60-0417AM - YO SÉ
17 de Abril de 1960, Jeffersonville, Indiana, E.U.A.
1 Ciertamente somos un pueblo privilegiado por estar aquí en esta mañana, estar con vida en la tierra, por ver otro gran tiempo de Pascua. La Pascua siempre trae una-una cosa gloriosa para nosotros, las nuevas esperanzas. ¡Y-y cuán grandioso!
2 Y al momento de haber entrado allá atrás en la oficina en esta mañana, alguien me encontró y dijo: "Hermano Branham, Ud. sabe la-la pequeña bebé, o la niñita o alguien, que se oró por ella en Chatauqua, el año pasado, a quien se le quitó el corazón, y válvulas o algo que se arregló en él..." Dijo: "La bebé fue sana, y está en el edificio en esta mañana. Y está sentada aquí en esta mañana". Así que, eso es bueno, tendremos el pequeño testimonio de eso tal vez antes de que lleguemos a los otros servicios. Y somos una gente feliz.
3 Ahora, le pediré al Hermano Neville si toma la Escritura de Mateo para la lectura o Lucas, una de la resurrección, si no la ha leído ya. ¿La leyó, hermano? [El Hermano Neville dice: "No".-Ed.] Así que mientras nos estamos alistando para orar...
4 Y ahora, después de este servicio, será el servicio de sanidad. Después que se termine este servicio, entonces van a desayunarse. Luego, después de eso, regresaremos otra vez a las nueve y media y empezaremos otro servicio. Y luego después de eso, seguirán los servicios de sanidad. Y luego los servicios bautismales seguirán a eso.
5 ¡Y qué hermoso tiempo es para el bautismo! ¡Oh hermano! ¡La resurrección! Esa es la razón que somos bautizados, porque El resucitó.
6 Recuerdo antes que tuviéramos el bautisterio aquí, yo solía llevarlos aquí al río, temprano, mañanas muy frías, como escarchadas, y bautizaba a la gente allá en el río. Hay algo con respecto a eso, es un tiempo sagrado. La Pascua, es un gran tiempo. Estaba mirando al Hermano Pat Tyler sentado aquí
7 Estaba hablando con alguien anoche. Que en nuestra última reunión en Oklahoma, traté y estoy tratando ahora (y anunciaré esto), de poner a un lado hasta que Dios me llame a hacerlo, mi viejo ministerio de discernimiento, porque yo pienso (empezando), es el-el nuevo ministerio está entrando.
8 La otra noche, sin nadie saber nada al respecto, yo lo probé en un niño que venía caminando en la plataforma, un muchacho como de dieciséis años de edad, que había nacido ciego; y estaba totalmente ciego. Y casi inmediatamente dejó escapar un grito: "¡Hermano Branham, yo puedo ver!" Y allí, y Pat Tyler parado cerca, al lado del muchacho, fue cuando sus ojos se abrieron por primera vez en toda su vida. Y así que, confío que Uds. están aquí, con grandes anticipaciones, conmigo, yo estoy buscando por algo, que Dios haga por nosotros, y nos eleve a otro nivel del que hemos estado.
Inclinemos nuestros rostros en estos momentos para orar.
9 Nuestro misericordioso Padre Celestial, nos hemos reunido en esta mañana, aquí en la iglesita al lado del camino, estamos verdaderamente muy agradecidos por Ti, por todo lo que esto significa para nosotros, y especialmente en esta mañana de Pascua de resurrección. Si no hubiera habido una Pascua, no hubiéramos estado en la condición que estamos hoy. Esa Pascua fue lo que selló todas las promesas de Dios, las confirmó a nosotros. Todo lo que El siempre prometió, todo eso fue hecho una realidad en la Pascua de resurrección. ¡Uno de los más grandes días de celebraciones que tenemos en el año! Y nosotros pedimos, Señor, hoy que Tú confortes nuestros corazones mientras sentados, esperando, y bajo anticipaciones por el Espíritu Santo, Quien vino después de la Pascua, que venga sobre nuestros corazones y nos conforte, y restaure nuestra fe, en una medida grande y poderosa, para que podamos caminar la vida que Jesús ha ordenado para que nosotros caminemos.
10 Oramos por todos y cada una de las personas, y especialmente por aquellos que están encerrados y no pueden ir hoy a los servicios en ninguna parte. Dios, sé con ellos. Y haz-haz que esta Pascua sea una Pascua verdadera para ellos, sean levantados de sus lechos, y una nueva salud que nunca antes conocieron en la vida. Concédelo, Señor.
11 Haz que cada predicador, cada siervo que Tú tienes alrededor del mundo hoy, que está celebrando este gran memorial, haz que ellos tengan unción y fuerza y Poder, para traer a sus congregaciones (las ovejas esperando), el Alimento que Dios tiene almacenado para Su pueblo. Concédelo, Señor. Nosotros esperamos por nuestra porción, humildemente, en el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
12 Voy a pedirle al Hermano Neville ahora que lea las Escrituras de la resurrección. [El Hermano Neville dice: "Mateo 28", y lee la siguiente Escritura.-Ed.]
Pasado el sábado, al amanecer el primer día de la semana,
vinieron María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro.
Y he aquí, fue hecho un gran terremoto, porque el ángel del Señor,
descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella.
Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
Y de miedo de él los guardias se asombraron, y fueron vueltos como muertos.
Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres:
No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, que fue crucificado.
No está aquí: porque ha resucitado, como dijo: Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
E id presto, decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos;
y que va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.
Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo,
fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a sus discípulos,
He aquí, Jesús les sale al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron.
Entonces Jesús les dice: No temáis: id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.
Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron a la ciudad,
y dieron aviso a los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
Diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros.
Y si esto fuere oído del presidente, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros.
Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruidos:
y este dicho fue divulgado entre los Judíos hasta el día de hoy.
Mas los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban.
Y llegando Jesús, les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado:
y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
13 [Porción no grabada en la cinta.-Ed.]...añada bendiciones a la lectura de Su Palabra.
14 Diremos ahora, anunciamos otra vez, que los servicios, en la mañana, continuarán hasta las nueve y media, tan pronto como terminemos con este-este servicio de la mañana. Y llamamos entonces a este nuestro servicio de la salida del sol. Y tenemos algunas grandes cosas que reportar a Uds. acerca de-de las reuniones que han pasado. Y queremos que Uds. que están enfermos y afligidos, todos Uds., que vengan con fe en esta mañana, para creer que este Jesús resucitado vive hoy, y El es el mismo como siempre lo fue. El no ha cambiado ni un poquito.
15 Ahora quiero leer una pequeña porción de Escritura aquí, que se encuentra en el capítulo decimonoveno de Job, empezando con el verso decimoquinto.
Los moradores de mi casa,...y mis criadas me tuvieron por extraño, forastero fui yo en sus ojos.
Llamé a mi siervo, y no respondió, de mi propia boca le suplicaba.
Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
Aun los muchachos me menospreciaron. En levantándome hablaban contra mí.
Todos mis confidentes me aborrecieron; y los que yo amaba, se tornaron contra mí.
Mi cuero y mi carne se pegaron a mis huesos, y he escapado con la piel de mis dientes.
Oh vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí; porque la mano de Dios me ha tocado.
¿Por qué me perseguís como Dios, y no os hartáis de mis carnes?
¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribieran en un libro!
¡Que con cincel de hiero y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre!
Yo sé...que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo.
Y después de...desecha esta mi piel, aun he de ver en mi carne a Dios;
Al cual yo tengo de ver por mí,...y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí.
16 Me gustaría tomar un texto de allí, que se encuentra en Job 19. Yo Sé.
17 El patriarca en ese tiempo estaba algo similar a como nosotros estamos hoy. Hemos estado en problemas profundos, como nosotros le llamamos, "aguas turbulentas," y él estaba desesperado. Por muchos días él se sentó en el montón de ceniza, y estaba tratando de encontrar palabras para consolarse, tratando de encontrar algo que le diera valor, y algo que fuera-fuera un consuelo para él, mientras veía su vida desvanecerse de él.
18 En primer lugar, él era un hombre anciano, como de noventa años de edad, y él había sido afligido por la mano de Dios. Ahora, sabemos que Dios no lo había tocado con Su mano, sino que Dios había permitido a Satanás que lo tocara. Dios únicamente tiene agentes para hacer cosas. Dios quiere que se haga un mal, El solamente manda a Satanás para que lo haga. Y si El quiere que se haga un bien, El tiene a Sus siervos a quienes manda que lo hagan.
19 Y Satanás había tocado a Job por un propósito, para probarlo, porque él y Dios habían tenido un debate. Y Dios le dijo a Satanás: "Yo tengo un siervo en la tierra, que no hay nadie como él. Todo lo que le digo, él lo hace. El es un hombre perfecto, y un hombre justo".
20 Y Satanás dijo: "Si Tú me permitieras tomarlo, yo haría que él te maldijera en Tu rostro".
21 Job, sin saber que todas estas cosas estaban sucediendo, trajo al patriarca en una angustia profunda. Sin embargo, de alguna manera, cuando había perdido todo, él todavía mantuvo su posición en-en Cristo. "Yo sé que mi redentor vive," dijo él.
22 Ahora, nosotros llegamos a esos lugares. Todos llegamos. Y yo creo que hoy, nosotros estamos reunidos aquí para ese mismo propósito. Todos nosotros estamos en los montones de ceniza. Tenemos nuestros problemas y nuestras subidas y bajadas, y nuestros-nuestros malos momentos, y nuestras enfermedades, y nuestras angustias y nuestras decepciones. Así que, venimos de esta manera, en una mañana, en esta mañana de Pascua, para encontrar palabras de consuelo, como Job está tratando de encontrar de sus amigos.
23 Ninguno de ellos podía darle ninguna consolación. Porque por su desgracia, ellos lo estaban acusando de ser un pecador secreto. Entonces, en medio de toda esa desgracia, Dios vino a su rescate.
24 Job estaba preguntando. Como él sabía, no únicamente era su enfermedad y sus llagas, y penas y angustias, de haber perdido a su familia y toda su riqueza, estaban casi a punto de quitarle su vida; pero él era un hombre anciano, bien entrado en años, y sabiendo que él iba rumbo a la tumba. Y, sabiendo que, él creía que había alguien quien lo trajo a la tierra, él no podía haber venido aquí por él mismo. Y él sabía que venía de un padre y una madre, pero, aún, ese padre y madre tenían que haber tenido a alguien para traerlos. Y eso regresaría a lo original: "¿Quién trajo al primero?"
25 Y entonces él se peguntaba esto: "Es una cosa extraña que aquí estoy, caminando con una vida más elevada que la que el animal tiene, y con una vida más elevada que la vida botánica". Pero sin embargo, nos damos cuenta que él dijo: "Si el árbol muere, ¿vivirá otra vez? Y si una-una flor muere, ¿vivirá otra vez?" Pero él dijo: "Mas el hombre morirá, él perecerá, ¿y dónde estará él? Sus hijos vienen a llorarlo y darle honra, y él no lo percibe". Y él estaba preguntándose: "¿Por qué es que-que Dios permitiría vida como esa vivir otra vez, como las flores y las plantas, pero un hombre no pudiera vivir otra vez?" Todo esto lo tenía preocupado.
26 Y si sacáramos algo de esta conclusión en esta mañana. Y esa es la razón por la que estamos aquí. Hemos escuchado la historia de la Pascua, vez tras vez, y leído de atrás para adelante; y hoy, en sus radios, Uds. escucharán diferentes ministros abordándola. Pero lo que yo pensé, para mi grupito en esta mañana, que el Señor me ha dado, yo lo abordaría de un punto de vista diferente si pudiera, llegando al punto de decir: ¿Por qué tenemos estos problemas? ¿Qué hace que estas cosas vengan? ¿Por qué debería un Cristiano estar perplejo? ¿Por qué no sale todo perfecto para un Cristiano? Pero no sale, y nosotros lo sabemos.
27 Y algunas veces tenemos más problemas cuando llegamos a ser Cristianos, que los que tuvimos cuando éramos pecadores. Por supuesto, escrito está: "Muchas son las aflicciones del justo, pero Dios lo librará de todas". Dios promete muchas aflicciones, sentimientos extraños, y cosas extrañas que estarían más allá de nuestro entendimiento, pero siempre es para nuestro bien. Nosotros no podemos entenderlo, porque si fuera así, entonces no sería una fe para nosotros; caminaríamos por razonamiento. Pero lo hacemos, y lo tenemos, y creemos por fe, Su Palabra que va a obrar algo bueno para nosotros. Si nosotros pudiéramos captar eso hoy, en esta mañana. Si pudiéramos captar que todos nuestros problemas...Y no hay ninguno de nosotros inmune a ellos. ¡Si pudiéramos comprender que esas cosas son para nuestro bien!
28 Escrito está, en una de las Escrituras en la Biblia que: "Las pruebas que vienen sobre nosotros, son más preciosas que el oro, porque es Dios dándonos estas pruebas". Después que llegamos a ser Su propiedad, nuestra confesión y nuestro bautismo, y nuestra promesa de caminar en vida para El, entonces cada prueba que venga sobre nosotros es para perfeccionarnos para Su gloria. Es para traernos a un lugar en donde Dios puede hacerse más real a nosotros que lo que era antes que viniera la prueba.
29 Y yo quiero unirme en esta mañana con Job, para decir que he vivido lo suficiente para saber que es la Verdad. Yo lo he visto en mi propia vida, que cada vez que una gran situación se levanta, que no puedo rodearla, pasar por debajo o por encima de ella, Dios abre camino, y resulta glorioso. Me pregunto cómo es que Su gracia lo hace, pero El lo hace.
30 Y recuerde, en todas estas cosas, Satanás trata de ponernos nerviosos, y nos turba, para hacernos pensar: "Oh, ¿por qué sucedió esto? ¿Por qué no habré sido de esta manera?"
31 Hace unos pocos días cuando iba saliendo del lugar más bonito y más esplendoroso que he visto en toda mi vida, era el gran edificio de nuestro Hermano Oral Roberts. Cuando vi ese mármol sólido, y ni una ventana en ninguna parte, ¡pero cómo estaba arreglado! Yo he estado en Hollywood y he estado en palacios de reyes, y he estado casi en dondequiera que se pudiera estar, alrededor del mundo, y todos los lugares, y hogares ostentosos, encantadores, pero yo nunca he visto algo, en ningún lugar, que se compare con él, en ninguna parte. Como los pequeños alambres de aluminio tejidos en-en el interior, y oh, yo nunca he visto nada tan esplendoroso en toda mi vida. Cuando yo caminé por allí, y pasaba mis manos sobres esos pilares, y-y el gran granito; todo en la forma de una trinidad del Padre, Hijo, y Espíritu Santo, las-las esculturas de eso. ¡Y esas cosas! Acababa de venir, de con el Hermano Tommy Osborn, y de ver allí su grande y poderosa obra para el Señor.
32 Me paré afuera, viendo atrás hacia ese edificio, y pensé: "Dios, seguramente yo he llegado a ser un hipócrita, seguramente he llegado a ser un rechazado, en alguna manera; pues, los ministerios de estos hombres, han salido del mío". Y yo pensé: "¿Qué? Tal vez soy una persona en quién no se puede confiar, Señor, para que Tú no puedas confiarme cosas como esas. Aun los pocos, pocos dólares que Tú me permitiste pagar por las campaña y cosas, ahora ellos están tratando de enviarme a la cárcel por eso. ¿Y por qué soy tan hipócrita, o por qué soy una persona en quién no se puede confiar?" Yo estaba en el montón de ceniza, como Job de antaño estaba.
33 Cuando estuve parado allí afuera, me quedé maravillado, de ver tal majestad; que un pobre muchacho nacido en una choza, un Pentecostal, pudiera hacer y culminar eso en ese gran y enorme edificio. Y yo pensé: "Oh Dios, tal vez yo no soy digno".
34 En ese momento una Vocecita vino a través de esos corredores, y dijo: "Pero Yo soy tu porción".
35 Entonces pensé: "Oh Señor Dios, oh, entonces permite que eso se quede así, Señor. Yo...porque yo no hubiera tenido la inteligencia de llevar a cabo una gran obra como ésa para Ti. Y yo soy una-una persona inculta. Pero mientras Tú seas mi porción, yo soy Tuyo, y Tú me guiarás. Yo no pudiera guiarme a mí mismo. Pero, ¡oh Señor, guíame!"
36 Son esas horas críticas las que nos presionan a esas arenas sagradas. Estaba en la Biblia. Y recuerde, no importa cuán grande sea la aflicción, Satanás no puede tomar su vida hasta que Dios haya terminado con Ud. No hay nada que pueda sucederle a Ud., a menos que Dios lo permita. No hay ningún mal que pueda venir a menos que Dios lo permita. Y El está obrando por su propio bien. Meditemos.
37 Allí cuando el diluvio vino a destruir al mundo, no podía destruir a Noé. Noé no podía ser destruido, porque Dios tenía una obra para que él la hiciera.
38 Un día, allá en una gran nación bajo una gran esclavitud, hubieron algunos jóvenes Hebreos que conocemos como Sadrac y Mesac y Abed-nego. Y llegó a un momento en que ellos tuvieron que hacer una decisión, de que algo tenía que hacerse. Ellos tenían su-su...La fe de ellos fue puesta a prueba.
39 Y cuando su fe es puesta a prueba, entonces no falle. Quédese en lo que Ud. cree.
40 Y cuando la fe de ellos fue puesta a prueba, y pasaron por una hora crítica. No únicamente hizo que ellos fueran a-a un montón de ceniza, sino que entraron a un horno ardiente. Pero Satanás no podía destruirlos, porque el propósito de Dios no estaba todavía cumplido. Ellos podían entrar allí con esta esperanza: "¡Yo sé que mi Redentor vive!" Ellos podían entrar allí con esta esperanza: "Estamos seguros que Dios es capaz de librarnos de este horno ardiente, pero si no, no nos inclinaremos a la imagen".
41 Satanás no los podía tomar. El no podía ahogar a Noé en el diluvio, hasta que el propósito de Dios hubiera sido cumplido. El no podía quemar a los jóvenes Hebreos, hasta que el propósito de Dios hubiera sido cumplido. El no podía matar a Job con sarna y problemas, hasta que el propósito de Dios hubiera sido cumplido. Ni tampoco podían los leones comerse a Daniel, hasta que el propósito de Dios hubiera sido cumplido. Ni tampoco podía la muerte, ni la vejez llevarse a Abraham, hasta que el propósito de Dios hubiera sido cumplido.
42 Y ni tampoco puede tomarlo a Ud., o puede tomarme a mí, hasta que el propósito de Dios, de nuestra vida, sea cumplido. Así que, sacamos de allí consolación.
43 ¿Y por qué Dios permite que los problemas vengan? Dios ensilla a los problemas, pone riendas en su bocas y los hace que le obedezcan, y esos problemas nos meten en un compañerismo más íntimo con Dios.
44 No había habido arco iris hasta que el diluvio vino. Pero después que Noé fue presionado a entrar en esa condición en la que él estaba, de flotar cuarenta días y noches, en una tormenta, y la pequeña arca subiendo y bajando en el agua; fue después de que el diluvio terminó, que él vio el arco iris por la primera vez, el pacto de esperanza, el pacto de promesa. Después de que él había pasado por la tribulación entonces él vio la promesa.
45 Esa es de la manera que Ud. ve la promesa, después de que Ud. ha pasado por la tribulación. Siempre me ha gustado este poema, o salmo:
¿Debo de ser llevado al Hogar Celestial
En un lecho de flores,
Mientras otros pelearon para ganar el premio,
Y navegaron por mares sangrientos?
46 Pedimos por comodidad y paz. Dios nos da lo mejor que El pudiera darnos, pruebas y tribulaciones. Eso es mejor que comodidad y paz. Nuestras comodidades están más allá del río.
47 No fue sino hasta que los jóvenes Hebreos fueron forzados a entrar al horno ardiente, en una de sus pruebas más sobresalientes, en la que ellos vieron a Uno como el Hijo de Dios parado entre ellos. Sus problemas produjeron al Hijo de Dios parado entre ellos, en la brisa, para alejar la onda del calor. Pero no fue sino hasta que ellos entraron en el fuego que el Consolador apareció.
48 Fue Daniel quien había propuesto en su corazón de que él no se contaminaría con las cosas del mundo, y fue forzado a través de una prueba, en la que él oraría a Dios o iría al foso de los leones. Pero fue después de que la presión fue aplicada, y que fue echado al foso de los leones, que después de eso, él vio al Ángel del Señor parado en medio de su situación, apartando esa gran Columna de Fuego parada entre él y los leones. Y los leones no podían agarrarlo, porque él había pasado a través de pruebas y tentaciones y problemas. El supo que su Dios era capaz de librarlo de eso.
49 Fue Abraham, después de que él había visto a la tierra tornarse estéril, y de que la sequía vino, y Lot se separó y fue a vivir deliciosamente en el mundo. Fue después de que él había escuchado las quejas y llantos de sus pastores, que no tenían pasto para su ganado, pero él se mantuvo en la tierra que Dios le había dado y dicho que viviera. Y como en ese día, después de que él había sido probado hasta que-que su paciencia estaba para terminarse, fue en ese día que cuando después de que la prueba terminó, que él habló cara a cara con Elohim ese día, bajo el roble. Fue después de que él hubo sufrido con sus pruebas, después de que él pasó por los problemas que él hubo pasado, que Dios le apareció en la forma de un Hombre; y sentado allí le dijo que él estaba casado y que el nombre de su esposa era Sara, y le dijo que ella se rió de El, en la tienda que estaba a Sus espaldas. Fue allí que Abraham lo llamó "Elohim". Fue después de la prueba y tribulación.
50 Oh, si la iglesia únicamente pudiera despertarse hoy, para reconocer que después de los problemas y pruebas, y ridículos y burlas, las cosas por las que la Iglesia ha pasado, la Iglesia Pentecostal; que vemos a Dios en nuestros medios, haciendo grandes señales y prodigios.
Después de las penas y las pruebas del día,
Después que todo ha pasado,
Entonces veremos al fin a Jesús.
El estará esperando por mí,
Jesús tan bello y verdadero,
En Su hermoso trono, El nos dará
La bienvenida al Hogar,
Después que el día termine.
Mientras es de día, obremos.
51 Todos estos grandes hombres, que nos quitarían mucho de nuestro servicio matutino, al entrar a mencionar eso. Ellos pasaron por pruebas, y vieron a Dios. Ellos pasaron por pruebas, y vieron Ángeles. Ellos pasaron por pruebas; y revelaciones, y vieron señales y maravillas, y cosas.
52 Pero, oh, ninguno de ellos vio lo que vio Job. Todos esos hombres, después de haber visto Ángeles, y haber visto a Dios, y todas esas cosas, ellos nunca vieron nada que les diera esperanzas más allá de la tumba. ¡Pero Job vio la resurrección! El vio la Pascua. El vio la cosa que conforta cada corazón. Entones cuando la vio, dijo: "¡Oh, que mis palabras fuesen impresas en un libro! ¡Oh, qué con cincel de hierro fuesen esculpidas en la piedra!"
53 Ven todo se había puesto en contra de él. Sus...aun sus siervos no le hablaban. Su esposa era una extraña. Allí se sentó en el montón de ceniza, en esa gran prueba. Y vino la iglesia, y se puso en contra de él, por siete días. ¡Y nadie para confortarlo!
54 Entonces él ha de haber visto la visión de la Pascua, cuando clamó: "Yo sé que mi Redentor vive, y en los últimos días El se levantará sobre el polvo". "¡Yo sé!" "¡Oh, que mis palabras fuesen esculpidas con cincel de hierro en la piedra, que mis palabras nunca pudieran borrarse, porque yo sé que mi Redentor vive! ¡Yo sé! ¡Yo sé!"
55 ¿Qué sabes tú, Job? "Yo sé que mi Redentor vive". ¿Se fijaron Uds.?, no únicamente estaba allí Alguien viviendo, ¡pero El era un Redentor para Job!
56 Oh, bendito sea el Nombre del Señor. ¡Estoy tan contento de que soy parte de la Pascua, de que soy parte de esa resurrección! Y somos parte de Ella, esta mañana, porque en nosotros mora esa Vida resurrectiva (es decir: la participante), que trajo la Pascua. "Yo sé que mi Redentor..." ¿Qué sabes tú? Yo no estoy suponiendo al respecto, hoy tenemos mucha suposición. "¡Yo sé que mi Redentor vive!" Sí, señor.
57 Ahora, ¿qué era El? Si El vivió, El era un Redentor para Job. "Mi", personal mi, "¡mi Redentor vive!"
58 ¿Y qué más sabes tú, Job? ¿Qué viste en esa visión? "Y en los últimos días, El se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha esta mi piel, aún en mi carne he de ver a Dios, al cual yo tengo de ver por mí. Yo sé que mi Redentor vive, y El se levantará en el último día sobre el polvo. Aunque mis riñones se consuman dentro de mí, y después de deshecha esta mi piel, aún en mi carne he de ver a Dios". Allí con eso se completó la visión más grande.
59 Daniel vio un Ángel. Los jóvenes Hebreos vieron al Hijo de Dios. Noé vio el arco iris. Abraham vio a Dios, cara a cara. Pero Job vio la resurrección. Job vio hacia adelante. Todos los patriarca y grandes Santos de la Biblia, miraron hacia adelante a ese día; con una seguridad, a través de sus visiones, a través de sus revelaciones, que vendría un tiempo de resurrección.
60 Ahora vemos grandes obras marchando. Vemos grandes poderes de Dios. Vemos grandes cosas que El podía hacer. Ud. no pudiera mirar al sol y-y no saber que es el Poder de Dios que trae a ese mundo alrededor del sol. Ud. no pudiera ver venir una primavera sin saber que había un Dios. Ud. puede ver sanidad de los ojos ciegos, oídos sordos, y saber que es Dios. ¿Pero qué si eso era todo lo que hubiera, y después que muriéramos termináramos? Pero la resurrección, la Pascua, oh, eso es lo que selló todo lo que Dios ha prometido, fue la resurrección.
61 Y ellos tuvieron que tener una crucifixión antes que tuvieran una resurrección. Y antes que la Iglesia sea capaz de ver un Poder resurrectivo, antes que yo pueda ver un nuevo ministerio tomando lugar en mí, antes de que Ud. pueda entrar en un compañerismo nuevo con Dios, tiene que haber una crucifixión de sí mismo para que allí pueda venir una resurrección. Tenemos que morir a nuestros propios pensamientos, morir a nuestras maneras de ser, morir a todo lo que nos rodea, pasar por las pruebas y tribulaciones, para que pudiéramos ver una nueva resurrección, una nueva Vida. Antes que un pecador pueda llegar a ser un Cristiano, tiene que venir a una muerte, luego a una resurrección.
62 Antes que Abraham pudiera ver a Elohim, tenía que haber veinticinco años de prueba. Antes que los jóvenes Hebreos pudieran ver al Hijo de Dios, ellos tuvieron que entrar al horno ardiente. Antes que Daniel pudiera ver un Ángel, él tenía que entrar al foso de leones. Antes que Job pudiera ver la resurrección, él tenía que entrar y perder todo lo que él tenía; pero entonces, ¡por visión, él la vio!
63 Y si Job por visión podía parase tan firmemente sobre una promesa, ¡cuánto más deberíamos nosotros de hacerlo, después de que Cristo ha resucitado de los muertos y ha venido a ser las Primicias de los que durmieron, y envió de regreso el Espíritu Santo como una señal de promesa, sobre nosotros, para que nosotros también vivamos. "¡Porque Yo vivo, vosotros también viviréis!" Viendo Su gran Presencia entre nosotros, obrando, haciendo las mismas señales y maravillas que El hizo en la tierra, dándonos la esperanza. Y venimos a la resurrección, ¿y luego permanecemos en nuestro montón de ceniza? Levantémonos del montón de ceniza hoy con una nueva visión, con un nuevo Poder, con una nueva determinación de que vemos a Dios en Su Poder. Vemos la resurrección de todas las cosas viniendo.
64 Estamos en el tiempo de muerte. Estamos sentados en las puertas de la muerte. Las naciones están en las puertas de la muerte.
65 Rusia ha descubierto una nueva arma hoy, como todos Uds. escucharon en el radio y cosas. Ellos no tienen que venir aquí y hacerla que explote con una bomba. Ellos simplemente pueden traer una cosita aquí, y meterse entre sus espías, y echar un poquito en cada nación, y todos estarían paralizados por veinticuatro horas. Llegarían, y al levantarse Ud., estaría un Ruso pateándolo en el costado, un guardia Ruso, fornido, tomando control de su hogar, violando a su esposa, echando a sus hijos en la calle, y tomando posesión de su hogar. Ellos pueden hacerlo. No perderían nada. Ellos la tienen. Nadie sabe lo que es. Ven, el terreno está preparándose. Hoy ellos pueden usar eso y no tener miedo de eso, porque nadie más lo tiene.
66 No sabemos cómo vendrá, qué acontecerá. Pero una cosa sabemos, que estamos en el montón de ceniza. La nación está en el montón de ceniza. El mundo está en el montón de ceniza.
67 Y porque el mundo está en un montón de ceniza, yo estoy tan contento que el Espíritu de Dios puede venir, y podemos decir: "¡Yo sé que mi Redentor vive, y en el último día El se levantará sobre el polvo!" ¡Algún día El vendrá! Con razón el poeta escribió:
Viviendo, El me amó. Muriendo, El me salvó.
Sepultado, El llevó mis pecados muy lejos.
Resucitando, El me justificó gratuitamente por siempre.
Algún día El vendrá, ¡oh, glorioso día!
68 Se requirió un Getsemaní, gotas de Sangre brotando de Su piel, antes que eso. Se requirió una cruel agonía en el Calvario, antes que pudiera venir la prueba de un Dios Eterno que pudiera resucitar a los muertos. Se requirió un-se requirió un Getsemaní y un Calvario, para hacer una Pascua. Seguramente que se requirió.
69 Como esos apóstoles, en esa mañana, cuando ellos estaban tan desalentados, de tal manera que Pedro dijo: "Estoy tan desalentado, que voy a regresarme a pescar otra vez. Voy a regresar. Yo, yo lo he visto".
70 Ellos tenían grandes esperanzas, y creyeron y todo, hasta que vino ese gran tiempo de oscuridad. ¿Qué estaba Dios haciendo? El estaba trayéndolos a un lugar en donde su fe les sería confirmada.
71 Y Pedro decía: "Yo-yo lo he visto a El hacer grandes milagros por toda Galilea. ¡Pero, oh, El yace allá, muerto y frío en la tumba! Yo creo que iré al mar esta mañana y echaré la red, iré a pescar. Tal vez pueda mirar más allá del mar, y encontraré respuesta. Recuerdo verlo cuando El nos esperó en la ribera. Creo que iré".
72 Y los apóstoles dijeron: "¿Sabes qué? Creo que iremos contigo". Oh, estaban tristes. Ellos habían llorado hasta que sus ojos estaban hinchados.
73 ¡Nosotros sabemos lo que el es pasar por esos lugares! ¡Que si lo sabemos! Todos estamos familiarizados con esas cosas.
74 Yo recuerdo cuando puse a una amada allá en la tumba a lo lejos, allá a lo lejos en la cima de la colina, llamada la Oriental, quise decir, el Cementerio de la Loma del Nogal. ¡La condición en la que estaba cuando puse a la niñita allí! Y yo había llorado en los brazos de mamá, hasta, lloré hasta que no podía llorar más. Hice todo lo que yo sabía. Hasta tomar un revólver, y tratar de suicidarme, estaba en una condición terrible. Y fue en esa hora, en ese cuartito allá arriba, de rodillas, que los Cielos se abrieron otra vez, y la vi a ella parada allá en el esplendor de la inmortalidad. Fue en esa hora que sentí sus brazos sobre mis hombros y dijo: "Bill, tú no entiendes. Estamos mucho mejor que tú".
75 Ven, se requiere una crucifixión. Se requiere que la flor sea exprimida, para sacar el perfume de ella. Se requiere una vida exprimida, para sacar lo mejor que hay en ella. Esa es la razón que Jesús tuvo que ser exprimido, para sacar lo que El era. El no podía parase antes de la crucifixión, y decir: "Todo poder Me es dado en los Cielos y en la tierra". Pero después de la crucifixión, El podía parase y decir: "¡Todo poder Me es dado en los Cielos y en la tierra!" Pero, ¿qué lo hizo? Se requirió primero la crucifixión.
76 Se requirió el desaliento de los apóstoles y el ser exprimidos. Ellos habían visto a su Salvador, Aquel a quien habían amado, y aun verlo resucitar de los muertos...de la tumba. Ellos lo habían visto hacer eso. Y luego pensar: "Allí yace El, frío, en la tumba, esta mañana". Se requirió la...
77 Esa gente que lo vieron abrir los ojos del ciego, lo vieron parase allí y percibir los meros pensamientos que estaban en los corazones de la gente: "¿Cómo supo El", dijeron ellos, "y no saber que venían a aprehenderlo? ¿Cómo supo El? ¿Por qué no supo que Judas, Judas lo-lo traicionaría? ¿Por qué no supo que los soldados venían allí por las montañas, con palos y espadas y todo, para aprehenderlo, si El podía percibir sus pensamientos?
78 Ven, el diablo estaba obrando en ellos, poniéndolos en un montón de ceniza, porque quisieron darles un testimonio de "yo sé". (No, "yo me supongo," o "tal vez es así"). "¡Yo sé! ¡Yo sé!"
79 Y recuerde, esas pruebas son traídas sobre Ud. de la misma manera, para que Ud. no vaya a decir: "Bueno, tal vez Esto es correcto, tal vez la Escritura es la Verdad, tal vez sanidad Divina es lo correcto, tal vez el Espíritu Santo es lo correcto". Pero cuando Ud. recibe esa experiencia y se levanta de ese montón de ceniza, y Ud. recibe la revelación de Dios, por el bautismo del Espíritu Santo, Ud. puede clamar: "¡Yo sé que mi Redentor vive, porque El vive en mí!"
80 Pedro dijo: "Yo iré a pescar". Los apóstoles dijeron: "Creo que iremos contigo". Y allí estaban en su montón de ceniza, allá en medio del mar, y los problemas continuando de la manera que iban. Y puedo oír uno de ellos decir: "Oh, ¿cómo pudo pasar esto, Pedro? ¿Cómo pudo pasar tal cosa que un Hombre como ése pudiera morir? ¿Cómo podía El ser puesto en la tumba de la manera que fue puesto? ¿Cómo podía El aguantarse y dejarlos que lo escupieran en Su rostro y que Le arrancaran la barba, y poner esa corona en Su cabeza? ¿Cómo podía El hacer eso, oh, y todavía ser Dios? Yo no puedo entenderlo". ¡Oh, qué desaliento!
81 Y de pronto, ellos miraron hacia la ribera, la misma clase de revelación que Job tenía, ellos vieron allí lo que Job había visto cuatro mil años antes. Allí estaba el Redentor, vivo y renovado, parado en la ribera. Con el fuego preparado, y el pescado cocinado sobre él, y les dijo, invitándolos.
Ya la mesa lista está, do los Santos comerán;
Cristo invita que se vengan a cenar;
Del maná les saciará y de bienes hartarán;
¡Oh, qué alegre y dulce con Jesús estar!
¡Cuánto podemos pensar en eso, de cómo se requirieron esas grandes cosas!
82 Como Pablo El apóstol, ese gran apóstol quien había pasado por su tiempo de problemas cuando él atestiguó la muerte de Esteban; y ver su pequeño rostro mirar hacia el Cielo, y las rocas golpearle el rostro, y él miró hacia arriba y dijo: "Yo veo los Cielos abiertos. Veo a Jesús que está a la diestra de Dios". El dijo: "Señor, no les atribuyas este pecado". Y Pablo teniendo la ropa, eso lo puso por semanas y semanas sobre un montón de ceniza, caminando de atrás para adelante; hasta que su mente se había contaminado, a tal grado que yendo camino a Damasco, como un medio de escape, al igual como un hombre va a la botella de whiskey, tratando de ahogar su dolor.
83 El estaba en medio de eso, cuando vino una Voz del Cielo, una gran Luz brillante que dijo: "Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?" El lo vio. El lo reconoció, que era el Jesús resucitado, Aquel que él había atestiguado de su muerte, había resucitado otra vez.
84 Oh, puedo recordar mi propia vida en el camino hacia la destrucción, cuando escuché una Voz dulce: "Yo soy Jesús. Yo estuve muerto, ahora estoy vivo para siempre. Porque Yo vivo, Uds. pueden vivir también". Desde esa ocasión, poniendo mi mano en la de El, yo he confiado en El, a través de tiempos oscuros. Cuando vienen tiempos en que no puedo ver a cuál rumbo voy, yo todavía confío en El.
85 Cada creyente Cristiano tiene que ser presionado a entrar en esas pruebas. Cada creyente Cristiano tiene que ser puesto en el montón de ceniza, para que así pueda salir con una experiencia: "¡Yo sé que mi Redentor vive!"
86 No venimos aquí en esta mañana solamente para sentarnos y hablar acerca de un asunto histórico, lo cual es todo verdad, pero venimos aquí con un testimonio en esta mañana: "¡Yo sé que Jesucristo es El Hijo de Dios, yo lo sé más allá de toda sombra de duda! Yo sé que El resucitó de los muertos, y El vive dentro de mí hoy. El es mío y yo soy de El. Yo soy un coheredero con El, en el Reino de Dios".
87 ¡Pascua! La Pascua trae una gran cosa, una resurrección, una nueva esperanza. ¿La tiene Ud. en esta mañana? ¿Está en su corazón? ¿Sabe Ud. que su Redentor vive, y El hace que todas las cosas obren para bien?
88 Ud. dice: "Hermano Branham, yo estoy sentado aquí, esperando por la línea de oración".
89 Dios está obrando eso exactamente para bien. ¿Por qué vino ese precioso muchachito, el otro día, que estaba ciego desde su nacimiento? Para que Dios pudiera recibir gloria y voltear una ciudad patas para arriba. Seguro, Dios sabe lo que está-está haciendo. Dios sabe. Y El nos pone en un montón de ceniza, para mostrarnos Su gloria.
90 Así que en esta mañana yo digo esto, amigo. Después de treinta y un años de ministerio, después de treinta y un años de arduo trabajo en el campo, yo quiero que este sea mi testimonio. Yo he tenido desalientos. Yo he visto el tiempo cuando he pedido cosas, y he clamado por cosas, he suplicado por cosas, y fallé en recibirlas. Pero si yo espero pacientemente en Dios, entonces yo sé que eso obra exactamente bien, resulta exactamente bien, hace exactamente lo correcto.
91 Cuando perdí mi bebe, mi pequeña Sarón, yo...eso fue una cosa que me hizo tropezar. Yo dije: "¿Cómo puede ser eso para bien? ¿Cómo puede ser eso para bien?" Y meses después, cuando la vi a ella pararse allí con toda la belleza de una muchacha joven, hablándome, parada allí, al lado de esa vieja carreta quebrada. Yo supe, que si ella hubiera vivido, pudiera haberse desviado hacia el mal. Dios tenía que llevársela mientras que ella era tierna y dulce. Yo sé que la veré otra vez. Yo sé que la veré, yo lo sé más allá de toda sombra de duda.
92 Yo pienso en mi esposa, de veintidós años de edad, que fue llevada, simplemente una niña, una madrecita allí. Cuando salió aquí en los encabezados de los periódicos: "Una madre joven, esposa del reverendo...,murió," oh, ¡cómo sufrió mi corazón! No supe qué hacer.
93 Pero hoy yo sé que todo eso obró para mi bien. Yo sé que la vida tenía que ser molida y torcida, y exprimida, para sacar lo que está en ella. Había mucho Branham allí, tenía que ser exprimida antes que Dios pudiera darse a conocer.
94 Había mucho de Ud. en Ud., a tal grado que Dios tenía que exprimirlo, a través de pruebas. Y mientras esa exprimida estaba viniendo, era duro. Pero después de un tiempo, los cielos se aclaran, otra vez, entonces Ud. ve el propósito de Dios. Entonces Ud. clama: "¡Yo sé que mi Redentor vive, y en los últimos días se levantará sobre el polvo! ¡Y después de desecha esta mi piel, aún en mi carne he de ver a Dios!" Estas pequeñas pruebas y cosas son solamente por un momento, y ellas se desvanecen y pasan. Pero ellas obraron únicamente para su bien, recordemos eso, para que Dios reciba gloria.
95 Inclinemos nuestros rostros por un momento. Quiero preguntar, antes de orar, ¿hay alguien aquí que le gustaría ser recordado en oración antes que terminemos? Dios les bendiga. ¿Cuántos aquí dirían: "Dios, yo quiero que hoy en la hora de mi prueba, me des una nueva experiencia, para que yo pueda salir nuevo otra vez?" Levanten sus manos, y digan: "Yo quiero-yo quiero que esto sea una resurrección para mí, una Pascua, que me resucite en nuevas esperanzas y nuevos poderes, nueva salud y nuevo gozo". El Señor los bendiga, mi pueblo querido.
96 Oh, nuestro Dios y nuestro Salvador, estamos tan agradecidos Contigo por esta Pascua, por lo que significa para nuestros corazones. Y por fe, más allá, por toda la nación, podemos ver la venida del Señor Jesús, mientras El se está preparando ahora, vistiéndose en Sus ropas reales. Y la Iglesia se está poniendo...el Novio le está poniendo Su vestido de boda. Está por acontecer una gran reunión muy pronto.
97 Este montón de ceniza, no puede permanecer por siempre. Cuando estamos escuchando gente riéndose, burlándose de nosotros, llamándonos ese escandaloso nombre de "aleluyas", y burlándose de nosotros, y decir que nosotros no estamos ni aun mentalmente bien, oh, eso no puede durar todo el tiempo, Señor. Pero seamos como Job, sosteniendo nuestro testimonio, seamos como Daniel en el foso de los leones, o los jóvenes Hebreos en el horno ardiente, o como Abraham en su jornada.
98 Ayúdanos, oh Señor, para paranos verdaderos hasta que veamos esa gran cosa acontecer: "Cuando la trompeta sonará, y los muertos en Cristo resucitarán; nosotros que vivimos y quedemos seremos cambiados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos". Y entonces vendrá esa Pascua para nosotros, lo que Cristo disfrutó hace algunos mil novecientos años en esta mañana, y dijo: "Porque Yo vivo, vosotros también viviréis".
99 "Este mismo Jesús, que fue llevado de entre nosotros, regresará de la misma manera que El se fue". Lo veremos, aun cada cicatriz en Sus manos y cada marca de espina en Su cabeza. Lo veremos.
Oh, lo conoceré, lo conoceré,
Y a Su lado redimido estaré.
100 Sí, Señor, mi pobre corazón, mientras este cuerpo débil mío, empieza a doblarse por el peso, los cuidados y duros trabajos en los campos de cosecha, los campos misioneros, y las altas y bajas, y la indiferencia entre ministros arrogantes, y demás, por todo el lugar, y la gente despreciando, y poderes del maligno. Pero, oh Señor, algún día vamos a llegar como Elías, al río; y mirar hacia allá, amarrados a cada arbusto, un carro de fuego que nos llevará. Permítenos saber que estos montones de ceniza son únicamente velos para escondernos de esa gran cosa que está por delante, esa gran gloria.
101 Que permanezcamos verdaderos como Job, hasta que podamos verlo, cara a cara. Que seamos tan verdaderos como era nuestro Señor, siendo nuestro ejemplo, e ir al Calvario; también, listos para ser crucificados, y ser crucificados con El, para que pueda haber una resurrección en nuestra vida. Concédelo, Señor.
102 Haz, si hay algunos menospreciadores aquí, como lo fue Pablo de antaño, que hicieron burla, haz que ellos encuentren la Pascua en el camino rumbo a sus hogares en esta mañana. Concédelo, Señor.
103 Oramos, Señor, que estos que están en el montón de ceniza de destrucción, montón de ceniza de enfermedad, que ésta sea la hora en la que sean liberados.
104 Anoche, hablándole a esa mujercita afuera del remolque habitable, y a su esposo; cómo es que estando en una condición seria, allá en Phoenix, con esos grandes tumores canceroso en ellos, y hoy día están perfectamente bien y normal. Y esa nenita a quien iban a tener que quitarle su corazón, está sentada aquí en el edificio en esta mañana, normal, bien. Un muchachito ciego que una vez caminó en oscuridad, sin ver la luz del día, hoy camina y ve la luz del día. ¡Y, oh Dios, cuánto te damos gracias por esto! Y todo esto es mirando más allá del velo, a ese gran día de resurrección. Concédelo, Padre. Y permíteles saber que estas cosas tenían que ser de esa manera, que el muchachito ciego pudiera ver, que la nenita teniendo problema en su corazón pudiera dar un testimonio a otros. Todas estas cosas obran para bien para aquellos que te aman.
105 Todo fue hecho posible para nosotros porque hubo Uno obediente en prueba, hubo Uno quien resistió la prueba, ése fue Jesús. El que fue tan obediente al Padre, a tal grado que el Padre lo resucitó en la mañana de Pascua, porque no era posible que El fuera detenido por la muerte. "Porque no permitiré que Mi Santo vea corrupción, ni dejaré Su alma en el sepulcro". Porque, El fue encontrado fiel, siempre haciendo lo que le placía al Padre.
106 Dios haz que siempre seamos fieles en el puesto de deber. No importa cuáles sean nuestras pruebas y nuestras tribulaciones, lo que sea, haz que seamos capaces de decir siempre: "Yo sé que todas las cosas obran para bien para aquellos que aman a Dios". Concédelo, Padre.
107 Nosotros bendecimos este pueblo en esta mañana con Tus bendiciones. Ellos han venido temprano desde sus lugares, han venido al Tabernáculo. Han venido a recibir consuelo. Haz que ellos vayan al hogar esta mañana, con el Poder del Espíritu Santo ardiendo en sus corazones, andando por el camino como aquellos que venían de Emaús, diciendo: "¿Qué no ardían nuestros corazones, mientras El nos hablaba en el camino?" Concédelo, Padre. Yo los encomiendo a Ti ahora, en el Nombre de Jesucristo. Amén.
Muy bien, Hermano Neville. Y ahora, recuerden los servicios.
108 No daremos tarjetas de oración en esta mañana, porque si diéramos tarjetas de oración, tan pronto como tenga a la gente parada aquí, yo todavía dependeré en ese don. Tengo que llegar al lugar en que yo ponga eso a un lado, en donde yo pueda salir de aquí y pueda...Tengo miedo. Parece que tengo miedo, y tengo miedo que vaya a cometer un error. Perder una batalla, no es perder una guerra. Patton perdió muchas batallas, pero él nunca perdió una guerra. Correcto. Y perderemos muchas batallas, también, pero no perderemos la guerra. Yo haré muchos errores, pero no perderé la Causa. Dios la dio, y Dios cuidará de ella. Es-es unción. Y ahora es tiempo yo creo que la hora es, y estoy empezando, siendo que este día es de Pascua, voy a continuar como lo hice allá orando por los enfermos. Y si puedo...Es unción. Algo tiene que suceder dentro de mí. No estoy muy acostumbrado a él. Viene de tal manera, que tal vez no seré capaz de detectarlo de la manera correcta, pero tengo que continuar en él hasta que llegue a reconocerlo cada vez que venga. Así que, este será el día que trataré por la gracia de Dios.
109 El Señor los bendiga. Hermano Neville. Y los servicios empezarán a las nueve y media. Hermano Neville.