53-0328 ISRAEL EN CADES BARNEA

 

     
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28 de marzo de 1953, Jeffersonville, Indiana, EE.UU.


1 Anoche abrimos en el Libro de Números; hemos tomado cuatro etapas... tres etapas de la jornada en esta semana, de la peregrinación de los hijos de Israel, tipificando (siendo que creemos en tipología), tipificando la antigua iglesia con la Nueva: ellos en lo natural, nosotros en lo espiritual. El Señor se ha encontrado con nosotros.
2 Retrocedimos hasta Abraham, Isaac, Jacob, José, y entramos a la esclavitud en Egipto.
3 Luego anoche el Señor nos bendijo y los sacamos, hasta llegar al Mar Rojo, y allá a la Roca herida, allí parados delante de Dios.
4 Ahora, en esta noche los llevaremos a Cades Barnea, al trono de juicio delante del altar de bronce, o mejor dicho, de la serpiente de bronce.
5 Mañana en la noche, si es la voluntad del Señor, los llevaremos a la tierra prometida. ¡Oh, hermanos! ¡Salgamos!, vamos a cruzar el Jordán mañana, si es la voluntad de Dios. Josué les habló, les dijo: "Reúnanse ahora; vamos a cruzar al otro lado". Miren, justo antes de....
6 Como Uds. saben, no hay ninguno de nosotros, o cualquier ministro, que tenga a Dios en su corazón, que cuando él mira las Escrituras tenga un poquito de temor: "¿Lo estoy haciendo por mí mismo, o está aquí el Espíritu Santo para guiarme?"
7 Recuerden que la simiente que se sembró, sin duda crecerá en alguna parte, y nosotros queremos que sea la real y verdadera Simiente de Dios sin adulteración que es sembrada dentro del corazón de la gente, porque algún día yo me debo parar en el Juicio para dar cuenta por lo que yo he dicho y hecho en esta vida, juntamente con Uds. Si yo estoy engañando, entonces seré contado como un-un engañador. Y verdaderamente yo no quiero hacer eso, no voluntariamente.
8 Justo antes de orar, o antes de orar por la Palabra... Como Uds. saben, la Biblia dice que cuando Juan lo vio en el Libro de Apocalipsis, él dijo que vio el Libro, y estaba sellado atrás, enfrente y atrás, y ninguno en el Cielo, y ninguno en la tierra, ni debajo de la tierra, era digno de tomar el Libro ni siquiera de mirarlo. Y entonces el Cordero que había sido inmolado desde la fundación del mundo, vino y lo tomó de la mano de Aquel que estaba sentado en el Trono. Y los ancianos clamaron: "¡Tú eres digno!" Ahora, que ese Cordero en esta noche venga y abra la Palabra. Nosotros podemos abrir las páginas, pero se necesita el Cordero de Dios para abrir la Palabra.
9 Inclinemos nuestros rostros. Hermano Junior, diríjanos en oración por favor, mientras oramos que Dios nos abra Su Palabra, por favor. [El Hermano Junior ora-Ed.]. Muy bien. El Señor los bendiga ahora.
10 Abran, para empezar esta noche, en Números el capítulo 13. Empezaremos allí, y luego seguiremos adelante, sólo... Procuraré no hacer lo que he estado haciendo, reteniéndolos por mucho tiempo, pero yo... miren, los dejaré salir tan pronto como sea posible. Tan pronto como el Espíritu Santo diga que es suficiente, entonces nos iremos.
11 Mañana en la mañana, recuerden, la escuela dominical a las nueve y media. Y antes, o para las diez, estaremos contestando las preguntas. Traigan sus preguntas; tráiganlas esta noche. Después del servicio, dénselas a alguno de los ancianos para que yo las pueda recibir, o de alguna manera, para contestar las preguntas mañana. Tengo una buena cantidad de ellas.
Mañana en la noche es: "Cruzando el Jordán".
12 Ahora, hemos tomado tres etapas. Hay tres etapas de la jornada: Israel en Egipto; Israel en el desierto; Israel en la tierra prometida, Palestina, prometida por Dios cientos de años antes.
13 Muy bien, nos damos cuenta entonces (llevando a la Iglesia hacia atrás sólo como un pequeño repaso), nos dimos cuenta que Dios le prometió a Abraham que El lo salvaría a él, le dio una promesa incondicional, un pacto incondicional, que El lo salvaría a él y a su Simiente; no a toda su simiente, sino a Isaac, su simiente prometida. Abraham tuvo once hijos, como Uds. saben, pero únicamente uno de ellos era de la promesa, por medio de Isaac. Esa es la razón que Pablo dice en-en Romanos el capítulo 9, que no todos los de Israel son israelitas, sino en Isaac te será llamada descendencia. Miren, entonces Dios, por medio de Isaac, representando a Cristo....
14 Nos fijamos que Cristo estaba en Abraham; Cristo estaba en Isaac; Cristo estaba en Jacob; Cristo estaba en José; Cristo estaba en Moisés.
15 Cristo está en todo el Antiguo Testamento. Y en todo el Antiguo Testamento, todo el... Si tuviéramos tiempo... Aquí hace siete años que se cumplieron la semana pasada. Estos últimos meses, hemos tomado el Libro de Exodo desde el principio hasta el fin, tipificando todo, aun las aguas de separación. La becerra roja [vaca alazana, Biblia en español-Trad.], no podía ser una café; tenía que ser una roja, sin mancha en ella. Tenía que ser quemada y luego de eso hacían las aguas de separación, y era para rociar al pueblo después que ellos habían pecado y habían estado fuera del campamento. Cómo el hisopo y la madera de cedro, y todo era mezclado junto, cómo la madera en el tabernáculo, cómo el altar de bronce, el lavacro, el pan de la propiciación, todo señalaba hacia Cristo. Y en El nosotros somos completos, en Jesucristo.
16 Ahora, cuán hermosa es nuestra lección en esta noche, cómo Dios trajo a Israel como un tipo, representando anticipadamente lo que sería.
17 Ahora, nos damos cuenta entonces, que ellos después de cuatrocientos años... Dios le había prometido a Abraham que su simiente peregrinaría en una tierra extraña por cuatrocientos años, pero que saldría bajo la Poderosa Mano. Las promesas de Dios siempre se cumplen con exactitud. Dios siempre hace correcta Su Palabra. Las ruedas y engranes proféticos de Dios dan vuelta lentamente, pero seguros; llegan al lugar exacto.
18 Esa es la razón en esta noche de estudiar este éxodo de la iglesia; yo creo que estamos en el éxodo otra vez. Yo creo que Moisés, siendo un tipo perfecto de la iglesia organizada la cual le falló a Dios, y Josué el nuevo-nuevo líder... Moisés representa a la Iglesia en sus fallas a Dios, y Josué llevó a Israel al otro lado a la tierra prometida. Es perfecto, si lo observamos, cómo Dios se movió allá en los días pasados. Todo salió bien; ellos pensaron que estaban establecidos para siempre, pero cuando se acercó el tiempo de la promesa, se levantó un Faraón que no conocía a José. Las cosas se empezaron a mover diferente, y llegó un tiempo de liberación. La gente empezó a gemir y a clamar. Y entonces Dios descendió para liberarlos. ¡Cuán perfecto!
19 Y entonces El envió a un hombre; un niño nació, un niño peculiar, y él fue criado con una vida peculiar, pero Dios tenía Su mano sobre él. Moisés, cómo él fue escondido entre los juncos, nació en un tiempo de persecución, igual que Cristo; nació un niño apropiado, igual que Cristo. Y él nació en este mundo para ser un libertador, igual que Cristo. Y, ¡oh!, cómo él... su obra, cómo él fue el dador de la ley, subió al monte y se quedó cuarenta días, y regresó con la ley. Y él... su pecado que le asediaba, era el temperamento; él quebró los mandamientos. Volvió a subir, mostrando que ese sacerdocio debía morir, cesar.
20 Así como Jesús fue al desierto por cuarenta días, y cuando El regresó (Jesús), satanás lo encontró justo en Su punto débil, como lo hizo con Moisés. El punto débil de Jesús era el hambre. El dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan".
21 Jesús dijo: "Escrito está: 'No sólo de pan vivirá el hombre'". El supo en ese momento que no se había encontrado con Moisés. El supo que se había encontrado con Alguien aparte de Moisés, porque Jesús sabía la Palabra.
22 Y si hay algo que la Iglesia debería saber hoy en día, es la Palabra de Dios, cómo unirla y aplicarla a su corazón.
23 Porque este es el día, hermanos (Uds. sean mis testigos), un día de ismos. Yo he estado estudiando Génesis ahora por dos años, Génesis. Ese es el principio, el inicio, el Libro simiente. Y Uds. fíjense que todos esos cultos de este día tienen su principio en Génesis. Ellos tuvieron su principio allá en Génesis, llegando a su fin aquí en los últimos días.
24 Por ejemplo, muchos de ellos, como... Cómo esa religión formal empezó en Caín, cómo siguió y pasó por los hijos de Noé, por Cam. De Cam salió Nimrod. Nimrod edificó la torre de Babel. De Babel pasó hasta el tiempo del Rey Nabucodonosor, y continuó hasta Apocalipsis, hasta Babilonia. Cómo esa simientita empezó muy allá en el pasado al lado este de las puertas del Edén, viniendo, serpenteando; toda clase de cultos y todo, empezaron muy allá en el pasado, serpenteando hasta el fin.
25 Ahora, nos conviene vigilar, ser cuidadosos, estar establecidos en la Palabra. Muchas cosas están aconteciendo hoy, las cuales no son Escriturales. Observemos la Escritura; estemos seguros en dónde estamos correctos. Eso es lo que hemos estado tratando de enseñar esta semana.
26 La cosa más grande que yo encuentro en contra de la iglesia esta noche, es temor; todos están muertos de miedo tocante a algo. ¿Tocante a qué están Uds. temerosos? Si un hombre es nacido de nuevo, él debería estar feliz, libre de cuidados, igual que estos hermanos cantando aquí enfrente, y el hermano testificando allá atrás, sencillamente libres. No hay nada que los pueda dañar. Nada presente, nada futuro, nada nos puede separar del amor de Dios, que es en Cristo. Dios lo ha prometido.
27 El ha llamado por elección. El puso a Su Iglesia en orden. Jesús dijo: "Ninguno puede venir a Mí si el Padre no le trajere". Uds. nunca vinieron a Dios porque Uds. quisieron venir; Uds. vinieron porque Cristo los llamó. Dios los llamó. "Y al que a Mí viene, no le echo fuera. Yo le daré Vida Eterna", no sólo que perdure por una semana, de un avivamiento al otro, sino Vida Eterna, "y Yo le resucitaré en el día postrero". ¡Oh, hermanos! Si eso no le quita el viento a las velas de satanás, yo no sé lo que lo hace.
Dice: "¿Cómo sabe Ud.?"
Yo digo: "Jesús así lo dijo; ASI DICE EL SEÑOR".
28 Jesús así lo dijo, eso lo concluye. Si El lo dijo, yo lo creo. El dijo en Juan 5:24, mi tema predilecto: "El que oye Mis Palabras, y cree al que me envió, tiene Vida Eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a Vida".
Ud. dice: "Eso es muy fácil, Hermano Branham".
29 Nadie, nadie puede creer en su corazón que Jesús es el Cristo, y ser el mismo hombre que antes fue. No puede. No, señor.
30 Como dije anoche: beber, fumar, apostar, todas esas cosas, no son pecado. No es pecado apostar, no es... o mejor dicho, apostar no es pecado; fumar no es pecado; beber no es pecado; jurar no es pecado; son atributos del pecado. Porque Ud. es un pecador, es la razón que lo hace. Si Ud. fuera un Cristiano, no lo haría. El dijo: "El que ama al mundo o las cosas del mundo, el amor de Dios no está en él... ni siquiera está en él". Así que mire, o Ud. es un... Ud. nunca ha visto a un medio Cristiano.
31 Yo le pregunté a alguien la otra noche, yo dije: "¿Es Ud. Cristiano, hermano?"
Dijo: "Yo soy un Cristiano más o menos bueno".
Yo dije: "No, Ud. no lo es".
32 No hay Cristianos más o menos buenos. ¿Cuántos alguna vez han visto a un hombre borracho y sobrio a la vez? Nadie. ¿Cuántos alguna vez han visto a un pájaro negro y blanco a la vez? Nadie. O es uno... Uds. nunca han visto a un pecador y un santo a la vez. O Uds. son nacidos de nuevo o Uds. no han nacido de nuevo. O Uds. están en un lado de la cerca o en el otro. Y miren, si Uds. son nacidos de nuevo, Uds. tienen Vida Eterna, y no hay nada dentro de Uds.... Todas las cosas viejas han pasado, y sólo está la-la fuente. Agua amarga y dulce no provienen de la misma fuente. ¿Ven? El árbol es conocido por el fruto que da. "Por sus frutos los conoceréis".
33 Hace mucho tiempo, todo el pueblo Metodista pensó: "¡Oh!, lo tenemos; nosotros podemos gritar". Después de los días de los Luteranos, ellos pensaron que porque estaban gritando, que lo tenían. Yo también creo en gritar, pero esa no es la razón que lo tengo; eso es un atributo de que lo tengo.
34 Llegaron los Pentecostales, hablaron en lenguas; ellos dijeron: "¡Oh!, ahora sabemos que lo tenemos". ¿Lo tenían? Ya como que han cambiado ahora su manera de pensar. Eso no es tenerlo; Uds. se dan cuenta que eso no es tenerlo.
35 ¡Hermano! "Querido Cordero inmolado, Tu Sangre preciosa nunca perderá Su poder hasta que toda la Iglesia redimida de Dios sea salva para no pecar más". ¿Ven?, aquí está lo que es: "Desde que por fe yo vi el torrente que Tus heridas fluyentes suplieron, amor redentivo ha sido mi tema, y será hasta que yo muera".
36 "Si yo hablase lenguas humanas y Angélicas, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, nada soy. Si tuviese poder para que trasladase montes, y demás, nada soy. Las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia se acabará". Mas cuando el amor perfecto ha entrado al corazón humano, todos los demonios en el infierno nunca lo podrán molestar. Eso es correcto.
37 Si mi esposa me respetara porque ella me tuviera temor, yo no tendría... yo tendría temor de dejarla sola. Pero ella me ama. Ella tiene confianza en mí porque ella sabe que yo la amo, y ella me ama. Ahora, cuando yo salgo, yo no tengo que decir. "Mira, Sra. Branham: te voy a dejar unas órdenes aquí que tú deberás hacer, un conjunto de órdenes. 'No deberás mirar a ningún otro hombre; tú no harás esto, ni tú...'" Yo... Bueno, ella... Todo es automáticamente. Yo la amo y ella me ama, y eso sencillamente lo concluye; sólo sigo adelante.
38 De esa manera es vivir por Cristo. ¡Aleluya! Uno sencillamente lo ama con todo su corazón, alma, y mente, y sigue adelante; eso es todo. No hay mal que pueda salir. Correcto. Porque aquí dentro, todo... Ud. está muerto. Ud. está muerto, y su vida está escondida en Dios por medio de Cristo, sellada allí por el Espíritu Santo. ¿Cómo es que el diablo lo va a agarrar a Ud.? No.
39 Tomen un vagón por ejemplo. En la vía férrea, lo empiezan a cargar y a cargar. Muchos de Uds. aquí, yo conozco a algunos de Uds. que cargan vagones. Y ellos van de vagón a vagón; ellos dictan qué tanto va aquí y qué tanto va allá. Pero antes que ese vagón pueda ser sellado, el inspector tiene que venir; él mira allí adentro, y ve que todo lo que esté allí esté bien ajustado, y que todo esté listo. Va a su destino. Bueno, si hay algo suelto, y teme que se quebrará, él dice: "Descárguenlo; arreglen otra vez la carga hasta que Uds. lo hagan bien". Y cuando está todo bien ajustado y empacado y bien asentado, entonces él cierra las puertas y lo sella, y ninguno puede romper ese sello hasta que llegue a su destino. ¿Es correcto eso?
40 De esa manera lo dice en Efesios 4:30: "No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados hasta [Biblia en inglés-Trad.] el día de la redención". Si Ud. tiene algo suelto, Dios se lo sacará y-y lo arreglará antes que Ud. sea sellado dentro del Reino.
41 Todo hombre aquí, y toda mujer, sin el Bautismo del Espíritu Santo, la única razón que Uds. no lo tienen, es porque no creen. Eso es correcto. La creencia... Lo estudiamos esta semana y lo probamos, que Abraham creyó en Dios, por fe. Correcto.
42 Ahora, esa es una buena doctrina Bautista, el creer en Dios. Hermano Tom, Ud. sabe (yo pienso que Ud. salió de una iglesia Bautista), que ellos decían: "Crean en Dios". Yo también salí. Es una buena iglesia en la cual no estar. ¡Oh, oh!, perdónenme, no quise decir eso. Ahora, un momento; yo no tengo nada en contra de los Bautistas; ellos tienen muchas cosas buenas.
43 Pero mire, hermano, yo los oí en la radio el otro día; un hombre, un buen ministro Bautista trató de pasar por alto Hechos 19. El dijo: "Apolos no conocía a Jesús, así que esa es la razón que ellos tuvieron que ser rebautizados". ¡Oh, no!
44 Apolos sí conocía a Jesús, y él estaba probando por la Palabra de Dios que Jesús era el Cristo. ¡Amén! Y él dijo. "¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando [desde que, Biblia en inglés-Trad.] creísteis?" Correcto.
45 Abra-... Dios le dio a Abraham la promesa, y él creyó la promesa, y le fue contado por justicia; pero El le dio la señal de la circuncisión como un sello de la promesa. ¡Aleluya! Ud. cree en Dios por fe, que Ud. es salvo, y lo acepta a El; y cuando Ud. hace eso, Dios le da a Ud. el Espíritu Santo como el Sello de la promesa que El le prometió a Ud. El Espíritu Santo es un don de Dios (eso es correcto) que circuncida el corazón, corta lo que sobra de la carne, y lo hace una nueva criatura en Cristo Jesús. ¡Amén! Muy bien. ¡Eso es! No es nada con lo cual Ud. tuvo que ver; es un don de Dios. Y cuando Ud. cree correctamente, Dios se lo da a Ud. Es por fe.
46 Ud.... Ahora, fe no es lo que es. Es como si yo tengo veinticinco centavos, y una barra de pan cuesta veinticinco centavos. Los veinticinco centavos... [Al Hermano Branham se le cae una moneda-Ed.]. (La levantaré al rato). Los veinticinco centavos no son la barra de pan, pero los veinticinco centavos compran la barra de pan. Es la pract-... es la... es lo que compra la barra de pan. (Sucede ser que es un medio centavo de Africa, así que me imagino que esa es la razón que se me cayó). Muy bien. Los veinticinco centavos no son la barra de pan; los veinticinco centavos compran la barra de pan.
47 Fe es lo que Ud. tiene en Dios. Y por eso, Dios reconociendo eso, por su fe, le da a Ud. el Espíritu Santo que circuncida el corazón y los oídos (¿es correcto eso?), lo hace a Ud. una nueva criatura.
48 Ahora, Dios se estaba preparando para liberarlos. Nos dimos cuenta que él iba... Moisés llevaba a su propio hijo allá, para liberar a los hijos de Israel, incircunciso. Y Séfora tomó un pedernal afilado, y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó delante de él, dijo: "Tú me eres un esposo de sangre".
49 Como Uds. saben: ¿han estudiado alguna vez eso detenidamente? Moisés tenía un temperamento, Uds. lo saben; eso finalmente le evitó entrar en la tierra prometida: su temperamento. Y Dios lo había puesto allá y le había dado a un esposita también con temperamento fuerte. Les apuesto que ellos tuvieron algunos problemas en la parte de atrás de ese desierto, ¿no creen Uds.? Dios sabe cómo domarlo a uno. Así que El lo arregló a él allá con una mujercita; eso lo demuestra: ella cortó ese prepucio y lo echó delante de él, dijo: "Tú me eres un esposo de sangre". ¡Qué cosa!, El supo cómo arreglarlo, quitar ese temperamento de él. Muy bien.
50 Entonces ellos fueron allá, y él hizo señales y prodigios y milagros. ¡Y fíjense! ¡Oh, hermanos!, yo sentí que Algo me tocó. Miren cómo Jambres y Janes, esos dos astrólogos, estaban allí e hicieron la misma clase de milagros que Moisés y Aarón hicieron, hicieron lo mismo que ellos.
51 ¡Imitaciones! Hermano, tenemos el mundo lleno de eso hoy en día. La iglesia está llena de eso hoy día: comparaciones carnales. Y hay una cosa... Ahora, para acortar esto, fíjense. Como un gran maestro de la Biblia, el otro día en la radio, dijo que sanidad Divina era del diablo, que el diablo practicó sanidad Divina. Yo quiero que Uds. me encuentren la Escritura en dónde el diablo alguna vez practicó sanidad Divina, en dónde está que alguna vez él lo prometió.
52 Dios dijo: "Yo soy Jehová" (Salmos 103:3), "Yo soy Jehová que sana todas tus dolencias".
53 Y Jesús dijo: "Si satanás echa fuera a satanás, entonces su reino está dividido". El no lo puede hacer. El no se puede echar fuera a sí mismo. Así que toda sanidad, no importa de dónde proceda, viene solo de Dios.
54 Y observen a esos hechiceros. Ellos podían traer piojos, pero no los podían quitar. Ellos no podían sanar. Ellos podían hacer el milagro, pero no podían producir la sanidad. La sanidad yace solo en Dios. Y cuando ellos produjeron sarpullido, a los Egipcios mismos les brotó sarpullido.
55 Ellos dijeron: "Dedo de Dios es éste". ¡Aleluya! Yo pienso de ese dedo de Dios. Si Dios puede abrir ojos ciegos por Su dedo, "dedo de Dios es éste", puede hacer todas esas cosas... Miren lo que El hizo con Su dedo: El sanó a los enfermos y resucitó a los muertos. Todas esas cosas El hizo con Su dedo. Pero cuando El fue tras una oveja perdida, El nunca usó Su dedo; El la puso sobre Sus hombros y la trajo. ¡Aleluya! ¡Qué seguridad! Una oveja perdida sobre Sus hombros. No Su dedo; El no usó eso; El usó Sus hombros para traer cargando a la oveja. Fíjense.
56 Entonces Dios, después de arreglar a Moisés, preparándolo, envió las-las señales, y luego la última señal que tomamos anoche, fue muerte. Y nos dimos cuenta que es la muerte espiritual en la iglesia, la última plaga ahorita: la iglesia secándose, siendo volada por el viento. ¡Correcto! Estamos viviendo en un tiempo horrible. Cómo la iglesia, los antiguos que solían verdaderamente tener la victoria, están siendo derrotados, un tiempo de muerte, permitiendo que se quite la Sangre de los postes de la puerta. "Cuando Yo vea la sangre, pasaré de vosotros".
57 Salieron y llegaron a la Roca herida. Fíjense que cuando ellos llegaron a la Roca, ellos tuvieron necesidad. Ahora, Moisés golpeó la Roca con la vara. Allí fue en donde nos quedamos anoche. Golpeó la Roca con la vara, y la vara era la vara del juicio de Dios. Y él golpeó la Roca, y había una hendidura en el costado izquierdo de la Roca. Cuando los hijos de Israel tuvieron hambre, ellos fueron allá. Y un panal, una abeja se había metido allí y había hecho un panal, y ellos obtuvieron miel de la Roca. Todo lo que ellos necesitaban, estaba en la Roca. La Roca siguió a la iglesia, y la Roca era Cristo Jesús. Cuando ellos tenían sed, ellos bebían de la Roca. Cuando ellos tenían hambre, ellos comían de la Roca. Adondequiera que ellos iban, la Roca los seguía. Y la Roca todavía está siguiendo a la Iglesia. Cristo es la Roca que estaba en el desierto. Fíjense ahora: luego, esa misma Roca....
58 Con razón cuando El entró a Jerusalén, ellos dijeron: "¡Házlos callar! ¡Házlos callar!"
59 El dijo: "Si éstos callaran, las rocas, las piedras, inmediatamente clamarían". ¿Qué era eso? Esa Piedra Principal del Angulo venía rodando entre las piedras. Algo tenía que suceder: ¡las piedras clamando!
60 Cuando la mujer que tenía un flujo de sangre por muchos años, le habló a la Roca, y la Roca le dio sanidad. Cuando Lázaro estaba muerto, Marta le habló a la Roca, y Ella dio resurrección. Cuando ellos estaban en el mar, las tormentas todo alrededor, y la pequeña barca arrojada para todos lados como un tapón de corcho de botella en medio del mar....
61 Una mujer me dijo, aquí no hace mucho tiempo, ella dijo: "Hermano Branham", ella dijo: "Jesús no era más que un hombre común". Dijo: "El era un profeta, pero Ud. lo trata de hacer Dios".
Yo dije: "¡El sí era Dios! O El era Dios, o un engañador".
62 Y ella dijo: "¡Ah!, El era un buen Hombre; El era un filósofo. Pero El no pudiera ser Dios; El no era Divino".
63 Yo dije: "El sí era Divino. El tenía que ser Divino. Si El era un hombre, El hubiera nacido sexualmente; pero El tuvo un nacimiento virginal, así que El era la Sangre de Dios. La Biblia dice que fuimos salvos por la Sangre de Dios".
64 Ella dijo: "Yo se lo probaré a Ud., que El no era algo más que Dios, o mejor dicho, no era algo más que un-un-un profeta, y que El no era Divino".
Yo dije: "Si Ud. me lo puede probar por la Biblia".
Ella dijo: "Yo se lo probaré".
Yo dije: "Oigamos su Escritura".
65 Ella dijo: "En San Juan el capítulo 11, cuando Jesús fue allá aquel día al sepulcro de Lázaro...."
Yo dije: "La recuerdo".
Dijo: "El lloró. La Biblia dice que El lloró".
Yo dije: "Eso es verdad". Yo dije: "¿Qué tiene que ver eso con ello?"
Ella dijo: "Eso prueba que El no era Divino, porque El no podía llorar y ser Divino".
66 Yo dije: "Mire, mujer. El era el Dios-Hombre". Yo dije: "Cuando El fue allí, y lloró, mientras El estaba llorando, El era un Hombre. Pero déjeme decirle, cuando El irguió ese cuerpecito allí, y dijo: 'Yo soy la Resurrección y la Vida', y El le habló a un hombre que había estado muerto por cuatro días, y su cuerpo estaba podrido, los gusanos estaban entrando y saliendo de él, la corrupción conoció a su Maestro. Y un hombre que había estado muerto por cuatro días, se puso de pie y vivió otra vez. Ese era más que un hombre hablando; ¡Ese era Dios!" ¡Sí, señor!
67 El era un Hombre cuando estaba allá arriba en el monte esa noche, y descendió buscando por todos lados en un árbol para encontrar algo para comer, una higuera, procurando... El tenía hambre. El tenía hambre como un Hombre. Cuando El estaba buscando en esa higuera, El era un Hombre. Pero cuando El tomó cinco panes y dos pececitos, y alimentó a cinco mil, Ese fue más que Dios, quise decir, más que un hombre; Ese fue Dios en ese Hombre. Sí, señor.
68 Verdaderamente que El era un Hombre cuando estaba acostado en esa barca, y era movida como un tapón de corcho de botella. "Oh, lo arrojaré para todos lados en la barca, y lo haré rebotar". Diez mil demonios del mar juraron que lo ahogarían esa noche. El era un Hombre, tan cansado que El no se podía mover. Pero cuando El puso Su pie en la cargadera [cabo o cuerda para el laboreo de las velas-Trad.] de esa barca, y dijo: "¡Calla, enmudece!" y los vientos y las olas le obedecieron, Ese era más que un Hombre. Ese era Dios. Sí, señor.
69 Cuando El murió en el Calvario, El clamó por misericordia como un hombre. El era un Hombre cuando El murió. Pero cuando resucitó en la mañana de Pascua, El probó que El era Dios. ¡Correcto! ¡Resucitó de los muertos!
70 Con razón el poeta dijo: "Viviendo, El me amó; muriendo, El me salvó; sepultado, El llevó mis pecados muy lejos; resucitando, El me justificó gratuitamente para siempre; y algún día El viene, ¡oh, glorioso día!"
71 ¡El Dios-Hombre! Dios estaba en Su Hijo reconciliando Consigo al mundo. Ellos habían reclamado que El era un-un mago, y un-un adivinador, y un demonio, y Beelzebú, y todo. Pero El era Dios Emanuel, habitando entre nosotros, reconciliando Consigo al mundo. Tenemos una pregunta sobre eso, para mañana, de todas maneras; tomaremos eso y concluiremos eso mañana. Muy bien.
72 En la jornada, esa Roca herida, cuando ellos necesitaban algo, ellos iban a la Roca. Ahora, después de todo eso, y de las bendiciones y cosas, ellos todavía murmuraban.
73 Ellos llegaron al lugar llamado Cades Barnea. Miren, queremos estudiar esto sólo un momento. Cades Barnea era el trono de juicio del mundo en ese día. Eso se encuentra ahora en el capítulo 13 de Números. Y vayan anotando las Escrituras, si Uds. desean. Allí estaba el trono de juicio. Lean los capítulos previos a ése, en su-en su estudio. Nosotros tenemos que tocar sólo los puntos sobresalientes allí en estos tres o cuatro días de avivamiento; no lo podemos estudiar versículo por versículo. Pero era un trono de juicio. Había allí un gran pozo. Tenía muchos pequeños pozos que brotaban de él, los tributarios o-o manantiales que brotaban de este enorme manantial de Cades Barnea.
74 Es un perfecto tipo de la Iglesia. La Iglesia es el Trono de Juicio. El juicio empieza en la casa de Dios.
75 Allí Israel se reunió en Cades. Y ahora, Moisés dijo aquí, en el primer versículo, del capítulo 13:
Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel: de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.
76 Ahora, Dios ordenó que deberían enviar doce hombres allá, uno de cada tribu, enviándolos a la tierra de Canaán para espiar la tierra, para ver si era un buen lugar o no. Los espías fueron, uno de cada tribu: uno de Dan, de Aser, oh, uno de cada una hasta que obtuvieron los doce hombres.
77 Un tipo perfecto de la Iglesia hoy en día en nuestra jornada. Estamos en la jornada al punto de que yo creo que la Iglesia está parada hoy en Cades Barnea: ¡juicio! Ahora, ¡Dios ayúdame! Yo espero que Dios me ayude a dar a entender esto, que penetre bien y profundamente.
78 ¡Haciendo grandes hazañas! Recuerden: ellos habían llegado hasta allí porque Dios se los había prometido. Y por toda la jornada, ellos habían tenido señales y prodigios, y milagros, y ahora ellos estaban allí mismo en la frontera.
79 Y yo creo que estamos en la frontera esta noche. Yo me estaba preguntando tocante a todas mis reuniones y cosas, cómo las tuve que cancelar. Yo verdaderamente creo, que antes que la Iglesia pueda ser raptada, tiene que tener fe de rapto. Nosotros ni siquiera podemos tener fe para sanidad Divina, mucho menos fe de rapto. Tenemos que tener una fe que cambiará y vivificará este cuerpo, y ser raptados. Yo creo que hay una Iglesia en camino esta noche, un poder del Dios Viviente, en donde hombres hablarán la Palabra aquí y allá, y destellará como relámpago. Y una Iglesia se manifestará, no un sicólogo, no algo de esta imitación, de manufacturar, sino una Iglesia llamada a salir, real, verdadera, genuina, y ungida con el Espíritu Santo. ¡Amén!
80 Aquí están ellos parados en Cades Barnea. Ellos dijeron: "Crucen al otro lado. La tierra se nos fue dada hace cientos de años por Dios, por medio de nuestros padres. Nosotros somos la simiente de Abraham. Dios nos ha guiado seguros". Sólo son cuarenta y algo de millas [64 y algo de km.-Trad.] desde Egipto hasta la frontera, a Cades Barnea. Ellos pudieron haber llegado allí en unos cuantos días, pero, recuerden: debido a su incredulidad, los hizo andar errantes por cuarenta años.
81 ¡Incredulidad! Fíjense, es la Iglesia de la cual yo estoy hablando, parabólicamente hablando. Lo que era el Antiguo, el Nuevo lo es de una manera más magnificada. Lo que era lo natural, es lo espiritual.
82 Ahora, ¡Cades! Y allí él dijo: "Miren: Uds. vayan y espíen". Dios los envió; Moisés no los envió. Dios los envió, y dijo: "Vayan allá y espíen la tierra, y regresen y dígannos si es una tierra buena, o una tierra mala, o si la podemos tomar, o si esto, eso, o lo otro. Uds. vayan y dense cuenta".
83 Y los doce cruzaron allá. Ellos cortaron un grande racimo de uvas. (Uds. saben tocante a Rahab la ramera y demás). Muy bien. Esos fueron allá y cortaron ese racimo de uvas, y regresaron. Pero escuchen el reporte.
84 Hubo doce hombres, y diez de los doce, dijeron: "¡Oh!, ellos son un pueblo terrible". Miren aquí, qué-qué escena. Escuchen esto cuando abramos ahora en el versículo 17, o el versículo 27, mejor dicho, para leer; les dice allí de los hombres que él envió. Y cuando ellos regresaron, sus corazones estaban apocados; ellos dijeron: "¡Ah, ellos son hombres grandes!" Escuchen esto:
Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto-el fruto de ella. (Exactamente como Dios lo había prometido. Ahora, fíjense):
Mas el pueblo... habita... que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas;... también vimos allí a... hijos de Anac.
Y Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.
Entonces Caleb... (¡Aleluya!)... Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos.
85 ¡Me gusta eso! ¡Qué cosa! Sólo sigamos un poquito más adelante.
Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.
86 ¡Escuchen eso! Y continuaron diciendo: "Nosotros parecíamos como langostas al lado de ellos". Ese es el reporte.
87 Pero Caleb y Josué dijeron: "Nosotros la podemos tomar. Somos capaces de tomarla". ¿Por qué eran ellos capaces de tomarla? Porque Dios les había prometido tomarla. Me gusta esa valentía.
88 Diez de ellos... Ahora llegó la iglesia. Y ha llegado ahora a un punto en donde hemos pasado por la edad Luterana, la edad Metodista, y la edad Pentecostal, y hemos llegado a un punto, y ahora algunos de la gente del Evangelio Completo se han vuelto firmemente en contra de la sanidad Divina, creen que ni siquiera estaba en la expiación. Bueno, ha llegado a un punto, amigos, en donde uno... Se está poniendo horrible aquí. "La religión antigua", ellos dicen: "Es algo que pasó hace mucho tiempo; no la podemos recibir; es demasiado. Estamos viviendo en un día moderno; nosotros debemos tener ideas modernas. Tenemos que tener juegos de tejo en las iglesias, juegos de ping-pong [juego parecido al tenis que se juega en una mesa-Trad.], y todo para evitar que nuestra juventud se vaya".
89 Hermano o hermana, si alguna vez llega el tiempo que yo tenga que tener una fiesta de juego de baraja en la iglesia para evitar que la audiencia se vaya, yo dejaré de predicar el Evangelio, porque ha perdido Su poder. Déjeme decirle, hermano, lo que necesitamos hoy en día es el Evangelio sencillo, chapado a la antigua, el poder del Espíritu Santo, predicado en Su simplicidad. Entonces: "Si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí mismo". ¡Sí, señor!
90 Nosotros hoy día... ellos dicen: "¡Oh, nosotros no podemos regresar a hacer esas cosas que los apóstoles hicieron!"
91 ¡Estamos viviendo en los últimos días, cuando Dios ha prometido que El derramaría Su Espíritu sobre toda carne! ¡Aleluya! Nosotros estamos aquí al fin del camino. Gracias a Dios por algunos Calebs y Josués que están listos para cruzar (¡aleluya!), cruzar y traer de regreso la evidencia (¡aleluya!), que es una tierra grandiosa. Trajeron de regreso dos racimos de uvas, e iban caminando así, tratando de cargarlos. ¡Qué tierra!, ¡qué lugar! Gracias a Dios por la gente que ha cruzado al otro lado, fuera de esa vieja condición de una iglesia formal, encadenada, ultra conservadora, impía, (¡aleluya!), que han llegado al punto donde ellos han cruzado a la tierra de Canaán y comen mucho de las buenas uvas que aun los hace babear en el púlpito. ¡Aleluya! Es toda esa buena y chapada a la antigua... Ebrios con vino, como Pedro bebió en el Día de Pentecostés, cuando el poder de Dios tomó control de la Iglesia. ¡Aleluya! ¡Cades Barnea! ¡Nosotros lo podemos hacer!
92 Un hombre me dijo: "¿Me quiere Ud. decir que nosotros podemos recibir el Espíritu Santo como ellos lo recibieron hace mucho tiempo?"
"¡Sí, señor!"
"Ahora, ¿cómo sabe Ud.?"
Yo dije: "Yo lo recibí. ¡Aleluya! Por eso es que lo sé".
93 Anoche tuvimos un tipo hermoso, cuando los hijos de Israel cruzaron a la tierra, cruzaron al otro lado para entrar a-a una peregrinación, la cual es un tipo perfecto de nuestra peregrinación. Nosotros salimos de Canaán. Yo saqué las estacas de mi tienda, y me fui (¿lo han hecho Uds.?), dejando las viejas ollas de ajos y picadillo de allá, y la hediondez del mundo. Levanté la tienda, me fui, y crucé el Jordán. ¡Aleluya! El mar rojo de la Sangre de Jesucristo ahogó todo cigarrillo, tabaco, y lo obsceno y lo inmundo del mundo fue ahogado, igual que aquellos capataces de allá, y están flotando en el mar. ¡Aleluya! ¡Con razón gritamos y danzamos!
94 Mire lo que hizo Moisés: levantó su mano y cantó en el Espíritu. Y María tomó un pandero y empezó a danzar, y a brincar, y a saltar, y a alabar a Dios. Y las hijas de Israel la siguieron, danzando, y alabando a Dios, y gritando. ¡Aleluya! Ellos habían cruzado al otro lado del mar. Todos los capataces del pasado estaban muertos allí en el mar. Ellos miraron hacia atrás, y dijeron: "¡Qué cosa!, Uds. ya nunca más nos molestarán". ¡Oh, hermanos! Quemaron todos los puentes, listos para seguir ahora, seguir la jornada.
Ahora, ellos dijeron: "¿La podemos tomar?"
"Seguro que nosotros la podemos tomar".
"¿Por qué?"
"¡Dios así lo dijo!"
95 Y recuerden que ellos... Dios prometió suplir sus necesidades. Lo estudiamos anoche. "¿Cómo las va a suplir?" Yo no sé. "Bueno, quizás les va a enviar algo de masa de alguna parte de una...."
96 No había quedado nada en Egipto, ¿de dónde iba a venir la masa? ¡Oh, hermanos! Esos no son mis asuntos.
97 Alguien me dijo en una ocasión, dijo: "¿Cree Ud. tocante a ese Elías, esa historia de las aves allá?"
Yo dije: "¡Seguro!"
98 Dijo: "¿Me quiere decir Ud. que cree que ese predicador se sentó al lado del arroyo de Querit allá y que los cuervos le dieron de comer?"
Yo dije: "¡Seguro!"
"¿Cómo sabe Ud. que ellos le dieron de comer?"
Yo dije: "La Biblia así lo dice". Correcto.
99 Dijo: "Yo le quiero preguntar algo a Ud., predicador". Dijo: "¿De dónde cree Ud. que esos cuervos tomaron esos emparedados?"
100 Yo dije: "Yo no sé. Ellos los trajeron; Elías se los comió. Eso es todo lo que yo sé".
El dijo: "Yo creo que Uds. se ponen todos entusiasmados".
101 Yo dije: "No. Yo no le puedo decir a Ud. de dónde provine, pero provine de alguna parte. Dios lo trae; nosotros lo comemos (¡aleluya!), y trae gozo".
102 ¿Cómo sucede?, yo no sé. Dios sencillamente lo envía, y yo lo agarro. Yo tomé un puñado hace unos cuantos momentos, y me lo tragué; todavía me está haciendo cosquillas a medida que baja. ¡Está sabroso! No se asusten; yo no estoy loco. Yo he sido llamado eso, pero no lo estoy. Si lo estoy, sólo déjenme en paz; yo estoy contento. Muy bien. Sí, señor, pero me siento muy religioso en estos momentos, ¡oh, seguro que sí! Muy bien.
103 Mírenlos. Allí están ellos. "¿Cómo lo vamos a hacer?" Ahora, Dios hizo llover maná de los Cielos y los alimentó, ¿no lo hizo El? El de seguro lo hizo. Y ellos lo recogieron. Ya estudiamos eso.
104 Ahora, ese fue un tipo perfecto de nuestro alimento hoy. Ese maná nunca cesó; cayó cada noche, cada noche, por todo el tiempo que ellos estuvieron en la jornada habiendo salido de Egipto, para entrar en la tierra prometida. Y el Espíritu Santo cayó tan pronto que los discípulos salieron de Egipto; en el Día de Pentecostés el Espíritu Santo vino del Cielo (del mismo Lugar de donde vino el maná), como un viento recio que soplaba, llenó toda la casa en donde ellos estaban sentados; lenguas repartidas como de fuego se asentaron sobre ellos. Ellos salieron de allí, gritando, y actuando como hombres borrachos, danzando, tambaleándose, gritando, babeando, y todo lo demás.
105 ¿Han visto Uds. alguna vez a un borracho yendo a casa? ¡Qué cosa!, él toma los dos lados de la calle: "¡Hola, desconocido!" Nada le molesta a él.
106 "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu", Romanos 8:1. Ahí vienen ellos, yendo a casa; ahora tambaleándose bajo el impacto del Espíritu Santo, lo cual era el Maná de Dios que había descendido del Cielo, y ha caído desde aquel día hasta este día. Todo....
107 Sabemos lo que era el gomer, lo tenían lleno, para que todo sacerdote que entraba pudiera comer un bocado del maná original.
108 ¿Cuánto tiempo iba a durar este maná? Repasando lo que hablamos anoche, en la lección: Pedro dijo: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare". El Espíritu Santo es el mismo Espíritu Santo en esta noche como era allá en el principio. ¿Lo podemos recibir? Sí, señor.
109 La iglesia llega a Cades. ¿Qué va Ud. a hacer? Aquí estamos. Ellos dicen... Miren: cada individuo, cada uno de Uds. está en Cades; llegamos allí.
110 Y Uds. dicen: "Ahora, si yo-si yo voy allá y recibo algo de esa religión de 'santos rodadores' de los que ellos hablan, mi mami me echará fuera de la casa".
111 Ahí está Ud., en Cades. ¿Lo puede Ud. hacer? Sí, Dios se lo prometió a Ud. "Yo no vengo a traer paz, sino espada. Yo vengo a separar padre y madre, esposo, esposa, hermana, hermano, y todo. Y él que no dejare a los suyos y me sigue, no es digno de ser llamado Mío. Y el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, no es digno". Correcto.
112 Hermano, déjeme decirle, significa mucho más que ir y estrechar manos con el predicador y que unas cuantas gotas de agua sean rociadas sobre Ud. ¡Correcto! Hermano: significa mucho más que caminar hacia el altar y tomar comunión, y regresar, y sentarse en su asiento. Significa vender todo, morir, hermano, y recibir una religión que mata el pecado, honesta, de la parte de atrás de los bosques, chapada a la antigua que no lo lava y lo deja blanco, sino... mejor dicho, que no lo encala a Ud., sino que lo lava y lo deja blanco (¡aleluya!), lo limpia, le quema todo, lo restriega, lo esteriliza, y lo hace una persona nueva. ¡Amén! Esa clase es sin formalismo, hermano, pero, déjeme decirle, "se le pegará a sus costillas". Reciba algo de Ella. Correcto. Lo sostendrá durante las pruebas. ¡Amén! Casi me siento como que quiero gritar. Eso es bastante como para... Sí, señor.
113 Cuando yo pienso de ello, ¡hermano!, está segura. ¡Dios lo dijo así! ¿La podemos tomar? ¡Seguro que la podemos tomar! "En los postreros días derramaré de Mi Espíritu y mostraré señales y prodigios". ¡Aleluya! El dijo que El lo haría. Dios lo prometió. Nosotros estamos en Cades; ¡vayamos a tomarla! Alguien ha estado allá y trajo de regreso algunas uvas. Yo sé que la tierra es buena. Correcto. Crucemos y obtengamos algunas de ellas. Correcto.
114 La iglesia empezó a murmurar y a retorcerse y todo. Dios ya hubiera enviado a la iglesia allá, hace años, si ellos sólo lo hubieran escuchado a El. Pero ellos empezaron a argumentar y a quejarse, y a murmurar.
115 Los Metodistas tuvieron un avivamiento chapado a la antigua allá en los días de Spurgeon; ellos empezaron a recibir dones y demás. Y la iglesia entró allí mismo y empezó a destrozar esa cosa; y la iglesia ha estado vagando en el desierto desde entonces, vagando sin rumbo. Se dividieron en Nazarenos, en Santos Peregrinos, en esto y eso, y esto y eso, y eso y lo otro, y todo lo demás, al grado que ahora es como un gran montón de no sé qué. Es la verdad. Ellos organizaron grandes escuelas y pensaron que ellos enseñarían la teología de algún lugar.
116 Como dije anoche, me recuerda a un depósito de cadáveres. Va uno allí, y está tan frío. Uno entra, y el termómetro-termómetro espiritual marca: "cien bajo cero".
117 Alguien... Una vez, no hace mucho tiempo, una ancianita vino de allá del campo; ella entró; vestía un vestidito largo, que cubría su cuello hasta aquí. Ella entró, y su-su hijo la había llevado a la iglesia. El estaba avergonzado de ella. Ella llegó a la puerta, y dijo: "Buenos días, pastor", y entró así de esa manera.
118 Y su esposo, mejor dicho, sus hermanos, o mejor dicho, su hijo dijo: "¡Oh, mamá, mamá, serénate!" El había ido y pertenecía a una gran iglesia aristócrata, Uds. saben.
119 Ella dijo: "Bueno, ¡gloria a Dios! ¿No estoy yo en la casa de Dios?" Es todo lo que ella sabía.
120 Déjeme decirle, hermano, su nombre pudiera no haber estado allí en: "¿Quién es quién?", como muchos de ellos lo tienen, y dicen que tienen cuatrocientos perfectos. ¡Pero su nombre estaba escrito en el Libro de la Vida del Cordero! Yo prefiero tener el mío Allí, que en el de todos, el de: "¿Quién es quién?" ¡Aleluya! Aquél, verdaderamente le dice quién es quién: un nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero.
121 Ella entró y se sentó. El predicador empezó a decir: "Miren: el Señor Jesucristo vino a la tierra para salvar al pecador".
122 Ella dijo: "¡Amén! ¡Gloria a Dios! Eso es correcto, hermano". Y todos alargaron sus cuellos como un ganso en alguna parte, mirando para todos lados, preguntándose porqué.
123 Y así que él hizo: "Mmm, mmm". El estaba leyendo sus notas, Uds. saben. Así que él como que se puso un poco confuso entonces, e hizo: "Mmm, mmm. Perdónenme". Dijo: "Y, como yo estaba diciendo, el Señor Jesucristo vino a la tierra".
Ella dijo: "¡Gloria a Dios! Eso es correcto, hermano. ¡Aleluya!"
124 Así que el ujier fue allí y le dio golpecitos en el hombro, dijo: "Sra.: Ud. tiene que guardar silencio, o la vamos a tener que echar fuera". ¡Oh, hermanos! ¡Aleluya!
125 Eso es en lo que entramos (correcto), en escuelas de profetas. Levantamos a los maestros; les inyectamos el líquido embalsamador en ellos para mantenerlos... ellos están muertos de todas maneras, y luego les meten líquido embalsamador para mantenerlos más muertos, alguna de esa teología vieja que ellos enseñan de que los días de los milagros han pasado, de que no hay tal cosa como una religión sentida en el corazón.
126 Me recuerda de un hombre de color de allá en el sur, un anciano que cargaba su Biblia para todos lados. Le dijeron: "¿Por qué cargas esa Biblia, amigo?"
El dijo: "Yo la creo".
Dijo: "Tú no puedes leer una sola palabra de Ella".
127 Dijo: "Yo la creo de todas maneras". Dijo: "Yo la creo de cubierta a cubierta; creo la cubierta también".
Dijo: "¿Cómo sabes?"
128 Dijo: "Tiene escrito en Ella: 'Santa Biblia'". Sí, señor. El la creía de todas maneras, a él no le importaba....
129 Dijo: "¿Qué harías tú...?" Dijo: "¿Harías tú todo lo que está en esa Biblia?"
Dijo: "Si el Señor me dijera que hiciera algo, yo lo haría".
El dijo: "¿Qué si El te dijera que atravesaras esa pared?"
El dijo: "Yo la atravesaría".
130 Dijo: "¿Crees tú que pudieras atravesar esa pared sin un hoyo en ella?"
131 Dijo: "Si el Señor me dijera que la atravesara, El haría un hoyo en ella para que yo la atravesara". Eso es correcto también, hermano. ¡Aleluya! Eso es la verdad. Si Dios le dice a Ud. que la atraviese, El tendrá el hoyo allí cuando Ud. llegue allí. No se preocupe al respecto.
132 ¡Escuela, teología! ¡Oh, hermanos! ¿Saben Uds. lo que han hecho ellos? En lugar del aposento alto, ellos lo substituyeron por un aposento para cenar; hierven un gallo viejo y lo venden por cincuenta centavos el plato, para tratar de pagarle al predicador. Hermano, si Uds. pagaran sus diezmos e hicieran lo que Dios dijo que Uds. hicieran, Uds. no tuvieran esas cenas de sopas [el Hermano Branham golpea el púlpito con su mano-Ed.], y cosas así. ¡Amén! (Aun el aceite para ungir brincó de allí, con eso). Déjeme decirle algo a Ud., hermano: Dios quiere una iglesia que se mueva en la Divina voluntad de Dios, basada sobre ASI DICE EL SEÑOR. Sí, señor. Ellos han quitado toda la espera en el aposento alto, de esa manera. Lo que han hecho, ellos han substituido al Espíritu Santo por teología. Alguien sale y dice: "Bueno, nosotros creemos esto, y creemos eso". ¿Por qué lo creen? Eso no está en la Biblia, nada tocante a eso.
133 Alguien dijo: "¿Qué piensa Ud. de ese sacerdote de aquí que el otro día huyó con esa mujer y se casó con ella?"
134 Yo dije: "El tenía derecho de hacerlo. El tenía derecho a casarse tanto como yo tengo o cualquier otro. Ud. no puede encontrar eso en la Biblia".
Un muchacho Católico dijo: "¿Es eso verdad, Billy?"
Yo dije: "¡Es la verdad!"
El dijo: "Muéstramelo".
135 Y yo dije: "Bueno, yo te lo mostraré en la Biblia, que "honroso sea en todos el matrimonio". (¡Aleluya!) Pablo dijo: 'Que todo hombre tenga su propia mujer'. Eso es exactamente correcto". Dije: "Eso es un-un credo romano, y no hay más verdad en ello que lo que hay en los pozos sin fondo del infierno". ¡Aleluya! ¡Yo creo la Palabra de Dios! Yo tengo que creer algo, y esto es ASI DICE EL SEÑOR.
136 Una vez ellos tenían un grupo de esos predicadores como esos, allá en el Antiguo Testamento, enseñándoles muchas cosas; yo les mostraré qué-qué clase de educación ellos tenían. Ellos les estaban enseñando todo tocante a la teología de ese día, la escuela de los profetas. Y un día ellos vinieron para ver a un verdadero profeta. El profeta le dijo a uno de ellos: "Ve allá y recoge una falda llena de-de algunas hierbas, y las pondremos en la olla grande; vamos a tener una-una gran olla de-de guisantes cocinados aquí".
137 ¿Y saben Uds. lo que hizo ese predicador? El fue y recogió una falda llena de calabazas, calabazas silvestres de una parra silvestre. ¡Qué cosa!, un hombre que no sabía la diferencia entre guisantes y una calabaza silvestre: ¡vaya predicador!, déjenme decirles. El las echó en la olla y las empezó a cocinar. Cuando menos pensaron, todos cogieron un gran plato lleno de eso, y dijeron: "¡Hay muerte en la olla!"
138 Ese es el problema hoy en día: ¡hay muerte en la olla! Algunos de estos viejos seminarios fríos, formales, lugares impíos, que están tratando de enseñar alguna teología, ellos están matando a la gente, apartándola de Cristo. ¡Nosotros necesitamos el Bautismo del Espíritu Santo para dar Vida! ¡Aleluya! ¡Fiuuu! Yo me siento como el doble de mi tamaño ahorita. Pero esa es la verdad, hermano...?... Uds. están cocinando algo. Correcto. Uds. están cocinando algo, pero, ¿qué están Uds. cocinando? Esa es la siguiente cosa. ¡Un hombre que no sabía la diferencia entre las calabazas silvestres y los guisantes! Eso es como algunos de ellos. Esa es la verdad. Sí, señor.
Dijeron: "Hay muerte en la olla".
139 Eliseo era un verdadero profeta. El dijo: "¡Oh!, no se preocupen al respecto. ¡No se alarmen!" ¡Amén!
"Nosotros tenemos un hombre aquí que tiene una doble porción. ¡Aleluya! El había cruzado a la tierra de Canaán, y había regresado; tenía una doble porción".
Dijo: "Trae..." Ellos sabían qué hacer cuando surgía el problema. Dijo: "Ve, y tráeme un puñado de harina". El tomó la harina y la arrojó en la olla. Dijo: "Ahora, coman todo lo que Uds. quieran. Está bien ahora".
140 ¿Por qué la harina? La harina estaba allí para la ofrenda... para la comida ofrecida, la ofrenda mecida delante del Señor. Y esa harina tenía que ser molida por la piedra de molino que molía cada grano del mismo tamaño. Esa comida ofrecida era Cristo. Ponga a Cristo adentro, cada grano que la piedra de molino molió era del mismo tamaño, Jesucristo el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Cuando hay muerte en la olla, ponga a Cristo allí adentro. ¡Aleluya! ¡Fiuuu! ¡Gloria! ¡Aleluya!
141 La primera vez que vi a alguien con el Espíritu Santo, fue a un anciano de color que traía puesto un abrigo grande y largo. El estaba tan anciano, que ellos le tuvieron que ayudar a subir de esta manera. Y él se subió allá y empezó a predicar. Muchos de aquellos predicadores empezaron a predicar tocante, oh, a lo que sucedió aquí en la tierra. El tomó su texto de allá de Job: "¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra?, ¿cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?" El dijo: "Uds. piensan que tenemos alguna clase de religión nueva". Dijo: "¡Hermano!: yo sólo tengo una probada chapada a la antigua, o mejor dicho, un caso nuevo de una religión chapada a la antigua". Después de un rato el Espíritu Santo lo tomó. (El pobre anciano estaba todo tieso, él estaba parado allí). El se irguió, dio un salto golpeando sus tacones al juntarlos, y dijo: "¡Gloria! ¡Aleluya!" Dijo: "Uds. no tienen aquí arriba el espacio suficiente para que yo predique", y se bajó de la plataforma.
142 Yo dije: "¡Hermano!, si Eso le hace eso a un hombre de ochenta años de edad, ¿qué haría conmigo? ¡Yo lo quiero!" ¡Aleluya! ¡Correcto! ¡Sí, señor!, yo estaba disfrutando de unos grandes momentos. Me salí a los maizales, me arrodillé en mis rodillas enmohecidas, y oré por El. Eso es correcto.
143 Como el anciano Buddy Robinson, que insistía querer el Espíritu Santo. Dijo: "¡Gloria a Dios! Yo quería tanto el Espíritu Santo, que no sabía qué hacer". El dijo: "Yo estaba arando una mañana con Alec [Álec, pronunciación figurada-Trad.]", su mula. Dijo: "Alec seguía pisoteando el maíz. Yo me enojé con él; fui allá y le mordí la oreja tan fuerte como podía. Alec me quiso patear". Dijo: "Fui y me senté. Y lo miré; él estaba parado allí". Dijo: "Mordí a Alec tan fuerte como podía". Dijo: "Lo miré, y dije: 'Alec'". Dijo que él dijo: "Alec, lo siento. Ya no haré eso más". Dijo: "Alec volteó, y dijo: 'Si tú no recibes más religión que la que tú tienes ahora, tú me tratarás de esa manera otra vez'". ¡Qué cosa!, ¡qué cosa! ¡Correcto! El dijo: "Me arrodillé en el maizal, y dije: 'Señor, dame mucho conocimiento en lo profundo de mi alma. Ayúdame a pelearle al diablo mientras tenga un diente en mi boca, luego morderlo con la encía hasta que yo muera'". El dijo: "'Señor, si Tú no me das el Espíritu Santo, cuando Tú regreses a la tierra Tú vas a encontrar un montón de huesos tirados aquí mismo'". El lo recibió. ¡Amén! ¡Correcto!
144 Si Ud. verdaderamente es sincero y lo dice en serio delante de Dios, Dios lo llevará hasta el fin. No importa lo que digan los predicadores de seminario; nosotros podemos recibir el Espíritu Santo porque Dios nos lo prometió.
145 Allí es en dónde Caleb basó-basó su fe; allí es en dónde Josué la basó, porque Dios dijo: "Es de Uds.; Yo ya se las he dado". ¡Aleluya! ¡Me gusta eso! No: "Yo se las daré", sino: "Yo ya se las dí".
146 "A los que llamó, El justificó". ¿Es correcto eso? "Y a los que justificó, El glorificó". ¿Es correcto eso? Entonces, hermano, en el Cielo ya estamos glorificados juntamente con Cristo Jesús. ¡Aleluya! ¡Correcto! Dejen que el diablo berree y grite, que tenga todas sus rabietas que él quiera. ASI DICE EL SEÑOR. Correcto. ¡Oh, hermanos!
147 Pasemos aquí a otro lugar y prediquemos en alguna otra parte para que nos salgamos de eso un poquito. ¡Oh, cuán maravilloso! Ellos empezaron a murmurar después de eso, a argumentar. Vayamos al capítulo 21 y empecemos como en el versículo 5. Ellos empezaron a murmurar allí y a argumentar, y a alborotarse; cortaron el abastamiento de agua.
148 Quizás ese es el problema con la iglesia en esta noche: está argumentando mucho y refunfuñando. El abastamiento de agua está cortado.
149 Como Uds. saben, yo-yo viajo mucho por todo el mundo. Y uno de los lugares más espinosos y molestos para intentar acostarse, es en el desierto. Todo allí tiene una espina. ¿Saben por qué? Toda clase de hierbita es un cacto. Uno no se puede acostar en ninguna parte; lo pincha a uno. La razón de ello, es que no tienen agua. El agua los hace blandos. En donde hay mucha agua, uno no tiene ni espinas ni cardos, en donde hay mucha agua.
150 Y déjeme decirle, hermano, Ud. toma una vieja iglesia que está seca en su hueso, y sin el Espíritu Santo en ella, y sin salvación, sin sanidad Divina, sin el poder de Dios, sin gritos, sin gozo, y siempre está: "Esto, ¡oh!, ella hizo esto, él hizo esto, y él hizo esto", espina, espina, espina... Lo que Ud. necesita es un buen chorro del Espíritu Santo borboteando, chapado a la antigua,(¡aleluya!), que lo ablande un poquito. ¡Amén! Eso significa: "Así sea". El Tabernáculo Branham necesita una buena dosis de eso también. Correcto. Oh, ¿es correcto eso? ¡Amén! ¡Oh, estoy disfrutando de unos buenos momentos aquí! Mi ropa me queda exactamente bien, Hermano Higginbotham. Sí, señor. Mi cuello no está muy grande; mi camisa me queda, sencillamente se siente bien. Aun mi esposa no está aquí, así que yo-yo puedo sencillamente disfrutar de unos momentos gloriosos. Oh, no le vayan a decir a ella, no. Muy bien, pero yo estoy disfrutando unos buenos momentos.
Uds. dicen: "¿Está Ud. contento?"
151 ¡Seguro que estoy contento! ¿Cómo puedo evitar de estar contento, sabiendo lo que sé? ¡Amén! Cristo me salvó, me llenó con el Espíritu Santo, y me dio un boleto al Cielo. Yo sencillamente estoy disfrutando de unos buenos momentos, caminando adelante, y yo estoy diciendo: "¡Vengan, todos Uds.!" Sí, señor.
152 Me recuerda de un hombre que en una ocasión puso a empollar una gallina. Y la gallina tenía... A él le faltaba un huevo para completar la empollada. Y él no tenía... El pensó: "¿En dónde voy a conseguir ese huevo que me falta?" Así que él salió y se encontró un huevo de pato, y lo puso debajo de la gallina.
153 Y la gallina empolló a todos sus pollitos y al pato también. Y ellos caminaban en el corral, Uds. saben. ¡Y qué si ese patito se miraba fuera de su lugar! Igual que uno de Uds. "santos rodadores" ahora, como Uds. saben. El caminaba alrededor: "Cuac-cuac, cuac-cuac", de esa manera. Y, ¡oh!, se iban detrás del granero, Uds. saben, y la gallina agarraba un saltamontes, y él hacía: "Cuac-cuac, cuac-cuac". Y ahí iba ella: "Cloc-cloc, cloc-cloc". Y ahí iban los pollitos corriendo a ella de esa manera, cada uno. Pero el patito no entendía el llamado "cuac-cuac". El no sabía lo que significaba todo ese polvo que se le metía en su nariz y todo. El era un patito que se miraba raro, fuera de su lugar.
154 Como un buen miembro con el Espíritu Santo, chapado a la antigua, en una iglesia vieja, formal, y fría: sencillamente fuera de lugar. Hablan tocante a todo esto, eso, y lo otro, y quién es presidente. Y ellos quieren saber quién es Dios; ellos quieren saber tocante a Dios.
155 Pero, ¿saben Uds.?, esa gallina un día cometió un error, igual que lo cometió la vieja iglesia. Correcto. Ella salió un día muy lejos del corral en el que ellos estaban, iba allí, y después de un rato, el patito levantó su cabeza y [el Hermano Branham hace un sonido como oliendo-Ed.], él olió agua. Era su naturaleza, como Uds. saben. ¡Amén! El olió agua. El hizo: "Jonc-jonc, jonc-jonc". ¡Oh, hermanos! El no era una gallina por naturaleza de todas maneras; él era un pato por naturaleza. Así que él olió el agua; había allí un arroyito que corría allá abajo. La gallina hizo: "Cloc-cloc, cloc-cloc, cloc".
156 El hizo: "Jonc-jonc, jonc-jonc", corriendo directamente al agua tan rápido como él podía.
157 De esa manera es, con hombres, cuando un hombre ha nacido en el Reino de Dios. La vieja iglesia puede decir: "Apártense de esos 'santos rodadores'; es necedad; es esto, eso, lo otro".
"Jonc-jonc, jonc", él tiene que llegar al agua. ¡Aleluya!
158 ¡Gloria! "El que creyere y fuere bautizado, será salvo". ¡Gloria a Dios! Ud. dice que estamos locos; pero, hermano, estamos contentos.
159 "Jonc-jonc, jonc-jonc, jonc-jonc". Ese patito se fue al agua. ¿Qué era? Era su naturaleza. El no lo podía evitar. Había algo dentro de él clamando por el agua.
160 Y cuando Dios está en un corazón, lo llama a una reunión del Espíritu Santo, chapada a la antigua. ¡Gloria! ¡Correcto, hermano!; yo sé que es mi naturaleza. ¡Aleluya! A menos que su naturaleza haya sido cambiada, Ud. todavía escuchará el "cloqueo" de la vieja gallina. Pero cuando Ud. huele agua, si Ud. es un pato, Ud. se va graznando, porque va directo hacia el agua. ¡Aleluya!
161 Josué dijo: "¡Nosotros la podemos tomar!" Josué dijo: "Nosotros lo podemos hacer". Caleb dijo: "Nosotros lo podemos hacer".
"¿Cómo sabes que lo podemos hacer?"
162 El dijo: "Porque Dios lo ha dicho, y vamos a cruzar. Lo vamos a lograr, y lo vamos a hacer". Y ellos se fueron. Ellos se fueron a la tierra, y recibieron la evidencia del Espíritu Santo, y ellos regresaron para probarlo. La tierra era buena, estaba produciendo uvas buenas. Estoy contento por ello, ¿no lo están Uds.? ¡Oh, hermanos!, sólo cómanselas y babeen como un caballo comiendo trébol. Correcto. Sí, señor, sólo disfrutando de unos grandes momentos, disfrutándolos.
163 ¿Qué me importa a mí lo que el mundo diga? ¡Nada en lo absoluto! El mero Dios que me levantó, que salvó mi alma, y me envió por dondequiera, orando por reyes y todo lo demás, por todo el país... Fue este Espíritu Santo chapado a la antigua que lo hizo. Yo nunca me he avergonzado de El. Yo he dicho en palacios de reyes: "Yo he recibido el Bautismo del Espíritu Santo". ¡Aleluya! Correcto. Ellos tienen hambre también. Ellos tienen hambre y sed.
164 Miren aquí, ellos empezaron a murmurar y a quejarse. El abastecimiento de agua fue cortado.
165 Ahora, apresurémonos. ¿Qué hora es? ¡Qué cosa!, lo siento que me tardé. Perdónenme por enseñar tan extensamente. ¡Oh!, todavía no he enseñado, ¿verdad? Pero sólo un momento; llegaré a mi lección después de un rato. No, yo sólo estaba bromeando con Uds. ¡Quédense quietos! Tomemos sólo unas cuantas palabras aquí; yo tengo algo que quiero decir.
166 El versículo 5 del capítulo 21 ahora, y escuchen muy atentamente.
Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto... en este desierto? Pues no hay... ni agua, y-y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
167 Después de haber sido llenos con la buena comida de Angel y todo, ellos decían: "¡Ah, estamos fastidiados de ella! Nos gustaría comer algo de ajo y pan negro de centeno con semillas de alcaravea". Ellos querían las ollas viejas de carne de Egipto.
Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo...
Entonces... vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes ardientes. Y Moisés oró por el pueblo.
Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
168 Oh, permítanme tomar eso, esa cosita allí antes que entremos en el servicio de mañana en la noche. La serpiente de bronce (igual que la Roca herida anoche, como terminamos en la Roca herida), la serpiente de bronce era Jesucristo.
Uds. dicen: "¿Una serpiente?" Sí.
169 La serpiente representó el pecado ya juzgado. Dios juzgó a la serpiente en el huerto del Edén, en el capítulo 3 de Génesis y el versículo 14; Dios ya trajo el juicio sobre la serpiente. ¡Oh!, ella era hermosa y caminaba derecha; ella era la más astuta de todas las bestias del campo. Pero Dios la juzgó, y la puso a que se arrastrara en su pecho por el resto de sus días, sobre su pecho; la juzgó.
170 Y Cristo fue nuestros pecados juzgados. ¡Amén! ¿Lo ven Uds.? ¡Es hermoso! Por mi pecado, sus pecados, justamente deberíamos ir al infierno y ser castigados por nuestros pecados. Pero Cristo tomó nuestro lugar. La serpiente, por eso es que ella representó a Cristo.
171 Bronce, la serpiente siendo hecha de bronce, significaba juicio Divino. Ahora, la serpiente era el pecado ya juzgado, y el bronce significaba juicio Divino.
172 Como el altar de bronce: el altar fue hecho de bronce, en donde quemaban los cuerpos del sacrificio. En Exodo, el capítulo 17, Uds. lo encontrarán. Entonces... (Para Uds. que están anotando sus Escrituras).
173 Ahora, ellos tomaban la bestia, la lavaban (tipo perfecto del bautismo), la metían, ponían sus manos sobre ella, confesaban sus pecados, y la degollaban. La sangre era-la sangre era derramada, y la carne quemada en el... la sangre en el tajo para el sacrificio, en el altar, el altar de bronce, en donde los pecados eran repudiados, en donde ellos... en donde el Dios justo requirió separación completa. Y el juicio Divino de Dios con el fuego quemaba el sacrificio del pecado. ¡Aleluya!
El juicio Divino de Dios estaba sobre Jesucristo.
174 Miren, el juicio Divino otra vez en los días de Elías, mostró que eso era juicio Divino. Eli-... Llegó el tiempo cuando no había nada... el pueblo se había apartado de Dios. Y Elías subió a la cumbre del monte, y él oró. El fue ante el rey y le dijo: "Ni siquiera el rocío caerá del cielo hasta que yo lo llame". Y por tres años y seis meses, el rocío ni siquiera cayó a la tierra.
175 Y cuando se llegó al punto... Elías dijo: "Probemos quién es Dios, el Dios que responda por medio de fuego". Nuestro Dios es fuego consumidor. "Que el Dios que responda por medio de fuego...."
176 Eso es lo que yo digo en esta noche: que el Dios que responda por medio de Fuego, el Espíritu Santo y Fuego, que El sea Dios.
177 Ahora, ellos pusieron la... Observen: él subió a la cumbre, después de haber caído el fuego del Cielo, y demás, y que había consumido el sacrificio, y ellos miraron hacia el cielo, y se miraba como bronce. ¿Qué era eso? El juicio Divino sobre toda la nación.
178 Y hermano, hermana, si Uds. miran por todos lados hoy en día, Uds. verán el color de bronce otra vez: el juicio Divino cayendo sobre la nación, juicio, la serpiente ardiente; serpientes ardientes, el juicio Divino allí.
179 Ahora, observen: él levantó ese poste que tenía la-la serpiente en él, hecha de bronce. Y cualquiera que mirara a esa serpiente, era sanado de sus enfermedades.
180 ¡Qué cuadro tan hermoso en esta noche de Jesucristo! El dijo: "Como Moisés, igual que Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto..." ¡Eso es! Capten eso. Si Uds. están enfermos, Uds. se darán cuenta que los sanará. "Como", Jesús dijo: "Como Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado". La misma razón en un propósito doble: "Mas herido fue por nuestras rebeliones, y por Su llaga fuimos nosotros curados".
181 Ellos estaban murmurando contra Dios, y contra Moisés, y fueron mordidos por serpientes. La serpiente cumplió una aplicación doble: la primera, era para perdonar sus pecados; y la segunda, era sanar sus enfermedades.
182 Y Jesús fue levantado para que El pudiera perdonar nuestro pecado y sanar nuestras enfermedades.
183 Lo siguiente en el camino después de eso, vino Balaam el profeta asalariado que vino para detener a Israel. ¡Oh, hermanos! Entraremos en eso mañana en la noche, cómo ese hombre... Y una mula muda tuvo que hablar y reprenderlo. Un predicador fuera de la voluntad de Dios, y con su mente en el dinero, fue allá, y una mula lo tuvo que reprender allá, una mula muda. Si Dios puede hablar por medio de una mula muda, seguramente que El podrá por medio de un hombre. Sí, señor.
184 Fíjense, allí el pobre Moisés, después de todo ese tiempo... Les quiero mostrar lo que es un hombre delante de Dios. Cómo Coré y todos esos... Fíjense lo que Dios le dijo a Moisés: "Apártate, Moisés; Yo voy a destruir a todo el grupo de ellos y haré de ti una nación poderosa".
185 Y Moisés se tiró enfrente de Dios, se puso como un puente en Su camino, y dijo: "¡Dios, tómame a mí!" Y Dios no podía cruzar ese hombre. ¡Un poder de un santo delante de Dios! Miren allá.
186 Miren a Isaías, el profeta, que va y le dice a Ezequías: "Ordena tu casa; tú vas a morir. ASI DICE EL SEÑOR".
187 ¡Qué vergonzoso fue regresar otra vez un par de horas! El Espíritu Santo lo encontró, porque Ezequías volvió su rostro a la pared, y lloró amargamente, y dijo: "Señor: te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de Ti con un corazón íntegro", y las lágrimas le corrían por sus mejillas. Y Dios ya había sellado su sentencia de muerte, pero la oración cambió las cosas.
El le dijo al profeta: "Regresa y dile".
188 Miren: ¡qué guerrero era Moisés! En sus últimas horas, fue allá con ese temperamento horrible, y finalmente él mismo se glorificó en lugar de Dios, y Dios no le permitió... Por supuesto, todo eso estaba simbolizando de antemano, igual que las organizaciones hoy en día, Metodistas, Bautistas, Pentecostales, todo el resto de ellas, que ellas mismas se están glorificando.
189 Hace unos cuantos días, una de las iglesias más grandes, sólo porque ellos no podían ser el único pato en el lago, rechazó una reunión como ésa. Yo dije: "Yo no necesito tener su cooperación. Donde las águilas están, el cuer-... donde el cuerpo está, las águilas se juntarán". Y eso fue correcto. Sí, señor. Ud. sólo diga la Verdad; Dios tendrá cuidado del resto de ello.
Y allí estaban ellos: "Oh, nosotros somos los que predominan".
190 Yo dije: "A mí no me interesa lo que Uds. sean. Dios es el Predominante en nuestras vidas". Correcto. Se necesita a Dios, no lo que la iglesia diga. Y la iglesia, cada una de ellas... (Cualquier historiador aquí que esté dispuesto a buscar esto). Nunca ha habido una iglesia que alguna vez haya caído y se haya levantado otra vez. Dios las pone en el estante. Ellas nunca lo hicieron. La Luterana cayó; la Metodista cayó; la Presbiteriana, la Bautista, todas, y la Pentecostal también. Dios sencillamente las arroja de vuelta en el estante.
191 Y si-si Uds. me creen que soy profeta de Dios, Uds. escuchen esto (y yo lo digo con inspiración, no exactamente de ahorita, sino que me había venido antes de esto): que no estará representada una sola organización (lo que quiero decir, la organización como un todo) en el Reino de Dios, sino que Dios sacará de cada una de ellas, lo más selecto, y lo llenará con el Espíritu, y se lo llevará a la Gloria. Correcto.
192 La Biblia predice que la última edad de la iglesia es la edad de la iglesia de Laodicea, la cual es tibia. Y allí es hasta donde ha llegado la iglesia hoy en día. Eso es correcto. Ellos llegaron adonde quizás ellos pueden palmear sus manos un poquito, y hacer un poquito de ruido, y brincar y patear los muebles por un rato. Pero cuando se llega a verdaderamente vivir una vida santificada, pura, santa, sin adulteración, ellos están tan lejos como la noche lo está del día. Correcto. Lo que necesitamos hoy en día es una muerte chapada a la antigua, hermano, en donde no es regresar al altar y olvidarse, y regresar al altar otra vez, y regresar otra vez al altar. Vaya allá y quédese hasta que Ud. esté muerto, y entonces el hombre muerto no sabe nada tocante al mundo. ¡Aleluya! No quiero empezar en eso otra vez.
193 Mire, hermano, déjeme decirle, Dios, después de tener a Su pobre siervo anciano, Moisés... Alguien me dijo en una ocasión, dijo: "Déjeme decirle: eso muestra a Dios, si Ud. lo llama Dios". Dijo: "El defraudó a su siervo".
194 Después... La vida de Moisés fue un ciclo de cuarentas. El fue llamado a los cuarenta años; rehusado por sus hermanos, huyó al desierto y apacentó ovejas por cuarenta años. Cuando él tenía ochenta, El lo envió a liberar a Israel de Egipto. Y cuando él llegó cerca de la tierra prometida, él tenía ciento veinte años de edad. El tenía la zancada de un hombre joven, y su vista nunca le falló (correcto), a los ciento veinte años.
195 Pero cuando él mismo se glorificó allí, en lugar de Dios, delante de esa Roca, cuando Dios le habló, dijo: "Ve, habla a la Roca. No la golpees. Háblale"... (La Roca debía ser golpeada una sola vez).
196 Y a Moisés se le encendió todo su temperamento, y fue allá, y golpeó la Roca. Ella no dio agua. El la golpeó otra vez; dio agua. Dijo: "¡Rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta Roca?", así de esa manera; y dio las aguas, porque Dios tenía que escuchar a ese profeta porque El lo había envestido con ese poder. Y eso rompió todo el programa de la Biblia de Dios.
197 Cristo fue herido sólo una vez. Nosotros ahora le hablamos a la Roca, y Ella da Su agua. ¿Ven? Ya ha sido herida. Sólo háblenle, y Ella da Sus aguas.
198 Luego yo lo veo esa mañana. ¡Oh, cuando pienso de este cuadro, mi corazón casi me falla! Yo veo a Moisés; él sabía... Dios dijo: "Moisés: diles a todos: 'Hasta luego', a tu congregación; Yo te voy a llamar un poquito más alto ahora".
199 Yo puedo ver al anciano Moisés parado allí, esa barba larga y blanca, y su cabello cayéndole sobre su rostro, sus ojos empañados con lágrimas, mientras él miraba a su audiencia. Cómo él había caído en la... Cómo habían murmurado, y cómo él se había parado por ellos. El los miró a todos. El empezó a subir el monte. Al subir el monte, él se dio la vuelta, y les empezó a menear su mano como de despedida. El subió hasta la cumbre del monte. Era en el mes de abril. El se paró y miró hacia la tierra prometida. ¡Oh, cómo quería cruzar! ¡Hermanos!, su pobre corazón se estaba quebrantando. El quería cruzar a la tierra prometida con ese grupo de judíos que él había guiado y por los que se había puesto en la brecha. Y ahí estaba él; él miró hacia allá, y las lágrimas le corrían por sus mejillas. El se dio la vuelta y le hizo una señal de despedida al pueblo otra vez meneando su mano, el pastor anciano de ellos. El se iba alejando. El les meneó su mano de esa manera. El miró otra vez para atrás.
200 Y, ¡si yo únicamente me pudiera parar en donde Moisés se paró y mirar la belleza de la tierra! Si es la voluntad de Dios, en unos cuantos meses que siguen, yo me quiero parar allí en el monte y mirar en donde ellos cruzaron.
201 Yo vi una película el otro día en donde algunos de los hermanos, como unos cuarenta de mis hermanos de las campañas y ellos, fueron allá y tomaron una película de eso. Y cuando ellos cruzaron allí, esos hombres gritaban, gritaban a voz en cuello casi despedazaron todos los matorrales de la ribera, en donde los hijos de Israel cruzaron, en donde Jesús fue bautizado. Y cada uno de esos predicadores saltaron al agua con su ropa puesta y todo, y se bautizaron uno al otro otra vez, cada uno de ellos. ¡Oh, hermano!, hay algo allí moviéndose y suscitándose. Estamos viviendo... Ellos se subían en su automóvil; manejaban un pequeño tramo, y decían: "Estamos pasando por donde los hijos de Israel pasaron en su jornada". Como Buddy Robinson dijo: "Para esta cosa, rápidamente". Y él se bajó, y corrió alrededor, y alrededor, y alrededor, gritando por todo el lugar, y gritando a voz en cuello: "¡Gloria a Dios! ¡Aleluya!" De un brincó subía otra vez, decía: "¡Síguela conduciendo!" Correcto. El sencillamente estaba disfrutando de unos grandes momentos. ¡Seguro!
202 Si yo me pudiera parar en donde se paró Moisés, en esa Roca, mirando hacia la tierra prometida... El quería cruzar; él miró de nuevo a su congregación, con su mano les hizo un ademán de despedida otra vez, las lágrimas le caían de su barba larga. Su hora había llegado. En sus muñecas... En sus muñecas, aquí, el pulso empezó a disminuir a medida que subía por su brazo. ¡Un anciano veterano!
203 Yo le puedo decir a Ud. ahorita, hermano, no piense que me estoy inclinando a los Bautistas en esto por un momentito, pero, hermano, él no estaba perdido. No, él no lo estaba. Dios no defraudó a su siervo.
204 Allí en sus muñecas estaba subiendo de esta manera. Y cuando menos pensó, él fue atrapado, el pulso dism-... el pulso empezó a disminuir. Sus ojos se empezaron a empañar a medida que él miraba allá, hacia esa tierra. ¡Cómo quería él cruzar! ¡Oh, hermanos!, su corazón se estaba quebrantando.
205 Y justo cuando él estaba listo para salir de esta vida, sucedió que miró y parado a su lado, allí estaba la Roca. Sólo que El esté allí, eso es todo. El se paró sobre la Roca. Y los Angeles vinieron, y se lo llevaron.
206 Ochocientos años a partir de allí, él estaba parado allá en la tierra prometida, al lado de Elías, hablando con Jesús. El no lo defrauda a uno.
207 Uno de estos días, yo tengo que llegar al fin del camino. Yo tengo cuarenta y tres años ahora, sintiéndome bastante débil. Yo he predicado por veinte años. Yo he vadeado por las aguas, y he quebrado hielo, y me he parado allí y bautizado hasta casi congelarme. Yo he vivido en escasez, he pasado necesidad, internándome en las junglas y todo lo demás, y las enfermedades y todo asechando. Yo no sé cuánto tiempo más estaré aquí. Pero si yo vivo para ver más que esto, quizás cuando llegue a ser un anciano, si Jesús tarda, yo probablemente me pararé con lo que tengo de cabello pero más largo. Toda mi gente contrae parálisis cerebral cuando envejecen; ellos tiemblan. Cuando yo me haya abierto camino peleando cada batalla, cuando todos mis amigos y cosas se hayan ido, y yo me pare allí y oiga el golpe de las olas del agua llegando allá, y yo esté temblando con mi báculo, de esta manera, yo quiero tomar la Espada aquí y meterla de nuevo en la vaina de la Eternidad, quitarme mi yelmo y ponerlo en el suelo, levantar mi mano (¡aleluya!), y decir: "Señor, empuja el bote salvavidas; yo voy a cruzar esta mañana; yo voy a cruzar el río". El no me defraudará en ese momento.
208 Y mientras yo esté aquí, mientras haya luz, yo predicaré y oraré, y rogaré, y cantaré, y haré todo lo que pueda para el Reino de Dios. Cuando mi alma se empiece a elevar de este cuerpo, y yo mire hacia abajo y vea mis huellas, yo las quiero en el lugar correcto, en donde: "Dejando al partir tras nosotros huellas en las arenas del tiempo".
209 Inclinemos nuestros rostros. Teddy, vaya al piano un momento.
210 Nuestro Padre Celestial, ¡oh, cuán contentos estamos por estos grandes momentos de regocijo! Me imagino que me salgo un poquito fuera de sí, Señor, el Espíritu Santo sencillamente bautizando mi alma. Sencillamente no lo puedo evitar; Algo sencillamente toma control de mí. Yo estoy tan agradecido, Señor, de tener lavados todos los desagües y todas las palanganas, para que el Espíritu Santo pueda venir, y de mantener destorcida la manguera, para que las aguas de Salvación puedan fluir en cualquier momento que Dios quiera. Orar sin cesar. Como Elías le dijo a Josafat, le dijo: "Cava zanjas. Saca todas las piedras, todas la varas y troncos. Va a venir agua".
211 Gracias, Señor; Tú has estado aquí en esta noche. Y yo pienso del anciano profeta Moisés; Dios, bendice su alma valiente. Y como él se paró allí en el monte mirando hacia la tierra prometida, nosotros nos paramos en esta noche mirando en esa dirección, Señor. La única cosa que yo te pido para mí, es que permitas que esa Roca esté allí cuando yo me vaya. Dios, eso sería suficiente para mí. Y todo lo que yo he hecho alguna vez en la vida, Señor, si yo sólo me puedo acercar y arrastrar y tocar Tus sagrados pies una sola vez, darle palmaditas con mi mano indigna, eso me recompensaría un millón de veces. Todos sabemos que tenemos que caminar por ese camino. Algunos de nosotros quizás en unas cuantas horas. Yo no sé. Tú lo sabes.
212 Mientras estamos aquí esta noche, Padre, y el Espíritu Santo está todavía presente (has descendido, bendiciendo a Tu pueblo), Padre, te pido algo: ¿hay alguno aquí que no es salvo, Señor, que no te conoce como su Salvador personal, que no sabe cómo está Contigo? Te voy a pedir, Señor, si Tú... No que estas personas me oigan ahora, sino que te voy a pedir que Tú le hables a ese corazón y les des ánimo en esta noche.
213 Pudiera ser el llamado final. ¿Cómo sabemos nosotros? ¿Para qué tomar un riesgo cuando toda la Eternidad descansa sobre Esto?
214 Si hay, Señor, o un descarriado que se ha salido del camino, quizás subiendo el monte para mirar hacia la tierra, y luego ser rechazado, Dios, que la Roca esté con ellos, te pido. Ayúdanos ahora, y bendice esta audiencia, mientras esperamos.
215 Ahora, si hay un hombre o una mujer aquí, muchacho o muchacha, con sus rostros inclinados... Y que ninguno levante su rostro, por favor. La gente es muy tímida algunas veces, sensitiva en estos asuntos, pero sean caballeros y damas.
216 Yo he tenido mucha-mucha experiencia en estos cuarenta y tres años. Hace unos cuantos días, yo era un muchachito corriendo por aquí, jugando canicas con Uds. Bueno, yo estoy decayendo. Yo lo puedo sentir. Yo-yo he procurado por veinte años de tratar de presentarles a Uds. Algo.
217 Jeffersonville: ¿por qué lo rechazan Uds., cuando Dios lo ha vindicado, envió Su Angel, y tomaron la fotografía de El? Es conocido por todo el mundo; ¿por qué piensan Uds. que es alguna clase de-de algo manufacturado?
218 ¿Están Uds. sin Dios en esta noche? Uds. verdaderamente les gustaría conocerlo a El. Uds. saben que quieren esa clase de salvación antes que mueran.
219 Aquí, hace algún tiempo, en esta mismísima ciudad, había una jovencita que pertenecía a un cierta iglesia aquí en la ciudad; ella pensaba que estaba bien. Su pastor le dijo que estaba bien. Ella se burlaba de una muchachita que viene a la iglesia, porque ella no iba al cine. Ella dijo: "Tu pastor es de una mente estrecha".
La muchachita dijo: "Está bien".
220 Después de un tiempo, ella salió con una mala compañía, y ella contrajo una enfermedad y la dejó progresar mucho. El doctor, un cierto doctor de esta ciudad, la fue a examinar, y se vino a dar cuenta que estaba comida con una enfermedad venérea. Ella murió inmediatamente después de eso. Ellos... Ella era una maestra de la escuela dominical en esa iglesia grande. Todos ellos estaban allá para verla irse al Cielo. Y para ese momento, (su escuela dominical estaba adentro); su pastor estaba caminando afuera en el pasillo fumándose un cigarrillo. Y cuando llegó el tiempo para que ella tomara su vuelo, y que los Angeles vinieran para recogerla, ella se irguió, ella dijo: "¿En dónde está el pastor?" Ellos fueron y lo llamaron. Ella dijo: "¡Tú engañador de hombres!" Dijo: "¿Por qué me dejaste llegar a esta condición? ¡Estoy perdida!"
221 No se preocupen; Adán supo que él tenía hojas de higuera puestas cuando él vino delante de Dios. Estaba bien cuando Dios no estaba cerca. Dijo: "¿Por qué me dejaste seguir de esta manera?" Dijo: "¿En dónde está esa muchachita de allá de ese Tabernáculo?"
222 "Oh, ella..." El dijo: "Tú estás-tú estás histérica, voy a llamar al doctor para que te dé una inyección para que te calme".
223 Ella dijo: "¡Tú engañador de hombres! Yo estoy perdida, y mi alma va al infierno por causa tuya". Y ella inclinó su cabeza.
224 Y un buen amigo mío que trabaja aquí en el garaje ahora, estaba trabajando para una funeraria. El comenzó a bombear el líquido en su cuerpo, y él continuaba bombeándolo, y continuaba oliendo el líquido, y no podía llenar sus venas; le bajaron la ropa y miró, y había un hoyo en su cuerpo allí tan grande como un puño, casi. La enfermedad venérea se lo había hecho. Oh, sí, ella "iba a disfrutar de un gran momento". Esta otra muchachita era una "santa rodadora". ¡No subestime nada, amigo!
225 ¿Lo conocen Uds. a El esta noche? ¿Son Uds. verdaderamente salvos? Les estoy preguntando en el Nombre de Jesús. Si hay un hombre o una mujer, o muchacho o muchacha aquí en esta noche que no es salvo, nacido de nuevo, ¿levantaría su mano, diría: "Ore por mí, Hermano Branham"? Ahora, todos con el rostro inclinado. Sí, Dios la bendiga, jovencita. Dios lo bendiga a Ud., a Ud., a Ud., a Ud., a Ud., a Ud., a Ud. Dios lo bendiga. Dios lo bendiga a Ud., a Ud., a Ud. Allá atrás, sí, Dios lo bendiga. Dios bendiga su sinceridad, jovencito; lo veo. ¡Maravilloso! Veinte o treinta manos en este pequeño edificio, que no son regenerados. El Espíritu Santo ha estado aquí esta noche, hablándoles a Uds. El está aquí ahorita. Uds. lo necesitan a El. ¿Por qué no vienen Uds.? ¿No vendrán aquí enfrente al altar y se arrodillarán y dirán: "Señor Dios, yo te voy a recibir a Ti como mi Salvador personal esta noche; yo te voy a aceptar ahora, y voy a recibir el Bautismo del Espíritu Santo; yo lo quiero; a mí no me importa lo que el mundo diga; yo lo voy a recibir ahora; Tú me prometiste"?
226 Y escuchen: cada uno de Uds. que levantó su mano, Uds. han estado escuchando en estas reuniones-estas reuniones. Ninguno aquí pudiera venir a Jesús si Dios no lo trajere. ¿Qué es lo que está haciendo eso? ¿Qué es lo que está causando ese deseo? Es que Dios está aquí. Dios está aquí.
227 Escuche, amigo, si Dios oye mi oración como un hombre, si Ud. cree que soy Su profeta, y Ud. ha leído los periódicos, y las revistas, y los libros, y lo que dicen las autoridades, y visto allá atrás esas fotografías que ellos están vendiendo allá atrás en la puerta en la noche, de ese Angel de Dios encendido con Fuego, el Mismo del cual estoy leyendo aquí en la zarza ardiente, y si Ud. cree que soy siervo de Dios, y Ud. cree que El oirá mi oración, y oirá su oración si Ud. ora, ¿le gustaría levantarse de su asiento? ¿Tiene Ud. tanto así de convicción real para venir aquí y pararse en este altar y decir: "Hermano Branham: si El abre los ojos del ciego, El perdonará mis pecados..."? Dios lo bendiga, jovencito, por ser el primero en venir. ¿Quién seguirá a este jovencito a este altar?
228 Yo quiero que vengan los ministros que están en este edificio, en el edificio, que vengan aquí al altar sólo un momento, todo predicador. Venga, jovencita. Dios la bendiga. Alguien más ahora. Yo quiero que los ministros vengan aquí y suban a la plataforma, por favor.
229 Amigo pecador... Venga aquí enfrente, jovencito; Dios lo bendiga. Venga aquí enfrente y arrodíllese allí mismo. Dios lo bendiga, señor; Ud. venga. Dios la bendiga, señora. Dios lo bendiga. Alguien más, venga aquí enfrente al altar y arrodíllese. ¿Está Ud. sin Dios, sin Cristo en esta noche, en este mundo, como extranjero?
"¡Oh!", Ud. dice: "Se está haciendo un poquito tarde y mi familia me está esperando".
230 Una niña inválida está viniendo. ¡Es una vergüenza para Uds. gente saludable! ¿Es Ud. un extranjero de Dios esta noche, sin Dios, sin Cristo, muriéndose en pecado y vergüenza? ¿No vendrá? ¿Serán Uds. lo bastante hombre o mujer, con bastante decencia común para levantarse y decir: "Hermano Branham: yo vengo aquí; quiero estrechar su mano y arrodillarme aquí en el altar. Yo quiero aceptar a Jesucristo como mi Salvador ahorita mismo"? ¿Vendrán?
231 Todas esas manos se levantaron, y ¿me quiere decir que Ud. sabe que está parado aquí en la Presencia de Dios, sabe que está en esa condición, y todavía rehúsa venir al altar? ¿Qué si su corazón se para esta noche cuando Ud. se vaya a casa? ¿Qué si Ud. tiene un accidente y Ud. está en un hospital en una hora contando desde este momento, la sangre fluyendo de su cuerpo, y Ud. gritando, pero no hay nadie que ore? Dios dijo: "Si vosotros me despreciáis ahora, Yo me reiré en vuestra calamidad". ¿No vendrá Ud.? Amigo: ¿me quiere decir que Ud. está lo suficientemente convencido que el Espíritu Santo está aquí, que Ud. levantó su mano, pero que no vendrá al altar? ¿Qué es lo que lo está deteniendo a Ud.?
232 Dios lo bendiga, señor. Yo percibo que Ud. es un hombre enfermo, también, por eso viene. ¿No es así? Ud. sufre de tuberculosis, ¿no es así? El lo va a sanar a Ud. aquí en el altar esta noche. Ud. es un desconocido para mí, pero yo sé lo que es Ud. y quién es Ud.
233 El Espíritu Santo bajó aquí mismo en la reunión en ese momento. Y ese Angel de Dios está parado en la plataforma. Ud. ha estado en las reuniones; Ud. sabe lo que esto significa, ¿verdad?
234 El hombre va a ser sanado esta noche. Dios habló justamente cuando él se levantó de allí.
235 Dios te bendiga, hijo, ven aquí adelante. Venga, llorando, y con los ojos llenos de lágrimas. Dios la bendiga, hermana; venga aquí enfrente. Dios lo bendiga; venga, arrodíllese alrededor del altar. ¿No vendrán?
... Bendito Cristo, ¡heme aquí!
Tal como soy....
236 Dios te bendiga, muchachito. ¡Eso es maravilloso! ¿No vendrá alguien más? Alguno de Uds. jovencitos allá atrás ahora, Uds. lo han pospuesto por mucho tiempo. Este es el tiempo. Esta es la hora.
... queriéndome librar....
237 Alguien ayude a esa madre allá atrás con ese bebé, alguien por favor. Ella quiere venir al altar; su esposo está aquí enfrente. Alguno de Uds. ayude al bebé, o agarre al bebé, y permita que la madre venga. Dios la bendiga. Venga, madre. Correcto. Ellos van a cuidar de su pequeñito. Venga, sea una verdadera madre por medio de Jesucristo para sus hijos.
238 Dios la bendiga, hermana; eso es bueno. Dios la bendiga, señora. Esa es la manera de venir y deshacerse de su nerviosismo. Ha estado teniendo ese problema nervioso y hábitos y cosas; la dejarán a Ud. parándose allí ahora.
239 El Angel del Señor está parado aquí mismo en esta plataforma. Si Uds. creen que soy Su profeta, obedezcan y hagan lo que yo les diga ahora, vean si no está correcto.
... Del mal queriéndome librar,
Tú sólo puedes (Dios te bendiga, muchacho) perdonar:
Bendito Cristo (Dios la bendiga, madre), ¡heme...!
240 ¿Alguno del resto de Uds. quiere venir? El Espíritu Santo me está diciendo que hay algunas personas más que ésas. Sean honestos con Dios, ¿no lo serán? ¿Qué van a perder al caminar hasta aquí al altar y orar un poquito? Uds. van a orar en alguna parte. Si Uds. no oran aquí, Uds. van a orar en el infierno. El hombre rico alzó sus ojos. Ahora, si Uds. creen, si Uds. creen la Palabra de Dios, y creen que yo les digo la verdad, si Dios ha vindicado que es la Verdad, hay hombres y mujeres aquí que deberían estar en este altar ahorita. El Espíritu Santo está hablando, diciendo eso. ¡Vengan! Dios la bendiga, hermana; Ud. es sólo una de ellas. ¡Vengan! Dios lo bendiga. Vengan ahora, en donde Uds. estén. Joven o anciano, ¡vengan!
241 Pónganse de pie. Todos Uds. que están en sus asientos, pónganse de pie mientras cantamos una estrofa de esta alabanza ahora. Vengan ahorita, acérquense; vengan al altar. Uds. dicen que pertenecen a una iglesia. Eso no es suficiente. "El que no naciere de nuevo, no puede entrar en el Reino de Dios". Vengan ahora.
Tal como (todos) soy....
242 ¿No vendrán? ¿No vendrán por el pasillo hasta aquí ahora? Vengan aquí y encuéntrenme en el altar...?... Jesús...?... Uds. que sólo quieren orar...?... [El Hermano Branham continúa llamando a la gente al altar; no se entienden todas las palabras-Ed.]....?... Dios lo bendiga...?... una vez más.
Tal como... (Dios...?...)
Que a otro yo no puedo...?...
Y Tú me invitas...?...
... Cristo, ¡heme aquí!
Tal como soy sin demorar,
Del mal (¿cuántos?) queriéndome librar,
Tú sólo puedes perdonar:
Bendito Cristo, ¡heme...!
¿Cuántos aquí dicen: "Hermano Branham...?... yo quiero que Ud. ore por mí? Levante su mano ahora mientras la cantamos otra vez. (Sigan cantando). Levante su mano, diga: "Hermano Branham: ore por mí". Dios la bendiga, hermana...?... El Espíritu Santo viene...?... Yo sé que Uds. son de El. Yo sé que el Espíritu Santo...?... llamado al altar...?....

 

 

 

El Mensaje del Atardecer