57-0120AM LA IMITACIÓN DEL CRISTIANISMO
20 de Enero de 1957, Jeffersonville, Indiana, E.U.A.
1 Gracias, Hermano Neville. Se entiende que el trío Neville es uno de los mejores tríos de la nación. Claro, así es. Así es. [El Hermano Neville dice: “Lo dudo”. El Hermano Branham y la congregación se ríen.—Ed.]
2 Y ¿cuántos oyeron la transmisión ayer? Soy un predicador veterano, con más de veinte años, y he oído muchos sermones. Pero creo que ese fue uno de los sermones más apropiados para el día en que vivimos; lo escuché ayer de nuestro pastor, el Hermano Neville. Uds. que se lo perdieron, se perdieron un gran tesoro. Bendijo mi corazón. Y cuando mi esposa lavaba los platos…
3 Junie, yo la ayudaba, y eso no daña. Delores te hace lavarlos también. Entonces… [El Hermano Branham se ríe.—Ed.]
4 Mientras le ayudaba a lavar los platos, los dos tuvimos que detenernos, solo para—para comentarnos de cómo el Señor estaba usando a nuestro hermano, y ese mensaje de ayer en la radio. Y fue una obra maestra maravillosa, si me permiten decirlo. Y me sentí muy contento al saber que la persona que el Señor usaba para traer el mensaje, era un asociado mío, en la obra del Señor. Y, entonces, pues el cuarteto o el trío ayer estuvo simplemente maravilloso; y siempre lo están, así como nuestro pastor. Y agradecemos esto con todo el corazón. Y oramos que Dios siga acompañando a nuestro hermano, y le conceda estos mensajes poderosos tanto en las alabanzas como en la Palabra, a medida que pasa el tiempo.
5 Y ahora, para… por sus oraciones, que—que Uds. han orado por nosotros mientras estábamos en el campo, el Señor bendijo en abundancia, en gran medida. Y estamos muy contentos de informar sobre eso, que el Salvador hizo muchas cosas en los cultos; salvó almas, y—y la fe de la gente cumplió con el requisito del poder sanador de Dios, y fueron sanados.
6 Y ya que hemos subido un nivel más, ahora saldremos otra vez, saldremos al campo esta próxima semana, a Lima, Ohio, al pueblo bautista, pues realmente deseamos sus oraciones para—para la reunión en Lima esta semana.
7 Y después vamos de allí, regresamos e iremos a Evansville, Indiana, solo por una noche, el tres de—de febrero, a los Hombres Cristianos de Negocios. Están comenzando un nuevo capítulo y voy a hablar por la mañana. Y luego en la noche, si no cae nieve o hace mal tiempo, para poder regresar, pues, me quedaré para los servicios esa noche. Si no, estaré aquí en el tabernáculo para esa noche, si el Señor quiere, el tres de febrero.
8 Después, del día diez al diecisiete, será en Minneapolis. Y el dieciséis, la mañana del dieciséis, será el desayuno de los Hombres Cristianos de Negocios. Y entonces estamos—estamos esperando pasarlo muy bien, en este—en este desayuno, en este desayuno y también en la reunión.
9 Regresamos, para ir a Shreveport; luego a Phoenix, Arizona, al Madison Square Garden. Y allí con plena cooperación, con todos los ministros de la Asociación del Valle de Maricopa, tenemos los servicios en el gran y hermoso Madison Square Garden, allí en Phoenix.
10 Y luego, de allí, al Valle de San Fernando, con el Hermano Espinoza, con todo el pueblo mexicano. Y después a algún lago (lo olvido), Lake Clear, por tres noches allá. Y después, entonces a Oakland, al gran y hermoso auditorio cívico con capacidad para casi diez mil personas, con la Asociación Ministerial de Twin City que patrocina la reunión. Lo cual, le agradecemos a Dios y oramos que nos dé un gran derramamiento de Su bendición.
11 Una nota de mi secretario, un momento. ¿Ven?, tengo que alejarla. Estoy… Muy bien. Sí, es alguien que quiere verme después de la reunión. Han llegado unos ministros, los hermanos Martin. Muy bien, hermano, veremos inmediatamente después del culto, en el cuarto de los diáconos.
12 Bueno, me encanta la Palabra, porque la Palabra es la Verdad de Dios. Y ayer hablaba con mi… nuestro Hermano Cox y la Hermana Cox. Y creo que el hermano… Sí, él está presente esta mañana, y no sé si la Hermana Cox esté, o no. Pero conversábamos sobre cosas de la vida Cristiana, como suelen hacer los Cristianos cuando se reúnen. Y, en la conversación, surgió lo de hablar en contra de otros conciudadanos del Reino. De cómo oímos programas a veces que en verdad cortan en pedazos a la otra persona, y mencionan sus nombres, y—y les dicen que no son Cristianos y todo eso. Que, son niñerías. No es más. Ellos solo son niños. Y debemos ser adultos. Así es. Y, pues, los adultos no hablan de esa manera. Nosotros…
13 Pero, hablábamos y, el Hermano Cox y yo, y dije: “Pues, me he propuesto en el corazón predicar contra el pecado, solo el pecado. Y solo expongo eso. Y donde quiera que eso—eso—eso encaje, Dios puede—puede colocarlo en su lugar correcto”.
14 Un pequeño—niño pequeño, una vez, en el sur, había un—un dicho, que él estaba arrodillado en un surco donde había estado arando. Y sucedió que pasó un—un clérigo y oyó al pequeño que repetía el abecedario: “A, B, C, D”, así, y estaba arrodillado, y pues el clérigo se inquietó mucho. Así que oyó al niño repetir el alfabeto y luego decir: “Amén”.
15 Y al levantarse, pues, el clérigo le habló y dijo: “Hijo, soy un… el siervo del Señor. Y te oí orar, pero solo recitabas el alfabeto. Y yo—yo no entiendo por qué solo recitabas el alfabeto”.
16 Él dijo: “Señor, yo—yo no sé orar”. Dijo: “Yo—yo nunca había orado. Pero tuve una madre y un padre que oraban, que ya están en el Cielo”. Y dijo: “Mamá, yo… Ella murió cuando yo era muy pequeño. Pero recuerdo oírla cuando ella estaba en problemas, que iba al Señor, y ella oraba. Y ella murió cuando yo era muy pequeño, así que no pudo enseñarme a orar. Y fui entregado en manos de una persona cruel, que me golpea y me maltrata. Y yo—yo estaba… pensé, quizás, después de aprenderme el abecedario, si pudiera tomar todas las—las palabras y decir todas las letras, que tal vez Él podría juntarlas y entender lo que yo quise decir”.
17 Esa es la oración sincera. Por supuesto, Él puede unirlas. No es cómo oremos con los labios, es el motivo de nuestro corazón, es lo que Dios oye. A veces Él no oye nuestros labios; oye nuestra intención, el motivo de nuestro corazón.
18 Así que, al hacer eso, ayer, me afectó bastante lo de este momento, y dado que es en el tabernáculo, tal vez exprese algunas cosas que pensaba, que podrán ayudar o ser de beneficio. Y si alguna vez dijera algo que fuera desagradable, yo—yo ciertamente no quisiera decirlo de esa manera, si fuera contrario a la creencia de alguien. Pero yo solo lo expresaría en—en amor, queriendo tal vez, intentar corregirlo. Como con las personas que no creen en la sanidad Divina y demás. Y si Uds. no la creyeran, pues, yo… y yo dijera que sí creo en ella, sería—no sería que yo quiero discutir con Ud., sino que quiero expresárselo a—a los que sí la creen; si Uds. entienden lo que quiero decir.
19 Ahora, oramos que Dios comprenderá, yo sé que sí. Él comprende; eso lo sabemos. Ahora, yo estaba hablando con un hombre muy estudioso del Canadá. Y como sabemos, los canadienses son… Si Uds. los conocen, si han tratado personalmente con ellos, son muy académicos, bastante profundos, la mayoría de ellos. Y ellos no tienen los problemas que tenemos aquí. Y allí, encontré que este hombre, aunque no mucho mayor que yo, probablemente de cincuenta años, pues estaba completamente canoso, y su bigote canoso, aunque no tenía más de cincuenta años. Y le dije: “Mi hermano”, cuando vino la—a la habitación donde yo me hospedaba. El pastor de una—una iglesia, dije… lo miré.
20 Y unos años antes, en Saskatoon, cuando tuvimos una gran reunión allí en el auditorio grande, cuando comencé en las reuniones de evangelismo, él tenía cabello negro. Tenía el bigote negro. Y él era… tenía dos hijas pequeñas y ahora están casadas y tienen hijos.
Y, pues, dije en mi corazón: “¡Oh!, ¿qué ha sucedido?”.
21 Él dijo: “Hermano Branham, hace como dos años, pensé que tal vez el Señor me había llamado a los Estados Unidos para—para trabajar”. Dijo: “Fui a la Costa Occidental, y me asocié a cierto programa de ámbito nacional”. Y dijo: “Cuando vi la forma tan deshonesta como manejaban las finanzas que les enviaban” dijo, “simplemente, como Cristiano, yo no pude permanecer allí. Me fui. Y me asocié con otro”. Y dijo: “Fue salir de la sartén al fuego”. Y dijo: “Simplemente persistí allí y me enteré de muchas cosas” y dijo, “¡descubriendo la debilidad del púlpito americano!”.
22 Y yo dije: “Hermano, es verdad. No tenemos una clase media aquí, en sí. Nosotros—nosotros tenemos lo realmente frío y formal e indiferente, o el fanático extremo. Y no tenemos el punto intermedio”. Y dije: “Es—es una lástima”.
23 Y él dijo: “Luego vine aquí”. Y él dijo: “Hermano Branham, tan pronto como llegué aquí, y mi primer mensaje, descubrí que era golpear el piano y voltear las sillas. Y” dijo, “después comencé a preguntarme”. Y dijo: “Luego, a pesar de todo, traté de predicar el Evangelio, solo de la Palabra. Y cuando sucedió” dijo, “yo… Hubo algo más, que después de un rato, el Señor me dejó entrar en la unción y traer el… El Espíritu Santo entró a nuestro medio con amor. Y la paz de Dios comenzó a moverse en el edificio”.
24 Y dijo: “Luego dije: ‘Bueno, el Espíritu Santo está aquí, y ahora vamos a adorar al Señor, y a consagrar nuestras vidas a Dios’”.
25 Y dijo: “Un jovencito, sin la suficiente sabiduría para poder entrar por la puerta, corrió hacia el púlpito. Dijo: ‘¡Amén, predicador! Así es. Mire, el aceite ha goteado de mis manos, toda la mañana. ¡Aleluya! Deje que la gente pase adelante, y usaré este aceite de la unción para sanidad’”.
26 Él dijo: “Hermano Branham, le dije: ‘Hijito, busca un asiento y siéntate’”.
27 Y dijo: “¿Sabe Ud. lo que pasó? El anciano presidente me dijo: ‘Busque Ud. un asiento y siéntese’”.
28 Él dijo: “¿Cómo podremos…? ¿Cómo podrá Ud., o los predicadores que intentan mantener esa posición entre los dos fanáticos, equilibrar la carga?”.
Dije: “Solo es la gracia de Dios”. ¡Oh, qué situación!
29 Y el hombre se cubrió el rostro con las manos y lloró, tanto, que con mi esposa estando allí, pues las lágrimas caían sobre la pierna de su pantalón. Él dijo: “Hermano Branham, me dirijo a Saskatoon, para salir de este enredo de malos espíritus”.
30 Y dije: “Eso es verdad. Los grupos sociales e intelectuales americanos se han tornado muy en contra del otro grupo. Y el otro grupo ha entrado tanto en lo sensacional que, el verdadero Evangelio, es difícil saber cómo presentarlo y lograr preeminencia”.
31 Así que, y mientras salía de la casa, hablando con el Hermano Cox, viniendo de camino, él no sabe nada de esto, sentado aquí, en el camino, dije: “¡Señor, eso es muy cierto! Y qué difícil ha sido, tratar de llevarle el verdadero Evangelio a la gente, atraer de ambos lados, y tratar de conservar el centro del camino, como nos hemos esforzado en eso desde la hora en que se colocó la piedra angular”. ¿Ven? Bueno, y algunos…
32 Yo dije: “¿Y estos americanos por aquí? ¿Qué pasará con ellos?”. Y parece como que Algo dijo, me habló y dijo: “¿Qué haces tú? ¿Qué a ti? Sígueme tú”.
33 Y luego la visión me volvió a la mente, el día que yo coloqué la piedra angular. Al regresar a casa, yo se la citaba a mi esposa. ¿Cuántos recuerdan la visión de la mañana de la piedra angular? Está allí mismo en la piedra angular ahora mismo, hace veintitrés años, creo. Y fue…
34 Yo estaba allí al otro lado de la calle, despertando, una mañana como a las siete de la mañana, en el mes de junio, cuando se colocó la piedra angular, creo, o en julio. Y esa mañana, mirando hacia la salida del sol del este, yo alababa al Señor, porque el tabernáculo sería… tendría esta piedra angular. El Sr. Marcum y otros habían estado aquí, y muchos de ellos, excavando los cimientos y demás. Y yo iba a colocar la piedra angular. Tenemos las fotos y demás, de eso. Y cada uno iba a colocar en esta piedra angular, una cierta muestra, y aun los católicos llegaron y pusieron sus pequeñas cuentas y cosas, lo que tenían, en la piedra angular.
35 Pero esa mañana, el Espíritu Santo me dijo, mientras estaba allí acostado. Fui… En esos días, no sabía que se llamaba una visión. Solo decía que era un trance. Y vi una visión que habló y dijo que mi trabajo estaría entre las dos ramas pentecostales: la trinidad y la unidad, y que habría de llenarse un lugar vacío a cada lado. Yo no las crucé. Partí de cada árbol y lo planté. Y a los cielos subieron los grandes árboles, creciendo rápidamente, y su fruta caía y era sabrosa. Yo las comía. Y en la cruz, justo delante de mí, todo estaba cubierto de fruta.
36 Y luego, cuando llegué al lugar, el Espíritu Santo bajó a la cima de los árboles y dijo, sacudiendo y rugiendo, y dijo: “Haz la obra de evangelista”. Dijo: “Cuando salgas de esto, lee Segunda de Timoteo 4”. Dijo: “Haz la obra de evangelista. Este no es tu tabernáculo”. Y yo dije: “¿Dónde…?”. Y vi el tabernáculo tal como está hoy.
Dije: “¿Dónde está mi tabernáculo?”.
37 Y Él me sentó bajo el cielo azul resplandeciente. Y Él dijo: “Haz la obra de evangelista. Cumple plenamente tu ministerio. Porque vendrá el tiempo cuando no sufrirán la sana Doctrina; sino que se amontonarán maestros, teniendo comezón de oír y se apartarán de la Verdad a las fábulas”.
38 Acaso no se ha cumplido eso, ¡palabra por palabra! Por eso me he esforzado en quedarme estrictamente con la Palabra. Y ese es mi tema en esta noche: “¡En la Palabra!”.
39 Bueno, esta mañana, por la gracia de Dios, quiero tocar otro tema. Pero antes de tocarlo, mientras Uds. buscan Ezequiel, el capítulo 6, me gustaría decir esto, que, para abordarlo. En todas partes, me he esforzado por conservar en línea la Palabra. Así que, oren por mí para que siempre sea fiel a la Palabra. Eso es todo: ¡a la Palabra! Muy bien.
40 Ahora, en Ezequiel, el capítulo 36, y deseamos comenzar a leer el versículo 26.
…os daré un espíritu nuevo y un corazón nuevo,…
41 Y luego en el 27:
Y pondré Mi Espíritu dentro de vosotros, y haré que andéis en mis estatutos,…
42 Ahora inclinemos nuestros rostros antes de entrar en esto.
43 Nuestro Padre Celestial, hoy, con corazones agradecidos, al acercarnos a este sagrado momento en silencio y con reverencia, siendo que ¿cómo sabremos si esta misma hora pudiera determinar el destino Eterno de un alma que está presente? Y el valor de esa alma se compara con muchos miles de mundos. Por lo tanto, oramos, Padre, que nos permitas acercarnos en reverencia, solemnemente y en actitud de oración.
44 Y también, puede haber personas enfermas presentes, quienes, este día, por su actitud en que reciban por medio de esta Palabra, podrá determinar cuánto tiempo más estén en la tierra. Así que, somos conscientes de la seriedad de este preciso momento.
45 Y pedimos que Tu gran Presencia nos unja a todos, viendo que somos gente terrenal, Tú nos has tomado de la tierra, y a la tierra volveremos. Y solo mientras vivamos en este vaso terrenal, tendremos el privilegio de servirte a Ti y de ganar otros para Ti. Así que, Te pedimos que permitas que nuestros corazones se rindan a Tu Palabra, y que el Espíritu Santo tome la Palabra y nos La entregue conforme tengamos necesidad. Porque lo pedimos en el Nombre de Jesús, Tu Hijo amado. Amén.
46 Si tuviera que titular… por unos momentos, esta mañana. Mi esposa me dijo el otro día, dijo: “Billy, si pudieras limitar tus sermones a treinta minutos, y no dos horas y treinta minutos, creo que sería más efectivo”.
47 Y dije: “Con todo lo que te amo, y sabiendo que eso es la verdad, pero, veras, no tengo quién me guíe aparte del Espíritu Santo”.
48 Y yo no sé más que solo seguir hablando mientras Él siga presionándolo, pues, así es que tengo que hacerlo. Y aun cuando me detengo, cuando Él está bendiciendo, y cuando no, entonces soy una persona miserable, y mi congregación también; y así es con cualquier otro ministro que habla por inspiración.
49 Pero si mi tema fuera, esta mañana, si así lo llamara: La imitación del Cristianismo. ¡La imitación del Cristianismo!
50 Aquí en las Escrituras, siendo la Palabra de Dios, leemos que el profeta aquí, había hablado de un nuevo día. Pues, Ezequiel estaba profetizando, o predecía lo que sucedería en una edad por venir, no en su edad.
51 Pues, un profeta es un vidente y la Biblia se refiere a él como el águila que se remonta muy alto en el aire. Y cuanto más uno sube, más lejos puede ver.
52 Así que, el águila se remonta mucho más que cualquier otra ave. No hay ave que pueda acompañar al águila. Y no hay ojo como el del águila. El halcón ni se compara en su vista. Y el halcón no podría soportar la—la altitud en la que puede volar el águila. Él moriría. Él no… Él no tiene la estructura como el águila.
53 Ahora, el halcón es un ave, y también lo son las—las otras aves, pero el águila fue hecha así porque es un ave que vuela en las alturas. Y ella puede remontarse tanto que puede ver cosas que las otras aves no pueden ver, porque ella se eleva más. Y, Dios, al hacer el águila, la hizo para ese propósito, porque su nido está a más altura que los demás. Sus pequeños están en el nido, y se alimentan en el suelo. Así que, para ver la tormenta o el problema que viene, el águila, para sobrevivir, debe remontarse, para así poder proteger a sus pequeños.
54 Y Dios comparó al profeta con el águila, el que iría en la estructura de un profeta. Él es un—un vidente, que, en el Espíritu, se eleva más allá de la emoción de la iglesia. Él va más allá del ritmo de la música. Él va más allá del aplauso de las manos. Él va más allá del gozo entre los santos. Él va más allá de todo eso. Dios lo lleva a una esfera a solas, solo. Luego Él le abre su ojo y le permite mirar a su alrededor y ver cosas que están por venir. Luego lo trae de nuevo abajo, entre los miembros del cuerpo, para predecirles lo que está por suceder.
55 Así que, Dios elevó a Ezequiel, alto, muy alto, y le dejó ver, alrededor de dos mil seis cientos años. Piénsenlo. Bueno, y le permitió…
Un—un profeta también es un don de conocimiento. Un conocimiento es…
56 Así como un abogado que estudia los libros. Y cuando Ud. contrata a un abogado para que defienda su caso, él solo toma lo que sabe, y Ud. le paga por lo que sabe, para que presente su caso ante el juez.
57 Y, pues, un don de ciencia, en la Biblia, es la profecía, que sube, y averigua estas cosas que han de venir y vuelve y baja con ellas. Pero deben cuadrar con la Biblia, con el Libro. Si están fuera del Libro, entonces no se reciben, porque el Juez juzga por el Libro. ¿Lo ven? Así que debe estar en la Palabra.
58 Entonces, la Palabra que Dios habló antes de la fundación del mundo, no es que Dios habla y le dice algo al profeta en ese instante, es que el profeta capta lo que Dios ya ha dicho, porque la Palabra era desde antes de la fundación del mundo. Dios habló la Palabra y Ella se extiende, a través del tiempo. Y el profeta sube y ve el tiempo que vendrá. Así que, solo es un don de ciencia, que él baja con eso y lo escribe en el papel.
59 Bueno, Ezequiel, el profeta, sube y ve el día en que nosotros vivimos. ¡Oh, qué viaje al subir por la escalera de Jacob! Viendo anticipadamente lo que será, y él baja con eso, y en estos últimos años, los últimos dos mil años… ya que Ezequiel vivió unos seis u ochocientos años antes de la Venida de Cristo.
60 Ellos tenían un corazón de piedra. Y por eso el Espíritu Santo no podía entrar en ese corazón. Él no tenía manera de entrar en ese corazón, porque era pecaminoso. Y solo existía la expiación de la sangre de un animal, entre ese corazón de piedra y el Creador. Pero cuando esa sangre animal, siendo un sustito, por supuesto, pues era solo una sombra o un tipo de la verdadera Sangre que vendría… Siendo que la vida en la célula de la sangre era una vida animal, que no podía coincidir con el espíritu humano porque la vida animal no tiene alma, pero la vida humana sí tiene alma, por consecuente, no podían mezclarse, como el aceite con el agua. Pero cuando vino el Cristo y murió, y ahora la Sangre de Cristo, que fue derramada en el Calvario, en esa célula de Sangre está nada menos que la Vida de Dios. ¿Lo ven?
61 Observen. Luego el adorador se acerca a Dios con esta Sangre correcta, apropiada, es la Sangre del Redentor que nos redime. Ud. se metió en la casa de empeño, por el pecado; Adán lo metió a Ud. en la casa de empeño. Pero Cristo vino, y Él es su Redentor, y Ud. pertenece a Cristo. Dios lo dio a Ud. a Cristo, como un regalo de amor por Su sacrificio. Y Ud. es traído a Cristo por el Espíritu Santo que lo atrajo a Ud. por medio de la Sangre del Señor Jesús, y se lo presentó a Él como un regalo. Y Dios ama a Sus regalos y no permitirá ver que sean destruidos.
62 Un ministro le preguntó a otro, el otro día. Lo cual, excúsenlo, esto tiene un poquito de mi propia Doctrina, pero hacemos esto en el tabernáculo.
63 Pues, un individuo le preguntó a otro, el otro día. Él dijo: “¿Cree Ud.…? ¿No cree que si un hombre una vez siendo hijo de Dios, nacido del Espíritu de Dios, lavado en la Sangre y redimido completamente por Dios, por la renovación de su corazón, por el lavacro del agua, por la Sangre, a través de la Palabra, y viene a ser un hijo de Dios; no cree que esa persona podría pecar y alejarse de Dios, al punto de estar perdido?”.
64 Y el ministro que hablaba, siendo un muy buen estudiante de la Biblia, dijo: “Responderé su pregunta cuando Ud. responda la mía. ¿Cree Ud. que un hombre pudiera ser tan bueno, que no mintiera, robara, ni hacer nada malo, pero ser tan bueno que Dios lo pudiera recibir en el Cielo sin la Sangre de Cristo?”. No, claro que no.
65 Ud. no podría ir al Cielo sin la Sangre del Señor Jesús, no importa lo bueno que Ud. sea. Solo sería justicia propia manufacturada. Y no llegamos al Cielo en base de la justicia propia, no importa lo bueno que Ud. sea. Es totalmente imposible que Ud. llegue al Cielo en base a su bondad.
66 Es la misericordia de Dios que lo compró a Ud. en el Calvario, y Ud. es el regalo de amor de Dios para Cristo. Y si Dios le dio un—un regalo a Cristo, Cristo cuida Su regalo. “Todo el que viene a Mí, todo aquel que el Padre Me ha dado viene a Mí, y ninguno de ellos se perderá. Yo los resucitaré en el día postrero”.
67 Ahora, Ud. pudiera estar emocionado. Le pudiera salir aceite de las manos, o hablar en lenguas, o danzar en el Espíritu, o unirse a la iglesia o algo de lo sensasional del día, y Ud. pudiera estar perdido, sin duda. Así es. Pero si Ud. es el regalo de amor de Dios para Cristo, Ud. está a salvo.
68 Ahora, su vida demostrará lo que Ud. es; “Por sus frutos los conocerán”. Si Ud. está obligándose a actuar dulce y humildemente, y todo eso, entonces Ud. aún no está en el Reino. No son… son entonces sus propias obras.
69 Y ahí es donde la iglesia, el pueblo, la así-llamada iglesia, ha fracasado tan miserablemente, porque es en sus propias obras personales que sienten que merecen la bondad y la gracia de Dios, por lo que hacen y cómo viven. Pero eso no tiene nada que ver con aquello. Es un regalo de Dios. Para evitar el infierno, su propia conciencia intentaría hacer que Ud., o para Ud. evitar el infierno, mejor dicho, lo impulsaría a Ud. a vivir bien y estar en lo correcto. Un buen ciudadano hará eso, y no necesariamente sería un Cristiano. He visto a muchos hombres que incluso negando el Nombre del Señor Jesús, eran buenas personas; humanamente hablando.
70 Miren cómo Esaú era mucho mejor hombre que Jacob. Pero él no tenía la noción para saber que había vendido su primogenitura. Pues, él las despreció, y fue rechazado ante los ojos de Dios; quien era mucho más caballero, y vecino, y un—un hombre de obras, que Jacob. Jacob, su propio nombre es suplantador. ¿Saben Uds. lo que es un suplantador? Es un “engañador”. Entonces, eso—eso… Y, pero, Esaú era un caballero, en cada aspecto.
71 Pero, Jacob recibió la recompensa de esa primogenitura. Y a pesar de lo que alguien lo llamara, si pudiera decirlo, disculpen la expresión, podrían llamarlo “santo rodador, un fanático” o lo que quisieran, pero él respetó esa primogenitura. Ese era todo su motivo. No importa lo que le costara, él quería la primogenitura.
72 Bueno, fíjense, ahora, en la obra de madurar a la iglesia. Bueno, si la iglesia solo consiste… Si el Cuerpo de Cristo solo debiera ser controlado por intelectos, teología, la concepción mental, entonces nosotros estaríamos dependiendo totalmente del conocimiento intelectual del hombre. Permítanme aclarar eso… Si la iglesia solo confía en la intelectualidad, o en cómo ese hombre pueda establecer la iglesia, y construir lugares grandes, y acolchar los asientos, y el órgano de tubos de miles de dólares, y cómo él pueda predicar su mensaje de tal manera que—que traiga la gente a la iglesia, y que se uniera a la iglesia; y entre más miembros hay en el libro, si—si hay más, mejor es en el Cielo.
73 Bueno, yo—yo quiero que Uds. capten esto, y nunca lo olviden. Si nosotros solo necesitamos la concepción intelectual del hombre, no necesitamos al Espíritu Santo. Si la iglesia ha de ser dirigida y gobernada en base al intelecto, al programa educativo, y en base a los intelectos de la humanidad, no necesitamos al Espíritu Santo. Y si debe ser dirigida por el Espíritu Santo, no necesitamos la intelectualidad. Es uno o lo otro.
74 Ahora, emociones mentales, pues, si nosotros solo: “Cuanto más inteligente sea el hombre, más intelectual sea, entre más estudios tenga, que pueda usar mejor gramática, entonces mejor estará la iglesia, mejor estará la gente”. Si él puede presentar ese programa y decir: “Ahora sí construiremos una gran iglesia. La llamaremos de cierto nombre. Atraeremos la atención de la gente a lo largo de la ciudad, cuando podamos tocar las campanas cada domingo en la mañana, en nuestro campanario. Atraeremos la atención del pobre pecador perdido, en la cuneta, cuando vea que usamos la mejor ropa; cuando él vea que nuestras mujeres pueden arreglarse el pelo, las mujeres pobres puedan ver cómo nuestras mujeres pueden peinarse, los sombreros bonitos que usan. Y cuando le presentemos esto a la gente, los pobres y hambrientos entonces vendrán a nuestras—nuestras reuniones y desearán ser como estas mujeres. Y los hombres verán los trajes buenos que usamos, y cómo vestimos, y cómo… los carros en que nos movemos, y lo que hacemos, y nuestra habilidad social en la ciudad, con los Kiwanis y otros clubes, y las cosas a las que nos unimos. Verán que, ellos… y luego los—los pobres y los analfabetos vendrán y desearán traer a sus hijos y educarlos, para que puedan convertirse en miembros de esta gran sociedad llamada la iglesia”. Pues, si eso es el programa de Dios, ellos tienen razón. Pero Jesús nunca lo citó de esa manera.
75 Jesús dijo: “Si Yo fuere levantado, a todos atraeré a Mí Mismo”. Así que, por medio del programa educativo mundial, lo cual está bien, está bien si no se excluye Esto. Pero el hombre no es atraído a Cristo por la intelectualidad, ni por la teología. El Espíritu Santo, únicamente, es el poder de Dios que trae. Los pobres nunca lo recibirán, y los ricos no podrán, hasta que empobrezcan en estas cosas del mundo. Cristo, siendo rico, se hizo pobre, para que por Su pobreza nosotros seamos ricos. “El que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”. Ellos tienen la cosa al revés. Tratan de ingresar hombres a la iglesia por discursos intelectuales. Lo que necesitamos no son discursos intelectuales. Sino el bautismo del Espíritu Santo, con poder y demostraciones y manifestaciones del Espíritu, es lo que necesitamos para traer hombres a la iglesia. Esa es la unción de la atracción del Espíritu Santo.
76 Las escuelas y los seminarios son maravillosos, nada en contra, pero no es el programa de Dios. Dios escogió a los ignorantes y analfabetos, hombres que no podían hablar bien, hombres que ni siquiera podían leer su propio nombre. Como dice la Biblia: “Eran hombres sin letras y del vulgo”. Pero habían asistido a una escuela mucho mejor. Porque cuando sanaron al hombre en la puerta llamada Hermosa, se dieron cuenta de que ellos habían estado con Jesús. Ahí está la Escuela.
77 Y en esto, siendo iglesias de la clase intelectual que tenemos hoy en América y en todo el mundo, cuando llegamos a esa clase de escuela, entonces el Cristiano, el creyente, el miembro de la iglesia, leyendo su Biblia, ve que debe tratar de comportarse con humildad, debe tratar de ser así. Pero, al hacerlo, solo hace una imitación carnal. Dejen que eso penetre bien. ¡Una imitación carnal! Él está tratando de actuar algo que realmente no está en su corazón. En su corazón, él está pensando una cosa y queriendo actuar de otra. Lo cual, en un lenguaje real y genuino, lo hace un hipócrita.
78 Jesús dijo: “¡Hipócritas!, ¿cómo pueden Uds. hablar cosas buenas? Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Si Uds. no hablan según lo que está en su corazón, su corazón piensa una cosa y Ud. dice otra, eso lo hace a Ud. un hipócrita.
79 La misma palabra fariseo significa “actor”. Su religión era una actuación, porque tenían un corazón de piedra. Vinieron y dijeron: “Maestro bueno, queremos una señal de Ti, para demostrar que eres lo que Tú has dicho”.
80 Dijo: “¿Cómo es que Me llaman bueno, cuando no hay ninguno bueno excepto Dios?”. Él dijo: “La generación débil y adúltera busca esto. Y una señal les será dada. Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez, tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra, tres días y tres noches”.
81 Ahora, al querer posicionar este nuevo programa, este nuevo acuerdo que Dios tiene con la iglesia, que fue presentado en Pentecostés: no es algo intelectual, para nada. Pero, ciento veinte (pescadores, fabricantes de tiendas y amas de casa) subieron al aposento alto y esperaron hasta que la profecía de Dios se cumpliera, y ellos recibieron el bautismo del Espíritu Santo.
82 Jesús dijo: “Dejen de predicar. No avancen más. No hagan nada más al respecto. Sino que esperen en la ciudad de Jerusalén, hasta, hasta que Uds. sean investidos con el Poder de lo Alto”.
83 Nada de: “Hasta que hayan recibido su licenciatura, o su doctorado, o lo que sea; hasta que lleguen a ser un Ph. D., psicología”. No: “Y, que lleguen, que Ud. llegue a ser un maestro intelectual, ni que esperen hasta que reciban su diploma”. Nada de: “Esperen hasta que les hayan otorgado un título”.
84 Sino: “Hasta que sean investidos de Poder de lo Alto”, no de la escuela, sino “de lo Alto. Luego Uds. Me serán testigos, tanto en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra”.
85 Su comisión final fue: “Por todo el mundo; predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo, y el que no creyere, será condenado. Y” conjunción, “estas señales seguirán a los que creen; en Mi Nombre echarán fuera demonios; y hablarán nuevas lenguas; o si bebieran cosa mortífera o tomaren una serpiente, no les dañará; y si pusieren las manos sobre los enfermos, sanarán”. Del mismo modo, así igual, habría de ser la señal del creyente, en lugar del educado e intelectual, porque el intelectual no puede producir eso.
86 Ahora, entonces vemos que, para tomar… Él iba a hacer una nueva Iglesia. Él no quería… Ud. no puede pulir la iglesia vieja. Solo le daría un estiramiento facial, pues eso de nada sirve. Es un corazón nuevo. “Yo quitaré el corazón viejo de piedra”. No que: “Ud. lo arrojará”. Sino: “Yo lo quitaré”. ¿Ven la diferencia? Es un acto de gracia. “Yo lo haré”.
87 Y Uds., personas bautistas y presbiterianos que predican la seguridad Eterna y se portan como el mundo: ¡Qué vergüenza! ¿Qué están predicando? Seguro.
88 “Yo quitaré el viejo corazón de piedra y pondré un corazón de carne”. Bueno, observen. Dijo que Él haría eso. Si, Ud. no puede poner Eso, hablar Eso, en la vieja iglesia intelectual.
89 Y por eso es que América está en la condición en la que se encuentra hoy, porque ha sido endurecida por esa vieja idea intelectual. Es por eso que tiene que seguir y—y hacer que cada persona firme papeles y demás, para su pequeño avivamiento de Hollywood que sigue. Y todos ellos se presentan y, como chicas y chicos glamorosos, y presentan algún programita. Y cuando se van, regresan y descubren que el noventa por ciento de los que aceptaron a Cristo como Salvador, ya no están allí.
90 ¿Qué pasa? No fue un avivamiento. Fue una ilusión intelectual. Así es. Eso solo presentó algo en que el pueblo americano juguetea y aplaude, y—y grit-…un artículo de televisión. Lo hemos convertido en una—una televisión. El púlpito se ha convertido en una caja de moda de Hollywood. Siendo que el antiguo predicador del Evangelio que solía beber agua de la cisterna, y que predicaba toda la noche a la luz de una lámpara; eso ha cambiado. Es que, nosotros lo hemos cambiado, y por eso tenemos el grupo intelectual.
91 Y ¿cómo podría uno, en un lugar donde cada hogar televisa Quién ama a Lucy, y todos estos otros programas impíos en las emisiones y en la televisión, y cosas así?, ¿cómo vamos a presentar este nuevo Evangelio como Cristo nos dijo que hiciéramos, a lugares así? Si la mente sigue siendo carnal, correrá a las cosas sensacionales y al fanatismo. Ella pasará por alto la Palabra de Dios y correrá hacia goteos de aceite y cuántas cosas más. Y uno, ¿cómo va a detenerlo? La Biblia dice que sería de esa manera, así que, no se puede detener. Es cierto. Dios dijo que sería de esa manera. Pues ¿a dónde vamos?
92 ¡Los intelectuales! A la mujer vieja, le dan un estiramiento facial; y sigue siendo la misma mujer vieja. Al hombre viejo, le dan un estiramiento facial; sigue el mismo hombre viejo. “Daré vuelta a la página, en—en el año nuevo, y comenzaré la vida de nuevo. Arrojaré mi pipa” y la recoge al día siguiente. ¿Ven? Eso solo es Ud. No es un estiramiento facial lo que la iglesia necesita, es un Nacimiento.
93 Ahora, uno no puede predicar Esto en la iglesia vieja. Ella no Lo soporta. Jesús lo dijo en Lucas, como en el capítulo 5, acerca del vino en los odres. Él dijo: “Uno no puede echar vino nuevo en odres viejos. Si se hace, ellos se perderán”.
94 Eso me ponía a pensar, eso perturbaba mi—mi mente juvenil, cuando pensaba: “¿Cómo podrá perecer la botella?”. Ahora a lo que llamamos botella, aunque sea vieja, no importa, porque es de vidrio.
95 Pero, en los tiempos de Jesús, a lo que Él se refería era a la botella que usaban en ese entonces, la que era de la piel de un animal. Y la piel del animal había sido curtida. Y cuando la piel del animal envejecía, pues… Cuando era nueva y fresca, y acababa de ser curtida, era flexible. Pero cuando envejecía, se secaba. Bueno, muchos de Uds. saben cómo se pone una piel cuando se seca. Envejece y se seca, y se encoge totalmente y se endurece mucho. Bueno, si uno echa vino nuevo allí, no tiene vida; va a reventar.
96 Así es al tratar de predicar el bautismo del Espíritu Santo, en el verdadero poder genuino de la—de la resurrección, es querer presentarle eso a la gente. Cuando uno lo hace, ¿qué sucede si lo vacía allí? El Vino nuevo tiene Vida, y el Vino nuevo sigue fermentando. ¡Oh, espero que Uds. lo vean! La Vida nueva está fermentando.
97 El vino nuevo todavía se está fermentando. Y si está en un odre nuevo y flexible, donde el aceite del animal todavía está en la piel, cuando el vino nuevo comienza a expandirse, la piel se estira.
98 En otras palabras, cuando la Biblia dice: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos”, la piel nueva dirá: “amén”, se extiende con Ella. Y cuando el Vino nuevo dice que, el bautismo del Espíritu Santo: “Yo soy la Vida de Dios que está obrando en ti”, la piel nueva dirá: “amén”, se extiende con Eso. Cuando el Vino nuevo dice que: “el Espíritu Santo es suficiente para nuestra sanidad hoy”, el Vino nuevo se extenderá, el Vino siendo la Palabra. Y cuando Ella diga eso, entonces el odre nuevo dirá: “amén”, se extiende con Ella.
99 ¿Pero qué hará el cuerpo viejo? “Los días de los milagros pasaron y eso quedó atrás”. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Qué estamos logrando? Estamos… Él dijo: “El odre viejo se perderá y el vino se perderá con él”. Y es casi como arrojarle sus perlas a los cerdos. Se voltean y las pisotean. ¿Lo ven? [La congregación dice: “Amén”.]
100 Pues, Cristo no unge a ministros para predicar el Evangelio solo para que vuelva a Él vacío. Sino que Él espera que Uds. reciban la Palabra. Y al recibir la Palabra, estén listos. Tomen esa vieja piel de vaca en la que han estado viviendo allí, esa antigua condición formal, y cámbienla por una piel de oveja flexible a la Palabra de Dios. Y a todo lo que dice la Biblia, Uds. dirán: “Amén”. Pero debe venir de la Biblia.
101 Porque, el vino nuevo solo fermenta el vino. Solo verifica los—los elementos que están ahí. La levadura solo produce la burbuja de alcohol, lo que lo convierte en un proceso que estalla, ya que la levadura estalla esta pequeña burbuja, para que sea más perfecta; para darle un mejor sabor, para darle la mejor retención sustancial, para hacerlo más fuerte, para que no se pueda agriar. Amén.
102 Y cuando la levadura del elemento humano que se introduce en el nuevo Vino, que busca reventar la burbuja para difundir la fuerza del alcohol, ella expulsa así de la iglesia todos los elementos mundanos, y conserva a la iglesia.
103 El jugo de uva se agria en veinticuatro horas, pero el vino nunca se agria, porque el germen de la vida está en el vino, fermentando, empujando y esterilizando. Y cuanto más viejo, mejor se pone. Ahí lo tienen.
104 El Vino nuevo solo se puede poner en odres nuevos pentecostales. Dios tenía ciento veinte de esos congregados en el aposento alto; después de que Él los aceitara con Su Palabra, y los suavizara, y renovara y les quitara toda esa vil ortodoxia del sistema viejo. Y Dios tenía ciento veinte odres ubicados en el aposento alto, cuando, con sus cuellos hacia arriba y con un embudo encima.
105 Y cuando el Espíritu Santo comenzó a llover, estos odres se vivificaron tanto que corrieron afuera, predicando el Evangelio, saltando de lugar en lugar. Y uno saltó sobre un tronco y dijo: “Esto es eso”, de regreso con la Palabra. “Esto es aquello dicho por el profeta Joel: ‘Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de Mi Espíritu, Mi Vino nuevo, en Mi nuevo Cuerpo’”. ¡Qué avivamiento el que estaban teniendo! Ese es el orden de Dios.
106 Aquí venía un par de odres, rebosando, y allí yacía un hombre afligido. Y cuando este hombre afligido tocó la mano de uno de ellos, pues, su aflicción lo dejó. Y él recibió un poco de Eso, y comenzó a saltar y a alabar a Dios, y entró corriendo al templo, gritando y glorificando a Dios.
107 Ese es el orden de Dios; no una gran escuela con un título, sino una experiencia viviente y activa del Espíritu Santo; sin fanatismo, sino el verdadero Espíritu Santo genuino puesto en acción. Que Uds. lo vean, es mi oración.
108 Pues noten ahora el orden de las Escrituras. Es perfecto. Dios dijo: “Primero, quitaré el viejo corazón de piedra; uno no puede recibir nada. Luego”, Él dijo: “Os daré un espíritu nuevo”. Ahora, ese no es el Espíritu Santo.
109 Y ahí es donde se ha cometido el error. Mucha gente, muchas personas, más bien, vienen al altar a orar, y se postran allí a orar, y al orar se sienten un poco mejor. Tal vez se levanten y actúen así, y saltan un poco, y después de un tiempo uno se da cuenta de que solo rebotan, rebotan, rebotan…?… recaen de nuevo. Ellos no recibieron el Espíritu Santo. No importa cuánto saltaron, o cuánto gritaron, o cuánto ellos… aceite les ha salido de las manos, o tenido rostros ensangrentados, ni cuánto hablaron en lenguas, o cuánto gritaron, ni—ni qué hayan hecho. Esto no tiene nada que ver con eso. Esas solo fueron emociones humanas. Ellos recibieron un espíritu nuevo y con eso se regocijan.
110 Voy a decir algo, y quiero que penetre, y Dios ayude. Está el—el lado emocional de la así llamada iglesia del Espíritu Santo de hoy. Ellos acumulan bastante fanatismo y se desvían con eso, porque ignoran la Palabra. Solo se reunen: “¡Oh, tuvimos una reunión tremenda! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!”. Bueno, cuando Ud. hace eso, y no produce el fruto del Espíritu, entonces… Ud. está en el nuevo espíritu. Ud. no hacía eso antes, es cierto, pero Dios tuvo que darle un espíritu nuevo. Pues, con el espíritu que Ud. tenía, no se soportaba ni Ud. mismo, entonces ¿cómo se va a llevar Ud. con Dios?
111 Entonces, Dios tuvo que darle un nuevo corazón, no uno remendado. Un nuevo corazón; es el intelecto con el que Ud. piensa, una nueva forma de pensar. Luego, cuando Él le dio a Ud. una nueva forma de pensar: “Sí, así es. La Biblia parece razonable. Yo antes no La creía. Ahora La creo”. Bueno, ahí está su gran avivamiento. ¿Ven? Ellos dicen: “Sí, claro, yo no quiero ir al infierno. Quiero aceptar a Cristo”. Eso está bien. Eso está bien. Solo es su primer paso.
Luego Él dijo, después de eso: “Entonces le daré un espíritu nuevo”.
¿Qué es? Un nuevo deseo. “Yo quiero hacer lo correcto”.
112 “Pues, sé que soy un Cristiano. Tengo que… Fumaré uno más y luego lo arrojaré”. ¿Ven? “Y voy—voy—voy—solo veré. Yo—yo—yo solo me quedaré en casa esta noche, Uds. saben. Solo voy a…”. Todas estas cositas de “solo, solo”, así sucede exactamente. Eva se detuvo solo por un momento. Es todo lo que ella tuvo que hacer.
Pero, pues, ese es el espíritu nuevo.
113 Luego observen el orden de las Escrituras. Después de que Él da un nuevo corazón y un nuevo espíritu, Él dijo: “Después Yo pondré Mi Espíritu”. ¿Ahora qué? Eso es lo que dice la Escritura aquí. Ese es el orden, el orden pneumatológico y numérico de la Escritura: “Un corazón nuevo; un espíritu nuevo; y entonces Mi Espíritu”. Luego, el Espíritu Santo de Dios…
114 El nuevo corazón de Dios que Él puso en Ud., se encuentra justo en el centro suyo. Es su—su impulso, de donde procede su—su… sus—sus emociones. Y el nuevo espíritu se encuentra justo en el centro del nuevo corazón. Y el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, se encuentra justo en el centro de su nuevo espíritu. Y, allí, Él controla sus emociones.
115 Es como con el—el resorte principal de un reloj famoso, y de cuerda automática. Uno no tiene que darle cuerda todos los días. Dios le dio cuerda una vez, para siempre. Y está colocado justo en el medio de… de su vida, de su nueva vida. Y como el resorte principal, mientras funciona, y hace tíctac, el reloj, controla cada pequeño organismo de ese reloj, dando la hora perfecta.
116 Y cuando el Espíritu Santo… No el nuevo título, ni la nueva iglesia, ni el nuevo pensamiento, ni la nueva emoción, ni eso nuevo del aceite, ni la nueva danza, ni los labios nuevos, ni la lengua nueva, ni el nuevo esto, ¡ni el nuevo sombrero! Sino cuando Dios pone Su Espíritu en medio del nuevo espíritu suyo, entonces Ud. no tiene que actuar dócilmente, no tiene que actuar como Cristiano. Él controla todo dentro de Ud. Él lo hace decente, hace que la iglesia actúe ordenadamente, hace que los dones funcionen perfectamente. Y si Ud. tiene que ser sacado de un lugar donde Ud. cree que debería estar, y ser puesto en otro lugar, Él lo controla a Ud.
117 No reniega: “Jamás volveré aquí”. No, señor. Eso muestra que el resorte principal no está allí. Cuando Ud. explota con cada cosita que sucede, envenena esa disposición. Y cuando el pastor toca en algo que está en la Palabra, y Ud., “¡Phfft! Pues, yo no creo Eso”. ¡Cuidado, piel de vaca vieja! ¿Ven? Cuidado. El nuevo resorte principal aún no ha sido colocado allí correctamente.
118 Pero, Él controla. Le hace a Ud. creer. Le hace actuar de tal manera que Ud. se vuelve salado. Y todo el mundo tiene sed de ser como Ud. Ese es el Espíritu Santo en medio del espíritu suyo. Es el resorte principal. Es entonces que el yugo, con el que Ud. está uncido…
119 “¡Oh, detesto ir a la iglesia esta noche! Yo no… Y, ese predicador, si no fuera tan demorado, solo quisiera oírlo unos minutos. Pero, déjeme decirle, la última vez que fui, cuando fui a la fiesta de naipes, Susie me dijo: ‘¿En serio?, ¡qué agallas!, ¿cómo te has menospreciado, al traer el pelo suelto? ¿Quieres decirme que ya no te pondrás esos pantalones cortos, Lydia?’”. Pues, ¿ven?, la cosa es que si Ud. solo recibe un espíritu nuevo, solo eso le matará. Así es.
120 Pero cuando Ud. tiene Su Espíritu, eso hará que cada emoción marque correctamente con la Palabra de Dios. Marcará exactamente con la Palabra. Ud. dirá: “Bueno, pues, Susie, un momento. La Biblia dice: ‘Es una abominación delante de Él, hacer eso’. Y el amor de Cristo ha venido a mi corazón, y yo lo amo a Él demasiado para hacer eso. ¿Ves?, yo Lo amo”.
121 “Juan, ¿quieres decirme que te has asociado con esa cantidad de fanáticos, y que no aceptarás un puro, por el nacimiento de un nuevo niño en mi casa?”.
122 “Pero, sabes Juan, dice que debemos… El Espíritu Santo, en mi corazón, me dice que debemos abstenernos de toda la inmundicia del mundo”. ¿Ven? ¿Ven?
123 Nade de: “¡Juan! ¡Aleluya, Juan! ¡Gloria a Dios, Juan! ¡Alabado sea el Señor! ¡Mira el aceite de mi mano! ¡Gloria a Dios! Juan, puedo hablar en lenguas. ¡Aleluya! Yo voy a…”. No, no. El Espíritu Santo no se comporta así. No, no.
La pone a marchar en decencia.
124 Así como Pablo se paró ante a Agripa y trajo la Palabra, dijo: “¡Oh! Agripa…”.
125 Y Agripa dijo: “Pablo, por poco me persuades a ser Cristiano”.
126 Él dijo: “Agripa, ¿te parece extraño, siendo judío, que la Biblia ya haya dicho y haya hablado de Jehová? ¿Te parece extraño que Dios resucite a los muertos?”.
127 No: “¡Agripa! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios, Agripa! ¡Aleluya!”. No, eso sería locura.
Sino: “Agripa, dice la Escritura”.
128 ¿Ve a dónde lo pone a marchar el resorte principal? De vuelta. Ud. no tiene que preocuparse por eso. Todo está en el programa de Dios. Le marca a Ud. de vuelta. “No os preocupéis por lo que habéis de decir”, dijo Jesús. “No sois vosotros los que habláis. Es vuestro Padre que mora en vosotros. Él hablará”.
129 “Agripa, tú siendo judío, y que conoces todas las leyes del Antiguo Testamento, ¿te parece extraño, Agripa, que Dios resucite a los muertos?”.
Agripa dijo: “Pablo, las muchas letras te vuelven loco”.
130 Él dijo: “No estoy loco, Agripa, sino que solo estoy aquí diciéndote lo que Dios ha hecho en la Palabra”. ¿Ven?
“¡Oh, te has convertido en un santo rodador, Pablo”!
131 “No, Agripa, solo digo lo que Dios ha dicho aquí en la Escritura, que Él resucitaría a Su Hijo, Cristo Jesús, en el día postrero. Y ahora, Agripa, ¿te parece algo extraño que Jehová Dios, Quien abrió el Mar Rojo, Quien trajo los milagros en ese día, no obre milagros hoy?”.
132 Él dijo: “Pablo, por poco me persuades a ser Cristiano”.
133 Pablo dijo: “Quisiera que estuvieras como yo, excepto estas cadenas que llevo aquí en las manos y pierna”.
134 Ahí es cuando el resorte, en medio del nuevo espíritu en el nuevo corazón, hace que cada emoción misma se controle. ¿Ven lo que quiero decir? Ahí lo tienen. Entonces es cuando uno saca la cabeza del yugo del mundo.
135 Por decir: “Iré y me uniré, pero déjame decirte…”. ¿Y Ud. mete su cabeza en el yugo con Cristo? ¿Ud. dice que se ha enyugado con Él? Y luego Ud. comienza: “¡Oh, es que me raspa los hombros! Perjudica mi prestigio social. Las personas con las que me asociaba, me evitan y dicen: ‘¡Sí, allí está ella! Ella es una santa rodadora’. ‘Ahí va él. Miren, él, Juan ya no viene al salón de billar’. ¡Oh!, eso simplemente… ¡Oh!, eso me es una humillación, Hermano Branham”. No. Ud. no recibió lo correcto.
136 Cuando ese resorte principal está en el centro, marcando correctamente, entonces el yugo está forrado de plumas. ¡Oh, hermano! No importa lo que el mundo la llame, no tiene ninguna…
137 “¡Oh!, me descarrié, porque, oiga, no resistí que me llamaran esto, aquello y lo otro”. Pues, Ud. nunca logró que el resorte principal se ubicara en medio de… Su Espíritu en medio de su espíritu. ¿Ve?, Ud. tuvo una imitación falsa. Ud., Ud. lloró. Tuvo una—una—una—una concepción inválida. ¿Ve? Ud., Ud. solo—Ud. solo aceptó el lado emocional, y nunca recibió el lado real. Ud. solo oyó el tíctac del reloj y recibió el ruido, y siguió con eso, también comenzó a marcar.
138 Pero si el resorte principal es el que está marcando, si Él está—está controlando todas las emociones, entonces el yugo se hace fácil. Puede ser que ellos digan: “¿Saben? Ahí va ella. Ella antes era una muñeca. Pero, ahora mírenla, con el pelo lacio, sin maquillaje. Ella usa estos… tan modestos”. Ahora, no lo digo para que Ud. sea como algo sacado de un museo. Pero a esto me refiero—me refiero, que Ud. debe vestirse decentemente. “¡Oh, ella era la cosita más linda! La veíamos tendida en el patio, en pantalones cortos, tomando un baño de sol, pero ya no lo hace”. Algo sucedió. El resorte principal Se ha posicionado en el lugar donde debe estar. Así es. “Oh, él antes venía. Él era un experto en el billar. Podía jugar a las cartas, una mano de esto. Y podía salir de aquí con las fichas y demás. Él era un… Pero ya no lo hace”. ¡El resorte principal! “Oh, él es un santo rodador”.
139 Pero, el yugo es fácil. ¿Saben Uds. qué hacer con él? A uno le encanta llevarlo. Es como Sansón cuando tomó el bronce… la puerta de bronce de Gaza. La gran puerta de bronce, simplemente se la puso en los hombros y se la llevó. Así es. Y cuando el yugo está forrado con la alegría y paz, y la dulzura de Cristo en su corazón, entonces Ud. simplemente levanta todas las cargas que el mundo le arroja, y las lleva a un cierto monte llamado el Calvario, y se arrodilla y ora por aquel que le estaba persiguiendo. No hará llover fuego del Cielo y hacer pedazos la iglesia, sino que les traerá paz a ellos. “Dios, sé misericordioso con ellos”.
140 Ahora, la Biblia dice que: “Cuando el espíritu inmundo ha salido de un hombre, camina en lugares nuevos y regresa”. Y cuando el diablo que una vez le llevó al callejón, y cuando regresa y encuentra su antiguo callejón cambiado; vaya, Dios envió Su gran niveladora. ¿Saben Uds. lo que hizo? Él cavó la tierra. Le dio vuelta a las cosas. Le cambió de apariencia por completo. Y el diablo regresando a su antiguo callejón de latas, donde antes tenía latas de cerveza por todas partes, y naipes sobre la mesa y ceniceros por toda la casa, y revistas de Historias de amor y verídicas. Él regresa y lo encuentra barrido, adornado. ¡Aleluya! Dios envió Su niveladora y lo limpió por completo.
141 Aquí está Su niveladora, hermano. Cuadre Ud. con Esto. Ella barre todo, arrasa todo, y Él comienza a plantar un jardín. Y él descubre allí, que construida allí hay una nueva, gran casa moderna. Amén.
142 El Espíritu Santo se mudó allí. Y el Espíritu Santo reemplazó la lata de cerveza. La Biblia reemplazó la literatura moderna. El Espíritu de Dios reemplazó la teología moderna. El culto de oración regresó al hogar, cuando el Espíritu Santo entró. Todas las otras cosas han salido.
143 Y, escuche, amigo. En el principio, la Biblia dice… Miren. Ahora quiero presentarles… Todos nuestros intelectos y todos nuestros credos hechos por el hombre… Para terminar, quiero presentarles algo.
144 En el principio, cuando este mundo yacía aquí, vacío, no era más que una gran bola de agua, donde los grandes glaciares, y por el calor del sol, mientras se apagaba así el destello de la tierra y entraba en el espacio, a lo largo, a millones bajo cero. Eso formó humedad.
145 El calor y el frío, al chocar, forman humedad. Uds. pueden verlo en las ventanas y demás, en la casa, aquí adentro y afuera.
146 Y cuando la tierra salió dando vueltas de cualquier órbita de la que procedió, pues, se afirma que el sol es la madre de todo, y que estos proyectiles salieron volando. Cuando salió de allí, se congeló en un enorme objeto sólido. Entonces, cuando comenzó a acercarse, y Dios decidió… Presten atención. Cuando Él comenzó a traerla, acercándola al sol, ella comenzó a descongelarse.
147 Luego, Dios comisionó al Espíritu Santo… La primera Persona que se presenta, es Dios. ¡Dios! “En el principio era Dios”, en Génesis. Y luego el siguiente que se presenta, es el Espíritu Santo o el Logos, que salió de Dios. Sin embargo, era todo lo de Dios que salió, entrando en una Persona. Y la Biblia dice: “Comenzó a empollar sobre la tierra”. Empollar significa “hacer el amor”, arrullar como una paloma. Eso comenzó a engendrar por la tierra. ¿En qué resultó?
148 Un ser mortal, conciudadano, hombres y mujeres humanos, así como yo en esta mañana; seres humanos que tienen alma, un alma inmortal por dentro, ¿quién es Ud.? ¿De dónde viene y hacia dónde va? Piénsenlo ahora, por un minuto.
149 La otra noche, cuando mi… Uds. lo vieron en el periódico. Uno de mis primos, el que era un farmacéutico o un médico en Louisville. Cuando fue a su trabajo, y regresó a casa y se recostó, ya para cenar. Y le pidió a su esposa que le trajera una naranja, se entiesó y murió de un ataque al corazón; Raymond Branham. Y su hermano, Georgie (mis propios primos de sangre, ambos, hijos del hermano de mi padre), fue a ver a su hermano. Y camino de regreso, cinco minutos después de haber dejado a su hermano, notaron que el auto zigzageaba, desacelerando, y vieron a un hombre inclinarse en su asiento. Y murió de un ataque al corazón.
150 Y fui a la funeraria la otra noche, y allí vi al Hermano Doc, y entramos. Y miré en las salas, las muestras de amabilidad y flores que colgaban de las paredes y alrededor. Y al mirar allí, pues recuerdos me vinieron a la mente, de niño, jugando con estos niños, cuando yo solo era un niño pequeño.
151 Y pensé, aquí están las personas, la casa está llena y, por cuadras, ni siquiera se podía estacionar el auto, de amigos y parientes que llegaban. Y entré, y allí mi prima Agnes me agarró por el cuello y comenzó a gritar. Y cuando la dejé, de consolarla, allí llegó Dorothy, la bebé, y ella me abrazó y comenzó a gritar, y me dijo: “Billy, ¿qué haremos?”.
Y le pregunté: “¿Dónde está la tía Lizzie?”.
152 Dijo: “Sufre un ataque al corazón, está muy mala, y tal vez muera en cualquier momento”, la madre.
153 Entonces pensé: “¿Qué le sucede a esta gran generación Branham?”.
154 Pensé eso mismo cuando vi a mi papá, con él en mis brazos, y su pelo rizado sobre mi brazo, y allí lo vi cuando él me miraba y sonrió, mientras yo oraba por él, y fue a encontrarse con Dios.
155 Pensé eso mismo unos días antes, cuando Doc, mi hermano allí, recogió a su propio hermano, con su cuello cortado, cuando un hombre, bebiendo, golpeó un poste y averió el auto y lo mató. Y él murió en los brazos de mi hermano. Y al ver a papá venir por la calle, desde la casa de la Sra. Kelly… la del Sr. Kelly allí, llorando, con su viejo sombrero negro en la mano. Unos días más tarde, yo lo sostenía en mis brazos, mientras él moría.
156 Me paré allí observando esa mecedora vieja, vacía, comenzar a mecerse, mientras Ruth, mi cuñada, iba a encontrarse con Dios. Y que le dije: “Cariño, ¿cuelgo la imagen de Jesús aquí?”.
Ella dijo: “No, Billy. Él siempre está delante de mí”.
157 Luego, cuando me paré junto a mi esposa, Hope, la madre de mi hijo, Billy y mi pequeña, Sharon. Y la vi tomar mis manos, mientras sus ojos oscuros me miraban, y me habló del Lugar del que había regresado, y quería regresar, y me dijo: “No dejes de predicar este Evangelio, Billy. No sabes qué alegría es irme así”.
158 Y unas horas después, poniendo mis manos sobre la cabeza de mi pequeña bebé moribunda allí, y la puse en los brazos de la madre, cuando dije: “¡Oh Dios!, sé que Tú haces subir la savia en los árboles, en la primavera, y produces el retoño y la fruta, y la escondes en la tierra mientras pasa el invierno. Tú tienes que ser Dios. Y creo con todo mi corazón que este Muchacho fenomenal que nació en Galilea, hace veinte siglos, que, mientras Él caminaba, conforme a las Escrituras, para mí, Él era el Mesías prometido. No importa lo que digan, yo lo creo. Y sé que hay Algo en mí, que me muestra cosas que han de ser, que aparece un Ser sobrenatural y veo las cosas antes de que sucedan. Y Él me advierte de tales cosas. Pero aquí estoy, sin aviso previo, enfrentando esto aquí. Allí yace la madre, muerta, allí. Y allá yace papá. Y ahora ¿me vas a quitar a mi pequeña bebé de los brazos, Dios? ¿Vas a hacer eso, llevarte mi dulzura?”. Y la sábana negra comenzó a desplegarse ante mí. Yo sabía que Él lo había hecho. ¡Si el resorte principal no hubiera estado allí en ese momento!
159 Satanás me dijo: “¿Ahora qué te parece esto? Aún tu pequeña bebé amada, Él te la va a quitar de los brazos. ¡Qué cruel!”. Eso era el nuevo espíritu, eso era el…todo el intelecto.
160 Parado allí, pues mis huesos temblaban. Pensé: “¿A dónde iría yo?”.
161 “Yo iría a darme una borrachera. Tú nunca bebiste en tu vida, pero yo lo haría de todos modos. Él te dijo que no lo hicieras, pero yo lo haría, de todos modos. Yo le mostraría a Él quién manda”.
162 Dije: “Satanás, no puedo. Él es el Jefe.” Todo se redujo al resorte principal. Estoy tan contento de que sí hay un resorte principal.
163 Caminando por el camino, y el Sr. Isler… Mi familia fallecida. Yo iba caminando… No podía ir a la tumba. Solo caminaba por el camino. La inundación apenas bajaba.
164 Y el Sr. Isler venía por el camino. Salió del auto y dijo: “Billy, quiero preguntarte algo. Te he visto clamándoles aquí en esa carpa. Te he oído predicando. Y lo entusiasmado que estabas con el Mensaje que traías, y lo presentabas a la gente. Luego ¿qué significa Eso para ti ahora? ¿Aún lo amas a Él? ¿Aún dirás que Le servirás?”.
165 Dije: “Sr. Isler, si Él me enviara al infierno, aún así yo Lo amaría. Porque, Algo fue puesto aquí adentro, ¿ven?, que ya no soy yo, sino que es Él”.
166 Yo estaba convencido de esto: que esparcidos en las diferentes tumbas, desde aquí, hasta Walnut Ridge, estaba mi familia: mi papá, mi hermano, mi esposa, mi bebé, y que estaban volviendo al polvo de la tierra de donde vinieron. Pero esto sé: que ellos deben haber estado aquí cuando el mundo fue creado, porque fueron tomados de la tierra. Ellos estaban aquí cuando se hizo la tierra.
167 Nuestros cuerpos estaban aquí antes de que fuera hecha la tierra, porque somos de la tierra. Solo estamos hechos de calcio, potasio, petróleo, luz cósmica, átomos, que nos sostienen. Y de alguna manera, por alguna Mente maestra, fuimos hechos así como somos. No solo un montón de potasio y calcio, y petróleo, sino que Algo entró en el interior y comenzó a crear, y así fui hecho yo.
168 En el principio, el Espíritu Santo comenzó a empollar un desierto vacío; disculpen mis emociones; pero cuando no había nada, y nunca había habido nada. Pero el Espíritu Santo fue enviado de Dios; no un intelecto. Sino el Espíritu Santo fue enviado de la Presencia de Dios para hacer el amor sobre la tierra.
169 Y, como fue, Él extendió Sus grandes alas alrededor de la tierra, y comenzó a crear el amor, o a empollar, arrullar sobre la tierra. Puedo ver el calcio y el potasio unirse, y un pequeño lirio de pascua brotar. El Espíritu Santo lo empolló de la tierra. Y Él siguió empollando. Y mientras Él arrullaba y empollaba, comienzo a ver cómo brotan los árboles, las aves comienzan a volar de la tierra, los animales comienzan a caminar.
170 Y luego Él siguió arrullando, y se levantó un hombre, llamado Adán. Y Adán parecía estar solitario, así que Él hizo un subproducto para él, y tomó una costilla de su lado y le hizo a su amada: Eva. Y Él amó a Adán y Él amó a Eva. Y Él los toma…
171 Y puedo ver a la pequeña Eva, mientras coloca su cabecita sobre el hombro de Adán. Y ella era todo lo que una mujer podría esperar, y más. Y mientras descansaba sobre el hombro grande y fuerte de su novio, Adán, y caminaban por el jardín, quizás, tal vez, el—el león rugió. Ella no podía tener miedo, porque no existía el miedo. Así que él dijo: “Cariño, ese es el león. Lo llamaré. Leo, el león, ven aquí. Chita, el tigre, ven aquí y acuéstate”. Y ellos los seguían, como gatitos.
172 Los vientos comenzaron a soplar, y el cabello de la pequeña Eva comenzó a volar. Y ella dijo: “¡Ooh, ese viento!”.
173 “Calla, enmudece”. Y los vientos le obedecieron. Él era el hijo de Dios. Ella era su amada.
174 Y luego puedo oírlo decir: “Cariño: ¿ves la puesta de sol? Es hora para hablar con Papá”.
175 Así que, subieron a la catedral: el gran Árbol. Y cuando se arrodillaron, de repente, una Luz Celestial y brillante descendió: el Logos. El Espíritu Santo que los había sacado de la tierra, descendió; el Padre, Dios. Y Él dijo: “Hijos, ¿lo han pasado bien hoy?”.
“Sí, Padre”.
176 “He bajado para darles un beso de ‘buenas noches’, y para acostarlos para descansar, esta noche”. Los besó en las mejillas, y los acostó. No había peligro. Él estaba allí en los arbustos con ellos. El león, Él acostó al león. Acostó a Chita, el tigre. Él los acostó a todos, a descansar. Y el Padre estaba muy contento.
177 Luego, el pecado, por conocimiento, el intelecto… Espero que lo estén captando. Por el intelecto, el pecado entró al mundo, al querer conseguir más luz, por tomar algo que no estaba en la Palabra de Dios. Dios dijo: “El día que comieres de él, ese día morirás”. Pero Eva quería algo nuevo.
178 ¡Oh!, ¿pueden ver, de corazón, que no busco confundir a nadie? Solo quiero presentar, que vean, ASÍ DICE EL SEÑOR, la Palabra, solo eso; no lo sensacional, grandes iglesias ni intelectos, sino escuchar a Aquel que nos empolló de la tierra.
El pecado entró.
179 Y entonces, amigos, si el Espíritu Santo fue el único instrumento que Dios usó para empollarnos de la tierra. Y nosotros sí vinimos de la tierra. Y estábamos aquí antes de que hubiera una tierra. Recuerden, aquí hay aliento para Uds., por los que se ha de orar. Si el Espíritu Santo, al cerner, hizo el ser físico, ¿quién es el arquitecto de nuestros cuerpos?
¡Oh, Dios!, ¡que la gente lo vea!
180 El Espíritu Santo le dio su apéndice, sus ojos, su nariz, su boca, su corazón. Y puso un espíritu nuevo en Ud., y luego vino para vivir en Ud. No acepte, de ninguna manera, cosas intelectuales, teologías que sean contrarias a la Biblia, sino quédese solo con el ASÍ DICE EL SEÑOR. “Él herido fue por nuestras rebeliones. Por Sus llagas fuimos curados”.
181 El Espíritu Santo engendró Su Propio cuerpo, en el cual viviría, Jesucristo; cuando hizo sombra sobre María y creó, o empolló, un glóbulo de Sangre en el vientre que produjo al Hijo, Cristo Jesús; el tabernáculo de Dios Mismo en la tierra por treinta y tres años y medio. Y se hizo propiciación por nuestros pecados, para redimirnos, y para traer la reconciliación entre un hombre perdido y un Dios santo, para besarlos y reconciliarlos. Para que en la frescura de la tarde, cuando el sol se ponga sobre nuestra frente, cuando la jornada de mi vida haya sido corrida y mi carrera terminado, quiero que Él me lleve a dormir con un beso, como lo hizo con Esteban cuando le golpearon de mano en mano. Él dijo: “Veo los cielos abiertos y a Jesús que está a la diestra de Dios”. Ahí lo tienen.
182 Bueno, ¿cómo puede suceder eso? Y si Dios nos hizo lo que somos, sin que tuviéramos ningún conocimiento de lo que estaba sucediendo… Si Dios me hizo, un hombre, y me puso a mi edad correcta antes de que entrara la muerte… Como a los veintitrés años, yo era fuerte y saludable. Y si Satanás no interfiriera… Trató de paralizarme y dispararme, y muchas cosas. Pero Dios se aseguró…
183 Y Uds., cuando eran una joven, y cuando eran bonita, Uds.—Uds. las mujeres que han envejecido. Y Uds. hombres que eran jóvenes y fuertes, y saludables. Y cómo disfrutaban ser un hombre y su pequeña compañera. Si Dios hizo eso sin que Uds. tuvieran ni voz ni voto; Uds. no dijeron: “Hazme así”. “¿Quién podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?”.
184 Pero si Él lo hizo a Ud. así, sin que Ud. tuviera algo qué decir, cuánto más podrá Él, al empollar, darle a Ud. para—para escoger. Pues Ud. está en base al libre albedrío. Ud. puede rechazar Esto o puede aceptarlo. El rechazarlo, es estar perdido y terminar en potasio y calcio, y petróleo. ¡Pero, acépte Eso, y reciba un corazón nuevo, un espíritu nuevo, y Su Espíritu; parte del Logos, en Ud., ¡controlando sus emociones! Y cuando Él le arrulla por medio de Su Palabra, Ud. le arrulla, en respuesta a Él.
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos”.
“Amén, Señor”.
“Yo soy Jehová que sana todas tus dolencias”.
“Amén, Señor”.
185 ¡Cuánto más le levantará Él, aunque su cuerpo sea soplado por el viento del este al oeste! ¿Cuánto más podrá este Espíritu Santo, después de la aniquilación total, por esta bomba atómica que caerá sobre esta tierra uno de estos días, agujereando, y enviándola a través del espacio? Pero el calcio y el potasio permanecerán aquí. Y luego el Espíritu Santo empollará de nuevo. Cada hueso se unirá con hueso, cada extremidad se unirá con extremidad, y habrá una Iglesia del Dios vivo de pie en los últimos días.
186 Amigos, solo por empollar o el arrullar del Espíritu Santo, podrá Ud. alguna vez lograrlo, Dios promete resucitarle, a medida que Ud. escucha Su Voz, ese Silbido apacible y delicado que habla en las profundidades de su alma.
187 Y, amigos, para finalizar, solo un momento más. Quiero que piensen profunda y sinceramente. Algún día partiremos. Y ¿por qué?, oh, por favor díganme, ¿por qué querrán Uds. aceptar alguna falsificación, alguna teología de iglesia, algún intelecto, alguna emoción, alguna cosa contraria, cuando los cielos pentecostales están llenos de la Bendición genuina, el verdadero Espíritu de Dios que lo controla a Ud. y le hace un verdadero Cristiano? Ud. no tiene que imitar nada; solo ser un hijo del Dios viviente. ¿Por qué? dígame, ¿por qué va querer Ud. aceptar algo diferente, cuando Dios está dispuesto y esperando, y le ha traído hasta aquí; y luego trata de hacerle el amor a Ud., a través del Espíritu Santo; y Ud. aceptaría una simple declaración de credos y demás, para intentar llevarle al Cielo, o algo fantástico, una emoción mental, que ni siquiera está reconocida en la Biblia?
188 ¿No quieren recibir Eso? ¡Oh, pueblo de Dios, arrodíllense y acudan a su Dios! Que Dios tenga misericordia, es mi oración, mientras oramos.
189 Y con nuestros rostros inclinados, en este momento solemne, cuando quizás, en este mismo momento, podrá reposar sobre Ud., sobre esta iglesia, sobre muchos aquí… Piensen profundamente. No dejen que sea un pensamiento superficial. ¿Está Ud. haciéndole el amor al Espíritu Santo? ¿Y está ese—ese espíritu que está en la vida suya, marcando sus emociones, exactamente con la Biblia? ¿Tiene Ud. paciencia, dulzura, bondad? El material no—no se prueba…
Escuchen, mientras oran.
190 El material no se prueba por su cantidad, lo grande que sea; por una iglesia grande, es a lo que me refiero aquí, ¿ven? No se prueba por su cantidad, sino por su calidad. El metal se prueba por su fuerza. Y la iglesia no se prueba por lo grande que sea, ni por cuántos miembros. Se prueba por su fortaleza, conforme a la Biblia. ¡Según ella pueda decirle “amén” a toda promesa que Dios ha hecho! ¿Cómo se mueve su vida? ¿Con amabilidad, y mansedumbre, dulzura, paciencia? ¿Qué pasa cuando algo le irrita? Una pequeña rueda allí, marcando inmediatamente, le mantiene bajo control. Su amor baja directamente a su corazón. O ¿solo finge Ud. eso?
191 ¡Oh, piénselo ahora! Y mientras piensa seriamente, y el Espíritu Santo trata con Ud., empollándole, diciendo: “Hijo Mío, Yo te estoy hablando”.
192 Ahora, en el Nombre de Cristo, con los rostros inclinados ante Dios, no a mí, ¿levantarán la mano? Diciendo: “Dios, pon Tu Espíritu en mí. Aquí está mi mano”. Dios los bendiga. Muchas, muchas manos.
193 Y, Padre, Dios, en el Nombre del Señor Jesús, Tu Hijo, el Espíritu Santo que siempre empolla, corteja, arrulla, Te pido que hoy ocupes Tu lugar en el corazón de cada persona que levantó la mano. Te han indicado que Te necesitan. ¡Oh, cómo Te necesitan! Y si lo reconocen ahora, ¿cómo será en la hora en que el corazón se niegue a latir? ¿Cómo será en la hora en que sientan venir el vapor frío de la muerte? ¡Cuánto más van a reconocerlo en ese momento! ¿Y qué somos? ¿De dónde venimos y hacia dónde vamos?
194 Y, Padre, estamos cansados de las imitaciones de la vida Cristiana. Crea en nosotros, Señor, hoy, un corazón nuevo, un espíritu nuevo. Y pon Tu Espíritu, conforme a la Palabra de Tu profeta, en medio de nuestro nuevo espíritu. Y contrólanos por amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, paciencia y fe. Y que todo fruto del Espíritu se encuentre en nosotros, mientras nos rendimos humildemente, nuestras almas, hasta lo más íntimo. La vida que une todo este potasio terrenal y calcio, y petróleo, y lo sostiene así, cuando ella salga, volvemos al polvo. Y entregamos nuestro espíritu; los entregamos a Ti. Y crea en nosotros la clase de espíritu correcto. Y permite que el Espíritu Santo, Tu Espíritu, nos controle y nos guíe y nos dirija mientras viajamos.
195 Bendice a estas amadas personas. Sana también de la enfermedad en medio nuestro, Señor. Y que podamos decir, cuando salgamos de este edificio esta mañana: “Fue bueno haber estado allí. El Espíritu Santo hizo una obra en nosotros que cambiará nuestras emociones, que nos hará una persona diferente de lo que éramos cuando entramos”.
196 Renueva la esperanza que hay en los santos. Fortalécelos, Señor, para el día que viene. ¡Oh, el maíz está completamente maduro! Jesús pronto vendrá para la cosecha. Y pido esta bendición en el Nombre de Jesús. Amén.
197 [El Hermano Branham pausa y la pianista toca Te necesito.—Ed.] Creo que sería bueno quedarnos quietos, por un momento, mientras ella toca.
Te necesito, ¡oh!, ¡cómo Te necesito!
198 Me pregunto ¿qué estaría pensando Georgie la otra noche, cuando acababa de dejar a su hermano muerto; mientras iba por la calle y sintió que su corazón se le iba, que todo se apagaba frente a él; mientras se inclinaba en el asiento hacia adelante, dejando a su esposa y seres queridos?
A cada hora Te necesito,
¡Oh, bendíceme ahora, mi Salvador!
Acudo a Ti.
Cantémoslo, juntos.
Te necesito cada hora,
O…(¡Todos!)
…cuando Tú cerca estás.
Te necesito, oh, Te necesito,
A cada hora…,
Levantemos las manos a Él.
¡Oh, bendíceme ahora, mi Salvador!
Acudo a Ti.
199 ¡Oh, gran Jehová, muévete ahora! Sella a cada uno con Tu Espíritu. Coloca en nuestros corazones ese Algo que ha faltado por tanto tiempo. Danos esa victoria, Señor, esa victoria para vencer que con tanta gracia necesitamos. ¿Lo harás, Padre? Te esperamos. Y ahora oramos en el Nombre de Jesús. Amén.
200 Me pregunto ahora, ¿habrá algunos aquí por quien orar? Una señora me llamó desde New Albany y alguien. ¿Habrá una señora que me llamó de New Al-…? Está bien. Muy bien, solo está aquí para recibir la oración, si Ud. solo… mientras nosotros…
Continúe con el himno que tocaba, hermana.
201 Y, luego, aquí mismo a este lado, para la línea de oración. Si son reverentes por unos momentos. Pónganse en la fila, al lado derecho aquí, para que podamos orar por los necesitados.
…lado del Jordán,
En los dulces campos del Edén
Donde el Árbol de la Vida florece,
Hay descanso para…?…
Jesús rompe toda cadena,
¡Cuando Él los…!
202 Consigan tal vez una silla para el hermano, si quiere sentarse. ¿Prefiere sentarse, hermano?
Yo siempre, siempre Lo alabaré,
Yo siempre, siempre Lo alabaré,
Yo siempre, siempre Lo alabaré,
¡Porque Él me liberó!
203 Bueno, ¿qué ha sucedido? Estos que están de pie en la fila ahora, para que se ore por ellos, vinieron solemnemente sobre su propia fe, creyendo. Vinieron a decir que ese Vino entró en odres nuevos, que están dispuestos a decir: “Amén” al ASÍ DICE EL SEÑOR.
204 La Biblia ha dicho, lo cual es ASÍ DICE EL SEÑOR: “Si hay algunos enfermos entre Uds., llamen a los ancianos, que los unjan con aceite, y oren por ellos. La oración de fe salvará al enfermo”. Y repito, está escrito en la Escritura: “Estas señales seguirán a los que creen: pondrán las manos sobre los enfermos; ellos sanarán”. Y se nos ha enseñado que hagamos esto, y ordenado por el Espíritu Santo, que este es el orden de Dios para ministrarle a los necesitados.
205 No significa que el individuo que está orando debe ser un santo o un ángel. Significa que la persona que se acerca debe tener fe, en su propio ser; para que el Espíritu Santo y Su arrullo, por Su Palabra, ha depositado una cosita allí que los hace creer que Él los cubrirá hasta que estén sanos.
206 Como Abraham de antaño, cuando Dios se le apareció en el nombre de El Shaddai, el pecho, como el pecho de una mujer. Y dijo: “Abraham, tienes cien años, pero Yo soy ‘Aquel que tiene los pechos’. Solo recuéstate sobre Mí, como un bebé, y amamántate, y Yo confirmaré Mi Palabra”.
207 Y Abraham, con cien años, se recostó sobre el seno de Dios; él y Sara siendo uno, desde luego, comenzaron a estudiar y a empollar, y aceptar la Palabra de Dios. Y ¿qué sucedió? Dios lo convirtió en un joven, a él y a su esposa, y ellos dieron a luz un hijo, Isaac; y a través de Isaac vino Cristo, Quien bendijo al mundo. Él fue hecho padre de naciones.
208 Porque, “Abraham llamó esas cosas” escuchen, “que no eran”. El caso de la sanidad Divina, en Abraham, no fue… Cuando él aceptó la promesa, tardó veinticinco años para que sucediera; veinticinco años. Cuando Abraham tenía setenta y cinco años, a él le fue dada una promesa; a los cien, nació el bebé. Pero, a lo largo de estos veinticinco años, él continuamente le correspondió ese amor al Espíritu Santo que lo había engendrado de la tierra, y declaraba que la Palabra del Espíritu Santo era: “¡Correcta!”. Llamando las cosas que son, como si no fueran, porque eran contrarias a la Palabra del Espíritu Santo. Él fue convertido en un joven y engendró al hijo.
209 Bueno, así vendremos nosotros. Somos la Simiente de Abraham. Y declaramos las cosas, los síntomas, nuestras aflicciones, nuestras enfermedades, como si no fueran, porque obedecemos lo que el Espíritu Santo, a través del profeta, el vidente, ha dicho que es la Verdad. Y todos los hombres a través de las edades, lo aceptaron, y resultó bien, cada vez.
210 Ahora nosotros declaramos estas cosas “correctas” y las aceptamos como nuestra propiedad personal, y cortejamos al Espíritu Santo: “Tu Palabra es verdadera. Rechazaré cualquier otro síntoma, cualquier otra cosa. Creo que Tú me sanarás. Porque Tu Palabra, Señor, dice: ‘La oración de fe salvará al enfermo, y Dios los levantará’. Eso es todo. Es la Verdad”.
211 Me pregunto, en esta mañana… Conozco al Hermano Jackson; lo oí decir “amén”, en algún lugar de allá atrás. Y me pregunto si hay otros ministros aquí, esta mañana, que creen en la sanidad Divina, que quieran venir, acompañarnos, en favor de estas personas. Ellos son sus hermanos y hermanas en Cristo. ¿Les gustaría venir aquí y orar con nosotros, mientras nuestro pastor se presenta aquí, si él ora esta mañana por los enfermos? Alguno más entre Uds. que venga, tome su posición aquí con nosotros, mientras ministramos a los—los necesitados en el edificio esta mañana. Cualquiera de Uds. ministros que deseen venir. Y creo que vi a Teddy allí, hace rato, si no me equivoco. Y cualquier otro ministro, sea quien sea, no importa; nos complace tenerlos aquí, si Ud. es un creyente, para unir su fe con nosotros, mientras oramos por los necesitados.
212 Ahora, quiero que vengan los ancianos, el Hermano Higginbotham y los que están parados aquí, que puedan orientar a la línea, mientras oramos por ellos, y continuaremos ministrando.
213 Bueno, los hermanos que ministran, vengan aquí mismo, si desean. Oraremos por estas dos personas sentadas en sillas, primero, luego les ministraremos a los demás.
214 Y todos aquí que estén en comunicación con el Señor Jesús (y deberían ser todos en esta mañana), quiero que se unan a nosotros. ¿Qué si esto…? Y podría ser su hermano, su hermana, su papá o mamá, y Ud. los quiere sanos. Y es la fe suya, la proyección de su fe, que sale de aquí como un gran dínamo, que hace descender a la Gloria Shekinah de Dios, que unge al individuo para que tenga fe. “La fe es por el oír, el oír por la Palabra”.
215 Ahora el Espíritu Santo está aquí para inyectar, o sea la Palabra de Dios en su corazón, la que Ud. ha aceptado. Y ella—ella luego, cuando Ud. Lo cree, Ud. viene.
216 Bueno ¿cuál es mi deber, y el de estos ministros? Imponer sobre Uds. las manos. “La oración de fe salvará al enfermo”, dijo Dios.
217 Luego Uds. solo tomarán eso y correspondan ese amor al Espíritu Santo. “¡Oh Espíritu Santo, Tu Palabra es veraz! Ya no estoy enfermo. Me estoy recuperando, más y más. Te agradezco, Padre Celestial, por Tu bondad conmigo. Me estoy recuperando, cada hora, cada hora”. Miren lo que ocurre, mientras Ud.—mientras hace el amor, mientras Ud. se envuelve del Espíritu Santo que está cubriéndole a Ud., por la Palabra.
Ahora voy a orar, luego pondremos las manos.
218 Ahora, Padre Dios, Tú ves la necesidad, y con toda seguridad eres más que capaz de suplir toda necesidad; Tú, Quien pudiste sacar a Daniel del foso de los leones; y a los jóvenes hebreos del horno ardiente; que pudiste abrir el Mar Rojo, y la gente caminar en tierra firme; que pudiste levantar a Lázaro de los muertos; y llevar a Elías a Casa, en un carro. ¡Oh, Dios!, Tú nunca has fallado.
219 Y estos odres nuevos con el Vino nuevo, estos con una nueva esperanza y una nueva Vida, pasan al frente esta mañana para ser ungidos, para imponerles las manos, en conmemoración de la Palabra.
220 Y, Padre, nos paramos como hombres, para poner las manos, como Tú nos has comisionado; “Si ponen sus manos sobre los enfermos, ellos sanarán”. Esa comisión es tan esencial, en el Evangelio, como lo es predicar el Evangelio: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo”.
221 Y oramos, Padre, que Tú concedas que Tu Palabra se cumpla este día, mientras nosotros, en base a la confesión de estas personas, que presentan su fe, para probarla contra el poder del diablo, permite que cada una vaya en libertad, en el Nombre de Cristo.
222 Con sus rostros inclinados, damos un paso adelante para ministrarles a estos.
223 Nuestra amada hermana, en el compañerismo del Señor Jesús. Como ministros de la cruz, nosotros ahora, como partícipes Divinos de Su bendición en la resurrección, en conmemoración de Su Palabra, pedimos que el mal le deje, en el Nombre de Jesús. Y que pueda sanar. Que su fe nunca claudique. Sino que pueda ser socorrida por Dios, por ese arrullo del Espíritu Santo. Su Fuerza, que le trajo del polvo de la tierra, y puso cada parte en su cuerpo; Él es más que capaz de reparar lo que ha creado, lo cual Satanás ha derribado. La presentamos a Dios, como creyente, en el Nombre de Su Hijo: Jesús.
224 Y nuestro hermano, sobre quien ponemos nuestra mano, con la misma oración, ante Dios nuestro Padre, y por el ungimiento del Espíritu Santo, y la comisión de que estas cosas se hicieran, nosotros, como ministros creyentes, lo presentamos a Ud. a Dios, el Espíritu Santo, Quien le ha socorrido de la tierra, y puso en su cuerpo cada órgano. ¿Y viendo que Satanás ha bajado y ha interrumpido, quebrantado su cuerpo, por lo tanto…?… Que sobre el…?… de estas personas que pasan a este altar. O, en cualquier…?… Pedimos que Dios le dé…?… Sobre esta solemne obligación. Le ponemos las manos, en conmemoración de la Palabra, sin conocer su corazón, pero pedimos que Dios Todopoderoso, Quien lo sacó a Ud. del polvo, que repare o fortalezca los lugares débiles y vitales de su cuerpo, y le traiga de nuevo a… su salud perfecta, en el Nombre de Jesús.
225 Nuestra querida hermana…?… le ponemos nuestras manos y pedimos que…?… y que ella no esté…?… Espíritu Santo…?… algún día…?… solo para alabar a Dios. Ahora, nuestra hermana, mientras estamos parados con el rostro inclinado y pedimos que el Dios Todopoderoso envíe el Logos desde el principio…?… y esos colores diferentes…?… Todos somos…todos oramos por aquel…?… Y ahora encomendamos al Espíritu Santo que nos permita producir de Dios…?… para Él una iglesia sin mancha ni…?…de aquellos días, trajo de nuevo a la Novia… ¡Oh, Espíritu Santo!, que…?… y oro para que esta mujer reciba su salud y fortaleza, mientras la encomendamos a Dios, en el Nombre de Jesús. Amén.
226 ¡Todopoderoso y omnipotente Dios, el Ser infinito, el omnipresente, el omnipotente, Tú que llenas todo el espacio! Ponemos las manos sobre nuestra hermana, presentándotela, con la misma oración que hemos orado por los demás, que Tú hagas en su cuerpo, lo que falta y que fue robado por el diablo. Y…?…para la gloria de Dios.
227 Padre, Dios, también ponemos las manos sobre nuestra hermana, con la misma oración, ¿que…?… Pedimos esta bendición en el Nombre de Jesús. Amén.
228 Padre, Dios, sobre el cuerpo de este hombre, a quien, por el desgaste de los años, se le han encorvado los hombros, se le ha arrugado la cara, y se ha lastimado su cuerpo. Pero Tú, ¡oh, Dios!, Quien eres el Espíritu Santo que engendra, Te lo encomendamos a Ti, en el Nombre de Jesús. Que permitas que el Espíritu Santo venga con gran amor. ¡Y que provoque en nosotros, y que reconozcamos que Aquel que lo tomó de la tierra, también puede reparar lo que Él ha creado!