, levante su mano. Sólo es otro cuadro igual que cuando nuestro Señor se encontró con una mujer en el pozo en una ocasión. Le habló a ella, y El se dio cuenta cuál era su problema, y entonces El le dijo a ella su problema. Y ella dijo que El era el Mesías. Si El le pudiera decir a Ud. la misma cosa por medio de mí, ¿creería Ud. que El todavía es el Mesías? ¿Lo cree Ud. con todo su corazón? Yo le quiero preguntar a Ud. eso por una razón. Ud. ha tenido un accidente en su pierna; le tuvieron que quitar a Ud. la rótula. Correcto. Y luego además de eso, Ud. tiene una hernia que le molesta, y Ud. está sumamente nerviosa. Y la manera... lo que Ud. necesita más que todo, es darle su vida a Cristo, y de ser una pecadora llegar a ser una Cristiana. ¿Lo aceptará Ud. como su Salvador ahora? ¿Sí lo acepta Ud. a El como su Salvador? Yo la pronuncio a Ud. sana en el Nombre de Jesucristo. Se puede ir y no peque más.
70 Digamos: "¡Alabado sea Dios!", todos; sólo adórenle...?... Dios Padre, en el Nombre de Jesús, sana a mi hermana.
Dios Padre, al pasar ella, que sea sanada, en el Nombre de Jesús.
Si continúa así, Ud. usará una muleta después de un tiempo; pero, ¿cree Ud. que Dios se la quitará a Ud., y la artritis la dejará y terminará? En el Nombre del Señor Jesús, que ella sea sanada...?... Sí, señora, Dios la bendiga, hermana. Gracias, hermana.
Nuestro Padre Celestial, pongo mis manos sobre esta querida mujer. En el Nombre de Jesucristo, sánala, Padre. Amén.
Padre Celestial, mientras inclino mi corazón a Ti, te pido por mi hermano. Mientras pasa, que él pase bajo la sombra de la cruz y sea sanado en el Nombre de Jesús.
Mire, si yo le dijera lo que está mal en Ud., ¿le ayudaría eso? [La señora dice: "Sí"-Ed.]. Pues Ud. se está quedando ciega ["sí"], pero eso no es lo que lo ocasiona. La diabetes es el problema. Y si Ud. cree con todo su corazón, la dejará. ¿Lo creerá Ud.? Entonces en el Nombre de Jesucristo, se puede ir y sea sanada. Amén. Eso es...?... Dios Padre, en el Nombre de Jesucristo que ella sea sanada. Amén. Tenga fe.
Padre Celestial, te pido en el Nombre de Jesús que Tú sanes...?....
71 Miren, no-no piensen que porque yo no les digo a ellos, que eso... Es muy difícil para mí salir de Ella. ¿Ven? Pero yo-yo sé que está-está bien. Dios lo está haciendo de todas maneras. ¿Ven? No importa. ¿Ven? Yo no puedo... Si lo hago con toda la fila, entonces... Yo-yo le acabo de decir al Hermano Jack que vigilara, pues si continúa así, tendré que dejar la fila, porque la veo girando alrededor de mí ahorita. ¿Cuántos entienden eso Escrituralmente? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Bueno, seguro (¿ven?), uno casi no puede....
Muy bien, ¿cree Ud. que yo soy Su profeta, o Su siervo? (Eso es lo que yo quise decir). Eso hace tropezar a algunas personas. Yo no soy un profeta; yo sólo soy Su siervo. ¿Ven? ¿Cree Ud. con todo su corazón? ¿Cree Ud. que él sanará? ¿Qué? El está muy nervioso, ¿no es así? El tiene problema del corazón, alta presión, y él bebe. Se puede ir, crea (ese es su esposo del que yo estoy hablando), y sanará. Tenga fe en Dios.
72 Nuestro Padre Celestial, te pido que Tú sanes a nuestra hermana, en el Nombre de Jesús.
Vaya Ud. y coma su cena; Ud. fue sanado sentado allí en el asiento; el problema de su estómago lo dejó a Ud.
¡Oh, Dios!, te pido Dios que sanes a...?... en el Nombre de Jesús. Amén.
Dios, te pido que Tú sanes a nuestra hermana, en el Nombre de Jesús.
Dios, pongo mis manos sobre este pequeñito, en el Nombre de Jesucristo, que... No tema ahora, estará bien.
Dios Padre, te pido que Tú sanes su artritis y la hagas saludable, y el nerviosismo, y te pido que ella esté saludable en el Nombre de Jesús.
Padre, te pido que Tú la sanes en el Nombre de Jesucristo. Que se pueda ir ella y que sea sana. Amén.
Dios, te pido que Tú sanes a nuestro hermano y lo hagas saludable mientras pongo mis manos sobre él, en el Nombre de Jesús. Amén. Dios lo bendiga, señor.
Nuestro Padre Celestial, pongo mis manos sobre nuestra hermana. En el Nombre de Jesucristo, que ella se pueda ir y sea sanada. Amén. Tenga fe ahora; no dude.
Nuestro Padre, te pido que Tú sanes a nuestra hermana en el Nombre de Jesucristo. Amén.
Pasen, igual que... no pasen ante mí, sino bajo la cruz. En el Nombre del Señor Jesús, que ella sea sanada. Amén.
Oh, no dude. En el Nombre de Jesús, Padre, te pido que Tú concedas...?... Dios la bendiga.
Nuestro Padre Celestial, te pido que Tú sanes a nuestra hermana en el Nombre de Jesucristo. Amén. Dios la bendiga, hermana. ¿Cree Ud. eso? Tenga buen ánimo. ¿Ve? Mire, Ud. sabe que yo sé lo que está mal, pero se puede ir creyendo de todas maneras. ¿Ve?
73 Ud. quiere que yo diga... Si yo le digo lo que está en su corazón, ¿me creerá que yo soy Su profeta? ¿Sí me creerá? Una cosa que está mal en Ud., es que Ud. sufre de nerviosismo. Eso es correcto. Ud. tiene un estómago nervioso que le causa su problema. Eso es por lo que Ud. quiere que se ore, ¿no es correcto eso? Ud. lo ha tenido toda su vida. Déjeme decirle: Ud. tiene una carga en su corazón. ¿Puede Dios decirme cuál es su carga? La salvación de su padre y su madre. Eso es ASI DICE EL SEÑOR.
Yo la conozco, hermana. ¡Oh, Señor Dios!, mientras la Unción del Espíritu Santo está presente, esta mujer ha sido tan bondadosa conmigo. Te pido que Tú le des a ella su deseo esta noche. Concede todas estas cosas que ella pide, Padre, y especialmente por su familia, te lo pido en el Nombre de Jesús. Amén. Ud. sabe lo que quiero decir. Muy bien.
74 Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre; concede la sanidad de nuestro-nuestro precioso hermano en el Nombre de Cristo.
Venga creyendo; no dude. Dios lo bendiga, hermano, tenga fe ahora. En el Nombre de Jesucristo pongo mis manos sobre él mientras la Unción del Espíritu Santo está presente, en el Nombre de Jesús, que sea sanado.
Padre nuestro, mientras sentimos las vibraciones de esta fina mujer, te pido Padre, que Tú la sanes en el Nombre de Jesucristo. Amén.
Venga creyendo ahora; no dude. Hermana, sólo mire las oraciones que están ascendiendo por Ud.; mire a ese grupo fino de ministros aquí. Esta es la iglesia del Dios Viviente. ¿Ve? Nuestro Padre, pedimos que Tú la sanes mientras por fe nosotros ponemos nuestras manos sobre ella en confirmación de las propias palabras de Jesús, que dijo: "Estas señales seguirán a los que creen". Que ella sea sanada en el Nombre de Jesús. Amén. "La oración de fe salvará al enfermo, y Dios lo levantará".
75 Padre Celestial, con la oración eficaz del justo (y nosotros no somos justos, pero aceptamos la justicia de nuestro Señor), te pido esta oración por ella y te la presento a Ti a su favor, en el Nombre de Jesucristo. Amén. Dios la bendiga, hermana; se puede ir ahora, creyendo.
La enfermedad más peligrosa que hay: el problema del corazón; pero Dios es el Sanador del problema del corazón. ¿Es correcto eso? ¡Créalo! Nuestro Padre Celestial, te pido que Tú bendigas a nuestro hermano y lo sanes. Concédelo, Señor, mientras pongo mis manos sobre él en el Nombre de Jesucristo. Amén. Dios lo bendiga, hermano.
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu Nombre; te pido, Padre, que Tú concedas la sanidad de mi hermano. Amén.
Dios Padre, mientras pongo mis manos sobre la mujercita, te pido en el Nombre de Jesucristo que Tú la sanes y la sanes completamente. Amén. No dude; venga creyendo.
Señor Jesús, tierna y misericordiosamente, Señor, ella trae a sus pequeñitos y yo pongo mis manos sobre ellos y pronuncio las bendiciones de Dios. Que sean sanados en el Nombre de Jesús. Amén. Dios la bendiga, hermana.
Nuestro Padre Celestial, mientras esta humilde mujercita se encamina hacia acá cargando la Palabra de Dios sobre su corazón, te pido, Señor, que penetre profundamente dentro de allí, y que ella tenga fe para creer en el Nombre de Cristo. Amén.
Nuestro Padre Celestial, pedimos las misericordias de Dios sobre esta, nuestra hermana. Que el poder de Dios la sane y la haga saludable en el Nombre de Jesucristo.
76 ¿Qué dice? Muy bien. Yo les voy a pedir a estas personas sentadas aquí quienes... aunque ellos no tengan tarjetas de oración, pero ellas están en sillas de ruedas, que todos Uds. inclinen sus rostros y oren conmigo por un momento, todos, mientras yo voy y pongo mis manos sobre ellos. [El Hermano Branham ora por aquellos en las sillas de ruedas. Unicamente unas cuantas palabras se distinguen de vez en cuando-Ed.].
Miren, para Uds. que estaban aquí sin tarjetas... Y yo oré por esas personas en las sillas de ruedas, y ellos tampoco tenían tarjetas. Pero ellos tienen mucha dificultad para llegar a las reuniones. Yo... ¿Oré por este hombrecito aquí? Dios te bendiga, hermano. [El Hermano Branham ora por el muchacho. Unicamente unas cuantas palabras se distinguen-Ed.]. Nuestro Padre Celestial...?....
Solíamos cantar la alabancita:
Ora, ora, es la única manera de alcanzar niveles más altos;
Ora, ora, la oración de fe traerá las bendiciones de Dios.
¿Es correcto eso? ¿Están todos Uds. creyendo en Dios? ¡Oh!, yo....
77 Perdónenme; yo pensé que la fila de oración se había terminado. ¿Sólo esta? Muy bien. ¿Es esta-es esta la otra señora? Muy bien. Miren, si Uds.... ¿Cuántos creen? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Esta señora, yo no la conozco a Ud.; nunca la he visto a Ud. por lo que a mí respecta. Somos desconocidos uno del otro. Miren, toda persona aquí en el edificio, que esta mujer sea un ejemplo para Uds. Aquí estamos (camine para acá, hermana); yo no conozco a esta mujer; yo nunca la he visto. Somos totalmente desconocidos el uno al otro por lo que a mí respecta. Pero si el Espíritu Santo me dice algo que está mal en ella, o por lo que ella está aquí... Pudiera ser que ella está enferma. Quizás ella está aquí por alguien más. Quizás ella está aquí por problemas domésticos, problemas financieros, asuntos de iglesia, una condición espiritual. Yo no sé. Eso es verdad. Yo no conozco a la señora; Dios sí la conoce.
Pero ahora para que Uds. siempre puedan saber que Jesucristo está en la presencia de Uds., haciendo una confirmación infalible de Su Palabra, permítanme hablarle a la mujer sólo un momento, ya que me he rendido al Espíritu.
78 Miren, Uds. por quienes oré y puse mis manos, Uds. que están en sillas de ruedas, si Uds. no tienen la fe suficiente como para levantarse y caminar, no dejen que eso los perturbe; Uds. sólo tienen una fe como una semilla de mostaza, y aférrense a ella, y continúen marchando hacia adelante. ¿Ven? Miren, a Abraham se le dio una promesa de Dios, y por veinticinco años él esperó para que esa promesa se cumpliera. ¿Es correcto eso? El nunca dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios. Miren, nosotros sabemos que Dios todavía permanece Dios.
79 Miren, si esta mujer aquí hubiera llegado ante la Presencia del Señor Jesucristo esta noche... Digamos que ella sí está enferma, y hubiera llegado ante la Presencia del Señor Jesucristo, y ella... Ella sí está en la Presencia del Señor Jesús; no Ud., no yo, sino el Espíritu que está aquí. ¿Ven? El es la Vid; nosotros somos los pámpanos. ¿Es correcto eso? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. ¿Cuántos saben que la vid no lleva el fruto? Los pámpanos llevan el fruto, a medida que son energizados por la vid. ¿Es correcto eso? Miren, fíjense muy atentamente, y escuchen. Miren, si ella se hubiera parado aquí en la Presencia del Señor Jesús....
80 Algo le sucedió a ese niño allí en ese momento. Le voy a decir lo que quiero que Ud. haga. Yo quiero que tome un cordón y lo ate alrededor de esa cabeza de hidrocéfalo (¿ve?) esta noche. Y ate un nudo en él. Y en la última noche de la reunión, la cual es un día a partir de esta noche, Ud.... Mañana en la noche Ud. ate otro nudo; la noche que sigue, ate otro nudo. Y traígame ese cordón y póngalo aquí en esto aquí, probando que Dios está en ese niño. Y Ud. vea cuánto más esa cabeza se encoge entre hoy y entonces. Eso es para que Ud. pueda saber.
Mire, la razón que yo hice eso, es para ayudar su fe. ¿Ve? Ud. tiene que tener algo para su fe. ¿Ve? Si Ud. no duda, se cumplirá. Mire, Ud. fíjese muy bien; mire, cuando ate su cordón, hágale un nudo en él. Luego ponga el mismo cordón, mañana en la noche, después del servicio, y ate otro nudo, y vea cuánto se encogió; luego en la última noche, ate su nudo y...?... la iglesia, luego póngalo aquí en la plataforma, córtelo y muéstreme cuánto se encogió entre hoy y entonces. ¿Ve?
81 Miren, ¿ven Uds., amigos? Uds. dicen: "¿Qué está haciendo, Hermano Branham?" Estoy tratando de regresar a un lugar (¿ven?), para que yo les pueda hablar a Uds. un momento. Veo allá en la audiencia, y sólo veo como que todos Uds. ahora son un grande grupo como lechoso. ¿Ven? Pero yo estoy tratando de hacer que Uds. vean que su hermano, yo, su hermano, absolutamente no tiene nada que ver en esto. Es Dios confirmando Su Palabra, Su promesa, que El dijo que cumpliría. Miren, no tengan temor de ello. Si yo pudiera oír Su voz hablar esta noche, El diría esto: "¡Tened ánimo; Yo soy; no temáis!" Pues El es el mismo ayer (eso lo que El hizo ayer), es hoy, y será por los siglos. ¿Creen Uds. eso? [La congregación dice: "Amén"-Ed.].
Miren, ¿ven?, es para que Uds. sepan que no son las tarjetas de oración o algo, o alguna otra cosa, o... en el desayuno ministerial, y por tres noches ahora, por tres servicios, no hemos tenido una sola tarjeta de oración. Y El lo ha hecho en otros servicios sin tarjetas de oración, igual que El lo hizo esta noche con tarjetas de oración. Las tarjetas de oración únicamente los alinean, para que no peleen uno con el otro respecto a su lugar (¿ven?), para que no haya muchos en un solo lugar.
82 Mire, hermana, perdóneme; continúo olvidándolo. Yo... No estoy fuera de sí, pero yo espero que Ud. me perdone por eso; no fue mi intención que Ud. se parara aquí y que fuera un espectáculo para todos. Mire, sólo un... Nosotros... ¿Tenía una tarjeta de oración o ellos nada más la subieron a Ud. aquí? Ud. tenía una tarjeta de oración. Muy bien. Porque yo pensé que si Ud. podía subir así de esa manera, no sería correcto que...?... porque Ud. pudiera ser un...?... para ellos. Pero Ud.... ellos le dieron a Ud. una tarjeta de oración, y Ud. estaba en la fila. Muy bien.
Mire, si el Señor Jesús (aquí hay una mujer y un hombre igual otra vez), si El me puede decir algo, por ejemplo, por lo que Ud. está aquí, ¿lo creería Ud.? Ud. está aquí para que yo ore por sus ojos, Ud. tiene problema de los ojos. Si eso es correcto, levante su mano. Bueno, Uds. dicen: "Seguro, ella usa anteojos". Muy bien, hagamos eso a un lado. Mire, Ud. míreme y crea. ¿Cree Ud....? Mire, Ud. es... Sólo para que la gente sepa: mire, en estos momentos Ud. siente un Espíritu verdaderamente dulce y acogedor. Si eso es correcto, levante su mano, porque Ud. sí es una Cristiana.
Mire, ¿ha visto Ud. alguna vez la fotografía de esa Luz, esa Columna de Luz en la fotografía? La tenemos aquí; ha sido fotografiada en todo el mundo. La tenemos aquí en el edificio. Miren, ¿cuántos la han visto alguna vez? Muy bien. Esa Luz está suspendida entre mí y la mujer aquí ahora. La estoy mirando.
Mire, ¿piensa Ud. que El pudiera sanar a su esposo? [La señora dice: "Sí, señor"-Ed.]. El está aquí también. ["Sí, señor"]. Si yo le puedo decir a Ud. lo que está mal en su esposo, ¿me creerá que yo soy Su siervo? ["Sí, señor"]. El tiene cáncer de la piel en la cara. Eso es correcto, ¿no es así? Muy bien. Y Ud. tiene a otro amado por el que Ud. está orando. Esa es su hija, el otro amado; ella no está aquí, ella tiene problemas del oído. Ella ni siquiera está en esta región; está en Georgia. ¿Es correcto eso? Ud. no es de esta ciudad; Ud. es de una ciudad llamada J a... Jasper. Eso es correcto. Su nombre es Sra. Kemming. Eso-eso es correcto. Se puede ir a casa y sea sana en el Nombre de Cristo.
83 ¿Señora...? ¿Cuántos creen? [La congregación dice: "Amén"-Ed.]. Jesús dijo: "Estas señales seguirán a los que creen". ¿Es correcto eso? Pongan sus manos unos sobre los otros. "Sobre los enfermos..." No oren por Uds. mismos ahora; oren por la persona sobre la que Uds. tienen... Muy allá atrás, pongan sus manos unos sobre los otros. Ahora, oren la oración de fe.
Nuestro Padre Celestial, te pido que Tú nos ayudes. Satanás: ¡tú has perdido la batalla! Tú estás expuesto, satanás; ¡sal de ellos en el Nombre...?....!

 

Este mensaje fue predicado originalmente en Inglés por el Rev. Willian Marrion Branham, traducido al Español por el Tabernaculo Emanuel, Tucson, Arizona 85726

 

 

 

El Mensaje del Atardecer